spot_img

Largas filas y escasez de medicamentos, día a día de los pacientes en el Hospital Mario Mendoza

Tegucigalpa – Desde tempranas horas de la mañana, decenas de pacientes hacen fila en los portones del Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza, en busca de atención en áreas como psicología, psiquiatría y neurología. La espera es larga, los recursos escasos y la paciencia, obligatoria, según relato de los pacientes.

Entre los rostros de preocupación está el de María Gómez, madre de un menor con diagnóstico neurológico, quien lamenta tener que invertir entre 1,600 y 1,700 lempiras mensuales de su propio bolsillo para cubrir el tratamiento de su hijo, debido a la falta de medicamentos en el hospital. “Me atienden cada 10 días. Y si pido informes para presentarlos en el colegio, me meten en un juego burocrático interminable”, tardan días en brindarlo que falta una firma u otra denunció.

El drama se repite en distintas formas. Aunque algunas personas aseguran que logran recibir atención, el proceso es agotador. Martha Lidia Morales, quien viaja desde El Paraíso cada tres meses para llevar a su hijo a consulta, cuenta que ha tenido la fortuna de encontrar los medicamentos casi siempre. “Al menos lo atienden a uno, como en cualquier hospital público. Pero hay que venir con paciencia, porque esto es de todo el día”, dijo mientras esperaba su turno con las bajas temperaturas de la madrugada.

Los pasillos del Mario Mendoza lucen llenos, y el personal hace esfuerzos para brindar atención a una creciente demanda, en un país donde los trastornos mentales y neurológicos van en aumento, pero el sistema de salud mental no parece ir al mismo ritmo.

Mientras tanto, familias enteras se ven obligadas a soportar horas de espera, trámites innecesarios y gastos imprevistos, en busca de un derecho fundamental como es la salud mental y neurológica de sus seres queridos.LB

spot_img
spot_img

Noticias recientes

spot_img
spot_imgspot_img