Tegucigalpa – (Especial Proceso Digital) – Orfa Mejía es una mujer sin dobleces. Hace gala de la sencillez tanto en su apariencia como al momento de rellenar cuartillas. Su periodismo es directo, claro, objetivo y sin muchas vueltas.
A esta periodista le gustan las cosas simples, pero bien dichas, con claridad y elegancia. Ella ha hecho por cerca de cuatro décadas periodismo de calidad y de profundidad. Y, sobre todo, es un referente de integridad.
Cercana y amiga de casi todos los periodistas de su generación, también es referente y consejera de muchos jóvenes que hacen sus pininos en el ejercicio profesional.
Orfa piensa que las nuevas generaciones de periodistas tienen un enorme compromiso para mantener los valores del periodismo que demanda la sociedad actual. Reconoce que esa lucha no es fácil, especialmente cuando los que se sienten amenazados por investigaciones y denuncias periodísticas están siempre atentos.
Ella reconoce que hay periodistas prometedores en el país y, aunque sabe que muchos en busca de otros propósitos, cree que este momento para impulsar, con mayor fuerza, el buen periodismo en el país.
Así se desarrolló su conversación con Proceso Digital:
Proceso Digital (PD) – Háblenos sobre el inicio de su carrera periodística, ¿cuándo y dónde empezó y cómo ha ido transitando en el tiempo?
Orfa Mejía (OM) – Inicie hace 37 años en Radio Cadena de Noticias y unos meses después pasé a formar parte de la redacción de Diario Tiempo en Tegucigalpa, donde trabajé por más de 15 años. También laboré para Diario LA PRENSA, en su redacción de Tegucigalpa. Fui parte del equipo de prensa del Proyecto Hondureño de Educación Comunitaria (Proheco), de la revista Revistazo.com y de Proceso Digital. Actualmente laboro para Diario El Heraldo, como editora de las páginas de Opinión.
PD- ¿Que representa para Ud. el periodismo?
OF – Una pasión. Un compromiso. La puerta que una tiene para contar la historia diaria de un país y hacerlo con responsabilidad.
PD – ¿Cuáles han sido sus experiencias más gratas y cuáles los momentos más difíciles en el ejercicio del periodismo?
OF – 37 años se escriben fácil, pero viendo hacia atrás es una vida completa, un largo período de tiempo que te deja muchas alegrías, muchos sinsabores, muchas amistades, pero lo más importante, la satisfacción del deber cumplido, de haber ejercido la profesión con el mayor grado de responsabilidad y objetividad posible.
PD – Si Ud. hace un recorrido en el tiempo desde que inició a ejercer la profesión hasta la actualidad, ¿Qué valoraciones tiene al respecto?
OF – Han cambiado muchas cosas. De las viejas salas de redacción paulatinamente fueron desapareciendo las máquinas de escribir, los teletipos y los cuartos oscuros de revelado de fotografía para dar paso a modernas salas de redacción con computadoras, televisores, teléfonos móviles y las cámaras digitales. Pero lo que no ha cambiado es la esencia del periodismo: «contar buenas historias y que estén bien escritas», como lo escribió hace algún tiempo Bieito Rubido, ex director del ABC de España en su artículo «La esencia del periodismo».
PD – ¿Y cómo valora ese tránsito del periodismo desde aquella época de la máquina de escribir hasta la era digital?
OF – Muy positivo. Nos vimos obligados a adaptarnos al uso de las nuevas tecnologías.
El estar frente a una computadora no fue fácil para muchos de nosotros. Ahora reímos recordando muchas de las anécdotas de entonces. Las tecnologías de hoy sin duda que facilitan el ejercicio de la profesión, el Internet es una inagotable fuente de consultas, los teléfonos móviles te facilitan la comunicación, las redes sociales también.
PD – ¿Qué opinión le merecen las nuevas generaciones de periodistas?
OF – Son los que tienen la responsabilidad del relevo profesional y de enfrentar los nuevos desafíos del periodismo, creo que tienen el reto de superarnos, pero más importante, de mantener los valores del periodismo que demanda la sociedad actual. No es una tarea fácil, más en momentos en los que nuestra profesión es tan cuestionada por todos los que se sienten amenazados por la labor de investigación, de denuncia, de demandas de transparencia, que, aunque no se quiera reconocer, muchos compañeros y compañeras hacen diariamente, sin importar los riesgos que ello conlleva.
PD – ¿Mantienen las generaciones actuales la pasión por el oficio?
Creo que sí, que todavía los hay, y muchos. Hay muchos jóvenes periodistas enamorados de su profesión, que trabajan, se profesionalizan para ser cada día mejores
Pero también hay muchos más que no, hombres y mujeres que llegaron al periodismo con propósitos totalmente diferentes y que con su accionar ponen en entredicho el buen ejercicio de esta noble profesión. (PD)
