Por: Thelma Mejía
Tegucigalpa.- Como lo predijo hace un par de años la entonces embajadora de Washington en Honduras, Lisa Kubiske, las sorpresas en la lucha contra el narcotráfico siguen sacudiendo al país y develando historias ocultas de riqueza y ostentación inimaginables.
Los barones de la droga están por doquier y apenas sabemos algunos de sus nombres.
Pero la ruta Kubiske, trazada en el pasado reciente, sigue su rumbo inalterable. Caerán transportistas de droga, dijo, para anunciar que seguirían en esa línea con los integrantes de los carteles, los lavadores de dinero y activos, así como los políticos y financistas de campañas políticas.
Hemos visto así como la captura de Carlos “El Negro” Lobo, el primer gran transportista de droga extraditado, nos preparaba para presenciar una radiografía del narco desde el norte, el atlántico, el Caribe y el nororiente. Ahora esa ruta parece extenderse a otras zonas del país. Los barones de la droga también diseñan sus propias rutas alternas.
¿Cómo lograron expandirse de esa manera a vista y paciencia de todo el mundo? Todo indica que, tenían sólidos contactos en las estructuras del poder político, económico e institucional del país. Si no fuera así, no estaríamos sorprendidos ante el anuncio de una corte federal de Estados Unidos para designar a un grupo de seis oficiales de policía de ser supuestos colaboradores de una red del narcotráfico y tráfico de armas en complicidad con el hijo de un ex presidente que se declaró confeso de los cargos en su contra ante un tribunal estadounidense.
De esos seis policías, dos de ellos figuran en el reportaje periodístico del The New York Times al revelar los nombres de supuestos oficiales de la policía hondureña sindicados en el asesinato del zar antidroga, Arístides González y el experto en temas de narcotráfico y seguridad, Alfredo Landaverde.
La petición de una corte federal de Estados Unidos sacude cuando el país una comisión depuradora ejecuta acciones de reestructuración, cancelación y suspensión en la policía nacional al trascender los informes periodísticos y conocer de boca de algunos policías como algunos de sus integrantes se repartían los territorios con los carteles de la droga.
En la fiesta del 4 de julio, el ahora embajador James Nealon, destacó los logros que han obtenido con el gobierno de Honduras en el último año en la lucha contra la corrupción, la impunidad y el crimen organizado, entre ellos el narcotráfico.
Nealon enumeró uno a uno esos logros e hizo hincapié que el tema de las extradiciones seguirán siendo objetivo de los Estados Unidos, al señalar que su país está interesado en colaborar en la captura de los grandes narcotraficantes.
El diplomático confirmó así que la ruta Kubiske no ha sufrido variaciones, a veces aumentará velocidad, otras será más pausada, pero el camino en esa materia ha sido ya trazado para esta nación centroamericana. Y el libreto aplica no solo a Honduras, también a Guatemala y El Salvador, el triángulo de Centroamérica que ha entrado a la mira de las políticas estadounidenses para los próximos años, al margen de quien gane las próximas elecciones en ese país del norte.
Si la ruta Kubiske sigue la lógica, podría ser que veamos nuevas designaciones no solo de élites económico-empresariales, sino que también políticas. Así lo advirtió la entonces embajadora en un encuentro en el que muchos sonrieron y aplaudieron, sin imaginarse que podrían ser algunos de los objetivos identificados.
Los próximos comicios primarios e internos a realizarse el próximo año deberán estar blindados con una ley contra el financiamiento ilícito de campañas políticas. Las propuestas ya están en el parlamento y se espera que la misma se apruebe antes del mes de septiembre cuando el tribunal electoral emita el banderillazo para iniciar la campaña.
La Misión de Apoyo en la lucha contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH) ya inició sus acciones de recomendación sobre el blindaje que debería tener la nueva ley, como lo establece el convenio suscrito con el gobierno de Honduras. La clase política parece no estar muy de acuerdo con las observaciones, pero si no entienden la ruta Kubiske, el tiempo se encargará de hacérselas comprensible. Más de Thelma Mejía. Aquí…
