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Mandela era un hombre de mucho pensamiento y pocas palabras, recuerda Ramón Custodio

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Tegucigalpa – En su cálida y apartada oficina del bulevar Suyapa, capital de Honduras, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), Ramón Custodio, guarda innumerables historias que le ha tocado vivir en la defensa de los derechos de los hondureños. Una de ellas es el encuentro que lo llevó a estar con una de las figuras más emblemáticas del siglo XX, el ex presidente sudafricano y premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, fallecido el pasado jueves 5 de diciembre.
 

– Custodio recomendó a los políticos hondureños que se vean en el espejo de la vida y obra de Nelson Mandela; “el poder no debe servir para demostrar nuestros flancos más débiles, sino nuestra fortaleza espiritual”, dijo.

Custodio, un hombre que forma parte de la historia de Honduras, contó a Proceso Digital lo que significó para él haber compartido impresiones con el personaje que liberó al pueblo sudafricano del régimen del Apartheid (sistema de segregación racial), tras permanecer 27 años en prisión.

Al ser consultado sobre el detalle que no olvida de su encuentro con el líder Mandela, el ombudsman hondureño expresó que “su presente, su serenidad, su seguridad y la claridad con la que hablaba. Era un hombre de mucho pensamiento y de pocas palabras”.

“Lo grandioso de Mandela es que no fue un hombre que hizo falsa ostentación de ninguna religiosidad, si no que inspiraba serenidad y respeto”, recordó Custodio.

Con su voz pausada y gran reflexión que denota en su rostro, el doctor Ramón Custodio remarcó que “la personalidad de Mandela, su conducta y su trayectoria nos dicen que el problema no es el poder, el problema es de la persona que está investida de algún poder y como lo ejerce”.

Mandela murió el pasado jueves 5 de diciembre, a la edad de 95 años. El mundo llora la muerte de uno de sus más ilustres hijos. Más de 50 jefes de Estado de todo el planeta participaron en las honras fúnebres del líder sudafricano que se extenderán por diez días.

El comisionado de derechos humanos recuerda esa cita con Mandela hace 23 años:

¿Cómo fue ese encuentro con el líder mundial Nelson Mandela?

En 1992 se nos concedió el premio “Rothko Chapel” por la libertad y los derechos humanos a tres centroamericanos. Uno, el arzobispo de Guatemala, el otro al antiguo procurador de Derechos Humanos de Guatemala que llegó a ser presidente de la República, me refiero a Ramiro de León Carpio y su servidor (Ramón Custodio) como presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh).

Este acontecimiento nos llevó a Houston (Estados Unidos), y entre los invitados de honor estaba Nelson Mandela, así como el ex presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter (1977-1981).

Como la gente se agrupaba alrededor de ellos, me llamó la atención una señora que era la que le servía los mensajes al doctor Nelson Mandela y se me ocurrió hablar con ella porque creí que era la secretaria, y le expliqué que era uno de los premiados y como estábamos hospedados en el mismo hotel, si había la oportunidad de ver al doctor Mandela. Ella me hizo el favor de tomar nota de mi nombre, habitación y dos horas después para mi sorpresa me estaban informando que Mandela me recibiría a la mañana siguiente y que me reportara al piso en el que él estaba.

¿Y luego que pasó?

Llegué, me presenté y tuve la oportunidad de estar ante este hombre grande de la humanidad. Platicamos de varios temas relacionados con los derechos humanos precisamente y su importancia en el rescate de la dignidad de las personas y de los pueblos.

Fue una experiencia muy especial porque estaba ante una persona de tanta estatura ética de la humanidad, pero sobre todo con una humildad increíble. Me escuchó, se expresó, hablamos en inglés y definitivamente comprobé la grandeza de esta persona por su humildad, su claridad de pensamiento, sus opiniones inspiradoras para continuar la lucha.

Si él fue capaz de liberar un pueblo entero -dije yo- por qué nosotros en Honduras no podemos lograr lo mismo para la mayoría o para que todos los hondureños tengamos la dignidad que nos merecemos como persona humana.

En ese tiempo aún Mandela no era presidente de Sudáfrica. Le faltaban dos años para llegar a ser presidente. Precisamente el fondo, la multimillonaria que creó este premio Rothko Chapel, recuerdo que al doctor Mandela le hicieron una donación de 100 mil dólares para su partido político de aquél entonces. Dos años después se convierte en presidente de Sudáfrica.

Doctor Custodio, ¿Hay algo que usted no olvida de esa conversación con Mandela?

Su presente, su serenidad, su seguridad y la claridad con que hablaba. Era un hombre de mucho pensamiento y pocas palabras, pero a uno le transmitía aún sin hablar a través de su mirada y su presente, una fortaleza única.

¿Cuál es el verdadero legado de Mandela a la humanidad?

Debo decir que en una de mis giras a Europa, fui encontrando manifestaciones públicas que reclamaban la libertad de esta persona (Nelson Mandela), y yo desconocía en ese momento toda la historia que había detrás de ese hombre.

Conforme fui visitando diferentes países, no recuerdo exactamente qué año, pero fue cuando hubo una campaña mundial para exigir su libertad. Ahora que ocurre su muerte, tomé de mi biblioteca un tomo que había estado ojeando en diferentes ocasiones y la biografía del doctor Mandela escrita por Martin Meredith, tengo dos días de estarla leyendo y se da uno cuenta que fue un hombre que se forzó a sí mismo, se impuso una lucha grande y liberó a un pueblo de los prejuicios, de la intolerancia y de la hegemonía de unos sobre otros. El estado sudafricano que él fundó y creó supo hacer convivir diferentes razas, sin ignorar los derechos de nadie. Desarrolló un código de ética muy poco común, la tolerancia y el respeto a los demás, que fácil se dice, pero es difícil de practicar.

Considerando que Honduras es catalogada como uno de los países más violentos y corruptos del mundo, ¿en qué nos debe inspirar el legado de Mandela?

Mandela tiene que estar presente cuando se habla de la grandeza de ciertas personas, creo que está a la altura de un Mahatma Gandhi, a la altura de los grandes maestros de la humanidad. Lo grandioso de Mandela es que no fue un hombre que hizo falsa ostentación de ninguna religiosidad, si no que inspiraba serenidad y respeto. Él practicaba esa serenidad con la tolerancia hacia los niños, amó los niños… la personalidad de Mandela, su conducta y su trayectoria nos dicen que el problema no es el poder, el problema es de la persona que está investida de algún poder y cómo lo ejerce.

Mi mensaje a los políticos es que se vean en ese espejo, de que el poder no debe servir para demostrar nuestros flancos más débiles, sino nuestra fortaleza espiritual.

En su conversación con Mandela, prevista inicialmente para treinta minutos, la charla concluyó en hora y media, y dentro de las anécdotas que Custodio recuerda fueron los consejos que el líder sudafricano le dio acerca de las personas mediocres y la mediocridad. Fueron palabras sabias que según Custodio, él aplica en la vida, porque como le afirmó Mandela los mediocres se muestran y caen solos, no hay que hacer nada para combatirlos porque ellos mismos se encargan de caer con sus torpezas. Y la vida le ha demostrado a Ramón Custodio que Nelson Mandela tenía razón.

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