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La prueba del algodón

Pedro Gómez Nieto

Iniciando la carrera profesional, realizaba trabajos de investigación integrado en un equipo de especialistas. Destinábamos los viernes a la formación física y mantenimiento del material asignado, por ejemplo, los vehículos. Tras una semana de actividad los carros necesitaban un lavado de cara, por fuera y por dentro. Esa semana llegó a la unidad un nuevo jefe, precedido de una aureola de capacidades, disciplina y eficacia. Al finalizar la jornada, con el material revisado y los vehículos limpios, el responsable del equipo fue a darle novedades, esperando que diera la actividad por finalizada como hacía su antecesor. No fue así. Decidió inspeccionar el trabajo. Acercándose a uno de los vehículos, que lucía resplandeciente, extrajo del bolsillo un guante blanco y se lo colocó en la mano derecha, abrió la puerta del conductor y se inclinó para deslizar el guante por los bajos de la puerta… y sacarlo lleno de suciedad. Le susurré al compañero: ¿qué está pasando? Respondió: ¡No superamos la prueba del algodón!   

Recordé la anécdota cuando el miércoles 13, el presidente del PSH, cual flamante autobús que el 28 de noviembre se estrena, renunció a su candidatura presidencial para convertirse en designado de Libre. Toda la legislatura promocionando su autobús, presumiendo que solo admitiría a personas honestas, sin antecedentes, ni cuestionamientos; nunca delincuentes, corruptos, ni narcos. Un partido que frontalmente atacaría: corrupción, narcoactividad, e impunidad. Toda la legislatura intentando distanciarse de Libre, opacando sus responsabilidades como candidato presidencial: “Creo que esa alianza que me obligaron a hacer fue planeada por Juan Orlando y Mel Zelaya, porque les convenía. Porque se sabe internacionalmente que el Partido Libre no puede ganar en Honduras”. Ahora anuncia su nuevo matrimonio con Libre dinamitando todo el tinglado mediático de honestidad. No pasó la prueba del algodón.

Profetas trileros aseguran que es la misma alianza del 2017, pero con mayor fuerza y experiencia; una alianza ganadora. Es todo lo contrario. Sorprende que Libre repita el mismo error del 2017, pero ahora con conocimiento. ¿Por qué? Escuchemos a la designada del PSH conversando con un amigo: “Hay cuestiones en política que es bien difícil consultar con toda la gente y que haya un consenso. Nosotros solos no íbamos a ganar, Salvador iba bajando demasiado en las encuestas. Ni Xiomara iba a ganar, ni nosotros íbamos a ganar solos, por eso se tomó la decisión”. Decir en los medios que la decisión fue consecuencia del amor que sienten por Honduras, expone la catadura moral y manipulación.    

En 2017 el candidato de Libre no tenía partido político, ahora sí. No tenía otras responsabilidades que no fuera preocuparse de su imagen, ahora tiene una estructura política conservadora a la que se debe, el PSH. Mucha gente se subieron a su autobús porque confiaron en su palabra; gente que piensa y siente; que no merecen haber sido manipulados y engañados. Después de aquel divorcio con Libre, por años se dijeron de todo, sacándose la basura. Ahora anuncian que se casan nuevamente y que el día de la victoria se acerca (para ellos). Insultan la inteligencia. En la homilía del martes 19, el sacerdote dijo: “Lo que ocurre es que la realidad termina imponiéndose, por más que uno quiera seguir diciendo lo contrario de los que es. Lo que es, es. Y no depende de tu opinión la bondad o maldad de los hechos, sino de lo que son.Si son buenos te liberan, si son malos te esclavizan”. ¿Estamos procesando la información correctamente?

El miércoles 13, mientras los pasajeros del autobús PSH descansaban confiados, el presidente y su designada lo parquearon y se subieron al autobús de Libre, que les esperaba. Parcelas de poder pactado y firmado, como botín, y la promesa utópica de cuidar de sus viajeros, víctimas de la estafa del “tocomocho”. Se despertaron engañados y coaccionados; obligados a aceptar políticas sociales y económicas de la izquierda chavista, o quedar expuestos si protestaban. El 28 de noviembre sabremos como queda el autobús tras el accidente. La candidata presidencial de Libre, nuevamente está siendo utilizada, como le ocurrió en el 2017, no podrá conocer cuál es verdadero respaldo electoral que tiene en las urnas, porque alguien después se encarama al pedestal y dice que los votos le pertenecen.    

“Señora, estáis siendo manipulada por todos estos pelotas babosos de los que os rodeáis”.  -Alicia en el Pais de las Maravillas-

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