Por Otto Martín Wolf
Soñar es gratis.
Verdad que no parece muy justo que los maestros que trabajan para el Estado matriculen a sus hijos en escuelas privadas?
Creo que debería existir una ley que lo prohibiera. Si eso fuera así, estoy seguro que el nivel de escuelas y colegios públicos mejoraría rápida y radicalmente.
Pero, como no existe semejante prohibición, muchos maestros -a quienes durante años no les ha importado la preparación final de sus alumnos- “salvan” a sus hijos matriculándolos en escuelas privadas.
Por cosas como esas he soñado una serie de “Leyes igualadoras”, las que nunca serán aprobadas pero que, al menos en sueños, producen enorme satisfacción.
Ley igualadora No. 1
Los hijos de maestros y profesores del sistema educativo del Estado, NO pueden ser matriculados en escuelas, colegios o universidades privadas.
Qué le parece?
Lo mismo debería ocurrir con los servicios médicos privados. Todos los empleados del Estado y sus familias, desde el más alto al más humilde, sólo deberían ser atendidos –por Ley- en hospitales públicos.
Es casi seguro que, antes de que uno pudiera decir la palabra “inmediato”, en todos los hospitales públicos abundarían las medicinas, todas las máquinas y laboratorios, aparatos de rayos x y hasta los ascensores funcionarían a la perfección y el personal sería el más atento, servicial y profesional del mundo.
El beneficio directo e inmediato sería para los otros pacientes, esos que de verdad no tienen recursos para pagar hospitales privados. Por eso, creo que la siguiente ley debería de aprobarse de inmediato:
Ley igualadora No.2
Todos los empleados del Estado, así como sus familiares deberán –por Ley- recibir sus tratamientos médicos, incluyendo servicios de maternidad y pediátricos únicamente en hospitales públicos. Los hospitales privados se abstendrán de atender a quienes laboren para el gobierno.
A los médicos, enfermeras y administradores de todos los hospitales privados que hagan caso omiso a esta Ley se les enviará durante un período de tres a seis meses a lavar manualmente las sábanas en los hospitales Catarino Rivas de San Pedro Sula o el Hospital Escuela Universitario de Tegucigalpa.
No vamos mal, verdad?
De las cárceles y prisiones
Ley igualadora No.3
Los directores, administradores y custodios de los centros penales que permitan fugas de reos, deberán cumplir en prisión –sin ningún privilegio- todos los años y meses que tuvieran pendientes los delincuentes cuyo escape permitieron.
De igual manera, aquellos custodios, administradores y directores en cuyos penales sean encontradas armas, pagarán en prisión el período de cárcel que corresponde a quienes posean armas ilegales; lo mismo para drogas y sustancias prohibidas.
Creo que las fugas y las irregularidades tan frecuentes en nuestras cárceles se terminarían por completo.
Ley igualadora No. 4
De los conductores: Todo aquél que sufra un accidente por exceso de velocidad, en estado de embriaguez o bajo los efectos de drogas, tendrán que pagar al Estado por los servicios médicos, medicinas, tiempo de rehabilitación y otros gastos que puedan ocasionar cuando se quiebren la madre por irresponsables. El período de convalecencia y recuperación no podrá ser tomado en cuenta por los médicos para conceder incapacidad en el trabajo ni como atenuante para evitar ser despedidos de sus empleos.
Qué les parecen? Qué otra ley de este tipo podría haber?
Siempre he sabido que soñar es gratis, que no cuesta nada por mucho que se sueñe, lo mejor de todo es que produce grandes satisfacciones.