Guatemala.- Con consignas en contra del presidente Jimmy Morales, más de 2.000 personas marcharon y se manifestaron hoy en la capital del país para pedir «respeto» al acuerdo con la ONU para el establecimiento de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).
Pasadas las 12:00 hora local (18:00 GMT) el grupo, en el que sobresalían artistas, gente disfrazada, estudiantes, activistas y religiosos se aglutinó en el Obelisco, al sur de la ciudad, para enfilar hacia la Avenida Reforma, donde pararon en algunos edificios de Gobierno y del sector privado para mostrar su rechazo por el apoyo de éstos a las decisiones del Gobierno.
Entre los marchantes se observaba un grupo de mujeres disfrazadas de palomas blancas, hombres encaramados a unos zancos, un grupo de rock con la música a todo volumen sobre un camión que acompañaba la marcha por la Reforma, una de las avenidas principales de la ciudad.
Frente al Ministerio de Relaciones Exteriores, el grupo se detuvo a gritar: «Fuera, fuera» y una cuadra más adelante, en la entrada del Ministerio de la Defensa Nacional, le pidieron al Ejército «desobedecer» las «órdenes ilegales» del presidente.
La activista indígena Lucía Ixchíu le sugirió a los militares, con micrófono en mano -el mismo que había servido a los rockeros-, «respetar la Constitución» y «apegarse a Derecho», contrario a lo que han hecho los últimos meses: fortalecer el «pacto de corruptos» que «decidió» la salida anticipada de Cicig.
Una de las mantas que llevaban unos manifestantes fue colocada frente a la sede del sector privado organizado, el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif), mientras una persona disfrazada de justicia con los ojos vendados.
«Ejercito y Cacif siguen destruyendo al país», decía el mensaje colocado unos minutos frente al edificio del empresariado, mientras la mujer sostenía en la mano una Constitución Política.
Otro de los activistas, el presidente del movimiento Visibles que vela por los derechos de la comunidad LGBTIQ, Luis Barrueto, celebró que «la gente está asignando responsabilidad al desastre de sector privado que tenemos».
Por su parte, Álvaro Montenegro, uno de los líderes de la agrupación virtual Justicia Ya -que dsurgió de las manifestaciones de 2015- dijo que la protesta se había convocado para rechazar las medidas «espurias» tanto de la Corte Suprema de Justicia como del presidente Morales, quien «intenta una y otra vez detener la lucha anticorrupción».
Lamentó que el Supremo validara este jueves una solicitud de antejuicio (proceso de desafuero) presentada por la Asociación de Dignatarios de la Nación contra tres magistrados del Constitucional por haber, supuestamente, «limitado» las decisiones del mandatario en política exterior.
El Constitucional, máximo tribunal del país, suspendió de manera provisional la terminación anticipada y unilateral de la Cicig dos días después de que el mandatario anunciara el lunes la salida del ente de las Naciones Unidas.
Mientras otra manta sugería «prisión tras destitución a Jimmy (Morales) y sus ministros por violar la Constitución», una más, detrás de ésta, sostenía: «Me niego a vivir en una dictadura».
La marcha continuó su camino para situarse momentáneamente en el frontispicio de la Corte Suprema, situada en el Centro Cívico (zona 4) y siguió hacia la Corte de Constitucionalidad (zona 1), a unas cuadras del parque central de la ciudad, donde finalizará la protesta.
