La caída de la imagen de la señora presidenta Xiomara Castro es desde hace meses atrás, así lo evidenciaban las encuestas realizadas cuyos datos no circulan, pero siempre se comentan en círculos de análisis de situación de país. Dos acciones casi simultáneas tomaron en el gobierno en el mes de diciembre en un intento de frenar la caída: el PCM 20-2022 del 06 de diciembre en el que aprobaron el estado de excepción, y el viaje de urgencia a Nueva York el 11 de diciembre -sin tener todavía un documento consensuado- que realizó la presidenta Castro para sacar la firma de la ONU para demostrar interés y “avanzar” en la instalación de la CICIH. Con las mediciones internacionales los gobiernos pierden el control, y es lo que ha pasado la semana anterior, lo que ya se conocía en círculos restringidos ahora pasó al dominio público.
El desgaste hasta ahora puede agruparse en las siguientes líneas de acción y gestión del gobierno:
1. El nepotismo de la familia presidencial, y de altos funcionarios y de los diputados al Congreso Nacional, que ha dejado claro los círculos de poder dentro de Libre. El nepotismo no es nuevo, ni exclusivo de este gobierno, pero muchos hondureños identifican excesos con parentescos de consanguinidad y afinidad en los tres poderes del Estado, una inmensa red de poder, una identidad Familia- Estado que preocupa a muchos.
2. La percepción y expresiones públicas que la presidencia de la República la ostenta el señor Manuel Zelaya y no la señora Xiomara Castro, quien fue la que recibió 1,716,793 votos, está arraigada desde el inicio del gobierno e incomodó inclusive a miembros de Libre que miraban a la presidenta como víctima del machismo y del patriarcado, y que entre risas sugerían “…enviarlo a un cargo al servicio exterior, a un país lejano…”; el curso de los meses ha desteñido esta percepción. No hay víctima. Hay acuerdos familiares.
3. La irrupción de los Colectivos de Libre como un grupo de presión, grupo de poder y grupo de choque. La indolencia e indiferencia ha quedado demostrada, cuando hospitales y siete centros de salud en Tegucigalpa han sido ocupados por los Colectivos durante semanas, negando a los más pobres el derecho a acceder a la salud pública. Igual han ocupado otras instituciones del Estado, exigiendo destituciones y nombramientos, y no se retiran hasta que logran su objetivo, como ocurrió en El Progreso, Yoro. Hemos escuchado a funcionarios suplicar a los Colectivos que no se tomen las instalaciones de salud, como lo hiso el Dr. Alexis Torres, director del hospital San Felipe. El desalojo de los Colectivos cuando ocupan una institución pública solo es posible con la instrucción de la presidenta Castro o del asesor presidencial. La tolerancia significa consentimiento, y ninguna autoridad se atreverá actuar, incluyendo a la Policía, porque ponen en riesgo su cargo.
4. Las reiteradas denuncias realizadas por autoridades hospitalarias, por el gremio médico y por los pacientes de que no hay medicamentos ni insumos en los hospitales y centros de salud. Se han visto y escuchado los lamentos de pacientes psiquiátricos y de patologías crónicas e inmunodeficientes. A 16 meses siguen con compras directas pese a que, un proceso de compras bajo la normativa de licitación pública es de entre ocho y diez meses; también las denuncias de hospitales regionales que no se ponen a funcionar como el hospital de Siguatepeque, abandonado desde abril del 2022.
5. La acción contemplativa del gobierno y demás instituciones del Estado ante las invasiones de tierras rurales y urbanas, como “Ciudad Mel” en Choluteca, donde en algunos casos se observan camionetas de lujo ocupando estos predios y hace muy difícil creer que sean personas sin techo y sin tierra. Actos tolerados que son un atentado a la propiedad privada, con efecto expansivo que pone bajo riesgo todo tipo de propiedad. No es el nombre de la ciudad lo que sorprende, es el silencio.
6. Una política exterior de la vergüenza. En los años setenta fuimos testigos del apoyo del gobierno de Honduras a la dictadura de Somoza, pero aquel era un régimen militar autoritario; hoy somos testigos del apoyo vergonzoso del gobierno de Libre a la dictadura Ortega Murillo ¿Cómo explicar que en Honduras gobierna la Izquierda? o, ¿Qué Izquierda es la que gobierna en Honduras? En las Naciones Unidas Honduras ha votado en contra, se ha abstenido, ha rectificado el voto, ha aclarado su posición en pie de página, de todas las resoluciones referidas a represión y violación de los derechos humanos en Nicaragua. Guardó silencio cuando 143 Estados, en octubre de 2022, aprobaron en la ONU la resolución sobre la Integridad Territorial de Ucrania. Se exhibió poniendo fin a las relaciones con Taiwán de la forma más descortés y anti diplomática, vendiéndose al que pagaba más. Y hace un mes retiró la candidatura del Dr. Joaquín Mejía para que ocupara una plaza en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), hecho que les evidencia en extrema intolerancia cuando las declaraciones del Dr. Mejía sobre el régimen de Ortega provocaron la retirada de su candidatura, y no la falta de apoyo de otros países de la región, que fue la excusa usada por el gobierno.
