Río de Janeiro.- Los 75 años del maracanazo, que se conmemoran este miércoles, pasaron casi inadvertidos en Brasil y sólo fueron recordados en algunas reseñas de contados medios de comunicación, pese a que la derrota en la final del Mundial de 1950 sigue siendo considerada la mayor tragedia del fútbol brasileño.
El olvido, que podría ser intencionado, fue atribuido a factores circunstanciales por el historiador Ademir Takara, el bibliotecario del Museo del Fútbol de Brasil, quien aclaró que la fecha siempre es recordada por los programas deportivos, por tratarse de un hito.
«Se trata de un aniversario que siempre es recordado y de forma muy fuerte. Este año fue una excepción. Es la primera vez, que recuerde, que la fecha pasó desapercibida. Hasta los programas deportivos la ignoraron», afirmó Takara en entrevista con EFE.
Según el historiador, el país cinco veces campeón mundial jamás podrá olvidar ni ignorar la derrota por 1-2 que Brasil sufrió ante Uruguay en la final del primer Mundial que organizó, que enmudeció a los 200.000 hinchas presentes en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, inaugurado sólo un mes antes.
Los goles con que los uruguayos Juan Alberto Schiaffino y Alcides Edgardo Ghiggia remontaron el anotado por el brasileño Friaça no sólo hicieron que un Brasil convencido de la victoria (aunque sólo necesitaba un empate) dejara escapar el que sería su primer título mundial, sino que provocaron una conmoción nacional.
Además de algunas reseñas básicas en los diarios y portales deportivos y de un artículo más literario y extenso en Folha de São Paulo, los grandes medios brasileños ignoraron los 75 años del maracanazo.
El aniversario de ‘la tragedia’ tampoco mereció un acto especial de las autoridades o de entidades deportivas.
De acuerdo con Takara, tal vez los diarios estarían hoy recordando de forma más destacada la fecha si el debut del italiano Carlo Ancelotti como seleccionador de Brasil no hubiese sido exitoso o si la selección no estuviese clasificada para el Mundial de 2026.
El historiador dijo igualmente que el recién concluido Mundial de Clubes de la FIFA hizo con que la prensa deportiva se concentrara en analizar el buen papel de los clubes brasileños y dejase el maracanazo de lado.
«Pero por lo general es una fecha muy recordada. Tenemos más libros hablando de la derrota en el Mundial de 1950 que de las conquistas en los mundiales de 1958, 1962 y 1994», afirmó.
Una sala entera dedicada al maracanazo
Takara explicó que en la propia distribución del Museo del Fútbol, la institución administrada por el Centro de Referencia del Fútbol Brasileño, en São Paulo, le dedica más importancia y espacio al maracanazo que a cualquier título conquistado.
«De las cinco salas del recorrido hay una exclusiva llamada Rito de Pasaje que está dedicada a la derrota en el Mundial y en la que se exhiben imágenes de la final frente a Uruguay. Es la única sala dedicada a un Mundial», aseguró.
El historiador explicó que la intención es precisamente resaltar la mayor tragedia en la historia del fútbol brasileño y mostrar «que no es posible ganar sin saber antes lo que es perder».
Agregó que ni siquiera la dolorosa goleada por 7-1 que Brasil sufrió frente a Alemania en semifinales del otro Mundial que organizó, el de 2014, resta importancia al maracanazo.
Según Takara, el Museo del Fútbol descartó tener una sala dedicada al mineirazo (la victoria alemana en el estadio Mineirão) por no tener tanta trascendencia ni haber causado «una depresión general», y recordó que el 7-1 entró para el cotidiano de los brasileños como sinónimo de algún percance diario. «La gente ahora dice: es el 7-1 de todos los días», afirmó. EFE/ir