Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – Sus primeros pasos en el periodismo se vieron marcados por una de las noticias más dolorosas y trágicas que han ocurrido en la historia en Honduras, una masacre donde murieron al menos 28 personas; su sagacidad y olfato para informar le permite estar donde se origina la información, así ha transcurrido la carrera de Lisseth García, una periodista que ejerce su profesión en San Pedro Sula, Cortés, donde ella además de informar es una especie de ángel solidario con sus colegas.
Lisseth García es de esas reporteras que se adentra y esmera para relatar la noticia pese a que esa faena represente un riesgo, su vocación no le permiten abandonar la posibilidad de transmitir la información a las audiencias, ella es una convencida de que el periodista merece un mecanismo que lo proteja y que para ello es urgente que el gremio periodístico se una en Honduras.
Ejerce el periodismo en San Pedro Sula, una de las ciudades más violentas del continente, donde se junta el trabajo, el desarrollo industrial y grandes hitos sociales y culturales, pero también es centro del crimen, de la violencia y las desigualdades más profundas, es de las ciudades donde las maras y pandillas muestran su músculo y siembran el luto y dolor en las familias hondureñas.
Según esta experimentada periodista, existe mucha intolerancia e indiferencia hacia el periodismo, pero eso no indica que los comunicadores se tengan que doblegar ante los interesados en tergiversar la información y en ocultar la verdad. Aquí una serie de preguntas que Lisseth García nos contestó:
Proceso Digital (PD) – ¿Cómo y cuándo inició su carrera periodística?
Lisset García (LG) Vengo de un hogar conformado por maestros de educación primaria en Gualcince, Lempira, para quienes la lectura era fundamental, también el mantenerse al día con el acontecer nacional. Crecí en ese ambiente y de ahí surgió mi interés por las noticias. Para mis padres la educación fue prioridad y a pesar de la lejanía del pueblo se esforzaron por formarnos a todos. Me gradué como maestra de Educación Primaria y luego obtuve mi título como Licenciada en Periodismo en la UNAH Valle de Sula. Cuando cursaba mis últimas clases comencé a laborar en diario La Prensa que ha sido y es mi casa. Llevo 21 años trabajando ahí. El periodismo para mi es pasión, vocación y servicio.
PD – En ese recorrido, ¿Cuáles han sido las coberturas que le han marcado?
LG – Han sido muchas, he tenido la oportunidad de cubrir casi todas las fuentes, hacer periodismo de investigación y coberturas internacionales. Compartir por varias semanas con hondureños viviendo en Estados Unidos conociendo su realidad y el sacrificio para enviar remesas a sus familiares. Crónicas desde el antiguo Centro Penal sampedrano, entrevistas con presidentes de Honduras y otros países además de historias de personas comunes haciendo cosas extraordinarias. La cobertura de más de una década en noticias de San Pedro Sula me ha permitido vivir la transformación de SPS, conocer sus retos y poder conocer de primera mano el accionar de los alcaldes en los últimos veinte años.
PD – Cuéntenos sus anécdotas profesionales…
LG – Ese 23 de diciembre del 2004 marcó mi vida, eran mis primeros años en el periodismo. Terminamos de cubrir un evento político en Chamelecón cuando escuchamos balas y balas. Nos movilizamos al lugar y el cuadro era conmovedor, fuimos los primeros en llegar a la escena donde un bus había sido atacado y 28 personas perdieron la vida. El olor a pólvora y a sangre impregnaba el lugar. La policía retiraba cuerpos de niños, mujeres y hombres sin vida. Fue una navidad negra para todos, difícil para los que perdieron a sus parientes y doloroso para todos los que presenciamos de cerca esa tragedia que sigue siendo recordada porque las pandillas comenzaban a surgir.
PD – San Pedro Sula es un centro industrial pero también es una ciudad con profundas desigualdades y violencia, ¿Cómo esto marca el trabajo periodístico?
LG – La capital industrial es el polo de desarrollo económico del país donde se agrupan los principales generadores de empleo y, por ende, de riqueza en Honduras y enfrenta el mismo fenómeno migratorio que la mayoría de las urbes industriales de Latinoamérica. Esto por supuesto también atrae la delincuencia, el funcionamiento de células de crimen organizado y toda la violencia que esto conlleva.
El ejercer periodístico en una región como esta es un verdadero reto y debemos adaptarnos a las circunstancias.
Hay que ser más cauteloso al momento de la cobertura, algunos medios han adoptado protocolos de seguridad y los periodistas entendemos que es la realidad que nos rodea y nos adaptamos a ello. Por supuesto que como ciudadanos también enfrentamos el flagelo y muchos colegas han sido víctimas de este fenómeno.
PD – ¿Cuáles son los principales riesgos de hacer periodismo en el Valle de Sula?
LG – En cuanto a la inseguridad y violencia, el mayor riesgo es convertirse en una cifra más si como reportero no aplicas las medidas de seguridad y sus protocolos de cobertura para tu equipo. Debes conocer las fuentes y entender hasta dónde el riesgo es válido para conseguir una noticia. No puedo dejar de mencionar la polarización y la intolerancia de varios sectores en la sociedad que insultan y ponen en entredicho al periodista por no compartir ideologías o dar opiniones que no son del agrado de la gente que los escucha poniendo en peligro sus vidas.
PD – ¿Es una gremialista, ¿cuáles son los mayores desafíos que enfrentan las luchas de los periodistas en SPS?
LG – Definitivamente es la protección de periodistas y sus familias, que las autoridades responsables de la seguridad entiendan el papel del periodista en la sociedad y lo cuiden como tal. Que el mecanismo de protección funcione y que los medios de comunicación paguen un salario digno a sus periodistas.
Además, que se entienda que por el hecho de no estar cerca de las esferas del poder político no significa que no existan necesidades en el gremio, especialmente en el área de derechos humanos, previsión y seguridad. En este momento lograr la vacunación antiCovid 19 de todos los empleados de medios es prioridad.
PD – ¿Cómo lidiar con la libertad de expresión y todas las dificultades que enfrenta en el Valle de Sula?
LG – Como periodistas profesionales debemos trabajar más en el gremialismo y de esa manera buscar el apoyo de políticas permanentes que resguarden la libertad de expresión en el presente y a futuro.
Debemos apuntar a lograr nuestra independencia gremial sin temer giros inesperados de la clase política para asegurar el libre ejercicio del periodismo.
Esto no solo en el Valle de Sula, sino a nivel nacional. Igualmente enfrentamos una lucha o una guerra que no es solo lidiar con los ataques contra la libertad de expresión que no son sólo de sectores oficialistas sino de varios.
En Honduras un medio de comunicación es bueno cuando se habla maravillas de alguien o algo, pero cuando afecta a alguien o algo por pequeño que sea ya es malo. Otra lucha son las noticias falsas y la competencia entre el verdadero periodismo y los cazadores de click en las audiencias digitales. PD