México, DF – La extraña relación amorosa entre el líder soviético marxista León Trotsky y la pintora surrealista mexicana Frida Kahlo, es una de las incógnitas que prevalecen después de la muerte de ambos en los años cuarenta y cincuenta, respectivamente.
En mi reciente visita a la capital mexicana me he acercado a “La Casa Azul”, en Coyoacán, en el 247 de la calle Londres, donde vivía Frida Kahlo con su esposo, el famoso pintor muralista Diego Rivera y que ahora es un museo.
Aquí fue donde Frida Kahlo y Rivera acogieron a Trotsky y su esposa Natalia Sedona, cuando llegaron exiliados a México, huyendo de la persecución del líder soviético Josef Stalin.
Rivera era miembro prominente del Partido Comunista de México e influyó en las ideas izquierdistas de su esposa, aunque esta estaba más interesada en su quebrantada salud y su pintura que en la política.
Diego Rivera y su esposa Frida Kahlo, en uno de los momentos alegres de la pareja de artistas.
Frida Kahlo, sin Rivera, fue al puerto de Tampico para darle la bienvenida a Trotsky y su esposa. Los acompañó luego a “La Casa Azul”, donde los exiliados iban a vivir dos años.
Esa convivencia se rompió cuando Rivera y Sedona descubrieron que Trotsky y Frida Kahlo mantenían una relación amorosa clandestina, en la casa de la hermana menor de la pintora, Cristina.
La pareja de exiliados tuvieron que irse a otra casa, también en Coyoacán, donde él iba a morir asesinado con un piolet en la cabeza por un agente de Stalin, el español Ramón Mercader.
Frida Kahlo sufrió 35 operaciones en las piernas y la espalda, tras sufrir un accidente en el auto en que se transportaba.
Hay varias especulaciones sobre las razones que llevaron a Frida Kahlo a iniciar una relación amorosa con Trotsky, mucho mayor que ella, y en las narices de los esposos de ambos.
Rivera era un mujeriego empedernido y la pintora lo aguantaba, ya que ella también le era infiel, no solo con otros hombres, si no con mujeres, como con la cantante Josephine Baker en un viaje a Paris en 1939.
Ese viaje a Paris fue con motivo de su primera exposición en Francia, debido a una invitación del intelectual André Bretón, quien intentó convencerla, inútilmente, que su pintura era “surrealista”. Ella insistía que era “mexicanista”.
El autoretrato de Frida Kahlo, una de sus creaciones más conocidas de la artista mexicana.
Pero lo qué si le dolió y nunca le perdonó a Rivera, era que se hubiera acostado con su hermana Cristina.
Y es posible que, como venganza, le fue infiel con Trotsky y nada menos que con un líder revolucionario comunista marxista que su esposo admiraba.
La relación entre ambos aparentemente fue, además de carnal, también sentimental. Trotsky le dejaba notas de amor a Frida Kahlo dentro de los libros que le regalaba y conversaban en inglés. Idioma que no entendían ni Rivera ni Sedona.
Natalia Sedona, Frida Kahlo y León Trotsky, junto a otra persona, en Tampico, México.
Todo esto está bien reflejado en la película de Hollywood “Frida”, donde la actriz mexicana Salma Hayek interpretó a Frida Kahlo, en competencia con Jennifer López, que también aspiraba hacerlo.
El actor británico Alfred Molina hizo de Rivera y para eso tuvo que aumentar de peso, 35 libras más, para poder asemejarse al fornido pintor muralista. El actor australiano Geoffrey Rush hizo de León Trotsky.
Frida Kahlo tuvo una vida atormentada, que reflejó muy bien en sus pinturas, donde casi todos sus cuadros son auto retratos. Su padre era alemán, de origen húngaro-judío, y su madre mexicana.
El francés Andre Breton, el muralista mexicano Diego Rivera y el líder soviético en el exilio León Trotsky.
Tuvo poliomielitis en su infancia y cuando tenía 18 años, tuvo un grave accidente cuando el autobús el que viajaba fue arrollado por un tranvía. Su columna vertebral fue fracturada en tres partes y su pierna derecha en once partes.
Una varilla del tranvía la atravesó desde la cadera izquierda hasta salir por la vagina. Años después, siempre contaba como chiste que esa fue la forma como perdió su virginidad.
La obra y personalidad Frida Kahlo, siempre vestida con trajes regionales mexicanos con sus bigotes en la cara y cejas pobladas, se hizo popular a partir de los años setenta y más aún en los ochenta cuando artistas como Madona usaron sus imágenes en las portadas de sus discos.
Un retrato de Frida Kahlo que pintó para dedicarselo a Leon Trotsky y con una dedicatoria, la cual la tiene en sus manos.
Y quién lo diría, Frida Kahlo es ahora más famosa que Diego Rivera, con él que se casó dos veces, tras un breve divorcio. Y es, además, un icono del feminismo y un personaje emblemático de la lucha de la mujer contra las adversidades.
Murió el 13 de julio de 1954 y sus restos fueron velados en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México. Fue incinerada y sus cenizas se conservan en “La Casa Azul” de Coyoacán, donde nació en 1907.
A los que piensen visitar la Ciudad de México, les recomiendo que antes de ir a las Pirámides de Teotihuacán, tomen un taxi a Coyoacán para recorrer “La Casa Azul” de Frida Kahlo y después, a la casa-museo de León Trotsky, en la Avenida Rio Churubusco 410, donde vivió y fue asesinado el ex líder soviético en 1940.