«Lucharemos contra la evasión fiscal, revisaremos temas como las exoneraciones que siguen haciendo ricos a los ricos y pobres a los pobres», subrayó Lobo en su cuenta de la red social Twitter.
Indicó además que «como gobierno del humanismo cristiano» se compromete «a no tocar ningún empleado público que cumpla al 100 por ciento con su deber en Honduras».
«Y además seguiremos luchando por reducir el gasto público en todo lo que se pueda hasta llegar al mínimo posible», acotó Lobo.
El mensaje de no despedir a ningún empleado público lo hizo Lobo un día después de que el presidente de la Comisión de Presupuesto del Parlamento dijera que la mitad de los 3,000 empleados de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) serán despedidos a partir de 2013, para sanear la corrupción en esa institución.
Según Rivera, ya se han gestionado 300 millones de lempiras (unos 15 millones de dólares) para el pago de prestaciones a los empleados de la DEI que serían despedidos.
La Administración de Lobo, que inició el 27 de enero de 2010 atraviesa una crisis fiscal, pese a varias medidas impositivas aplicadas en los últimos tres años.
El anuncio de seguir luchando para reducir el gasto público lo hizo Lobo cuando en Tegucigalpa se encuentra una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) evaluando la economía del país centroamericano.
Lobo espera que en el primer trimestre de 2013 se pueda negociar un nuevo acuerdo económico con el FMI, después del suscrito en octubre de 2010, por 18 meses, que concluyó en marzo pasado.
Un acuerdo con el FMI le permitiría a Honduras acceder a recursos frescos externos para atender el déficit presupuestario de su Gobierno y el pago de deuda.
Según Lobo, un nuevo acuerdo con el FMI no se ha suscrito porque ese organismo exige una acelerada devaluación de la moneda, el lempira, que se cotiza en más de 20 por un dólar después de que hasta hace 16 meses se mantuvo durante varios años en 18.90.
