México – La ventosaterapia utiliza el propio cuerpo del paciente para sanar sus dolencias y se confirma como una alternativa a la medicina tradicional que gana adeptos, aseguró hoy el cirujano y homeópata Fernando Sánchez Martínez.
En una ponencia en la Feria Internacional del Libro del Instituto Politécnico Nacional (FIL-IPN), detalló cómo «la succión de piel en puntos específicos» a partir de ventosas oxigena la sangre y activa la química del organismo para curar o regenerar tejidos.
«Esta succión produce un aumento del flujo sanguíneo en la zona y rompe las adherencias que puedan existir», afirmó.
Para realizar la succión, se utilizan ventosas de vasos hechos de distintos materiales como «bambú, cerámica y cristal», que se aplican sobre puntos de acupuntura que corresponden a los órganos que se deben tratar.
Esto la convierte un buen complemento del quiromasaje al «ayudar a desfibrotizar el área lastimada». Succionando la piel de esta zona, se logra restablecer la circulación de la sangre y, por consiguiente, la energía, agregó.
La aplicación puede durar entre 5 y 20 minutos, en función de la gravedad de la enfermedad, la edad y la reacción del organismo.
Esto ayuda a subir defensas, liberar endorfinas y estimular puntos de acupuntura para aliviar dolores.
Contracturas, lordosis, lumbalgias, desviación de columna, ciática y parálisis facial, así como asma o alergias, son algunos de los padecimientos más tratados mediante esta terapia milenaria.
«También pueden incidir sobre zonas situadas a lo largo de los meridianos energéticos en la espalda», apuntó el especialista.
La ventosaterapia es, junto con la herbolaria, la acupuntura y los masajes, una de las terapias más usadas en la medicina tradicional de Oriente.