7. La percepción caótica de la gestión gubernamental de dejar hacer y dejar pasar hechos de fuerza que violentan derechos de terceros; tomas de carreteras, edificios… “4,000 tomas en edificios públicos como también de carreteras y otras vías, en lo que va de esta administración”, ha dicho el director de la policía. Finalmente, la presidenta ha emitido una circular para que se aplique el protocolo de desalojo en carreteras, pero no ha dado ninguna instrucción sobre la toma de edificios, que son los espacios que se toman los Colectivos de Libre; si es como se entiende, estaríamos frente a un trato preferencial y discriminatorio, que no procede, porque en un Estado de derecho todos somos iguales ante la Ley. Además, los colectivos en ocasiones han ejercido funciones de para-policías cuando se enfrentan y desalojan a manifestantes. Sorprende el silencio ante el riesgo para el Estado y la sociedad que un partido político fomente y disponga de un grupo de choque, probablemente armado, al servicio de sus intereses.
8. EL informe de la CIDH-OEA in loco, realizado entre el 24 y 28 de abril revela que en el año 2022 se registran 270 personas desaparecidas; más de 40 personas de la comunidad LGBTI asesinadas; 17 personas defensoras de Derechos Humanos asesinadas; entre enero y marzo del año 2023 han muerto violentamente 8 defensores de derechos humanos; OACNUDH registra 66 agresiones a defensores y periodistas; el Mecanismo de Protección de Defensores de DDHH registra irregularidades y asimetría en la distribución de los fondos dedicados a la protección, al grado que, en seis personas, se invierte el 85 % de los recursos, mientras que, en 179 se invierte el 15 % restante. Honduras se ha quedado sin defensores de derechos humanos. La desaparición en el último año y medio de estas organizaciones de sociedad civil -solo se ve al CODEH- marca una indefensión de la ciudadanía frente al Estado, y un vació que la sociedad debe resolver.
9. El mismo informe de la CID-OEA revela datos de UNICEF donde registran que casi el 50 % de las niñas, niños y adolescentes están excluidos del sistema educativo en el año 2022, la pandemia de la COVID 19 fue una de las ultimas causas, y empezó a ceder desde mediados del 2021. El viernes 5 de mayo la OMS declaró el fin de la emergencia provocada por la COVID 19, y el gobierno de Honduras no ha sido capaz de un retorno completo a clases; mucho menos de plantear un nuevo modelo educativo.
10. Y los femicidios dejaron de ser un tema de las organizaciones de mujeres, pero los datos están allí, entre enero y febrero del 2023 fueron asesinadas 74 mujeres; en los mismos meses en Colombia fueron asesinadas 92, la diferencia es que Colombia tiene 51.5 millones de habitantes y Honduras tiene 9.6 millones, incluyendo los cientos de miles que han emigrado. Según la policía, los homicidios han bajado en más de 6 puntos. Estamos pendientes de la información de los sectores independientes y centros de investigación que trabajan con rigor el dato. La policía, además de contar y capturar, tiene que investigar, es la única forma de combatir la impunidad.
La teoría de la conspiración lanzada por el asesor presidencial y retomada por la señora presidenta en su discurso en el contexto del Día del Trabajador y los “… tres tiritos en las cárceles de máxima seguridad para generar caos…” que ha dicho la viceministra Julissa Villanueva, han sido parte de los distractores, planificados o no, de los problemas reales, tienen efectos momentáneos, pero son rebasados por los problemas reales, los de la vida cotidiana, los que vive la gente. Hay que diferenciar los problemas histórico-estructurales de solución de mediano y largo plazo, los coyunturales resultados de las dinámicas externas, y, aquellos que son resultados directos de la gestión del gobierno de la presidente Castro y de su equipo, a los que nos hemos referido en este escrito. Después de 16 meses la ruta está clara.
Hay que leer y releer el Informe de CIDH-OEA, 17 páginas, 91 ítems. Un Informe que su contenido debe ser parte irrenunciable de la agenda del país, independientemente de quien gobierne Honduras.