Talanga – El grupo Emproísta de la Parroquia San Diego de Talanga, desarrolló su décimo cuarto Encuentro de Promoción Juvenil (EPJ) mixto con las participación de 52 jóvenes, quienes a partir de la fecha se convierten en “Hombres y mujeres nuevos, sean bienvenidos a la familia”, manifestó el coordinador del retiro espiritual, Óscar Omar Núñez, al regreso de la actividad religiosa que se llevó a cabo en la casa de retiro «Los Olivos», en la Venta Francisco Morazán.
Previo a su participación en el Encuentro de Promoción Juvenil, los jóvenes asistieron a reuniones de preparación, donde aprovecharon para conocerse y recabar información sobre la dinámica y temática del retiro. La invitación se hizo para jóvenes mayores de 17 años y con deseos de fortalecer sus conocimientos respeto a la iglesia católica.
El padre Marlon Yanuario Díaz.En reiteradas ocasiones el párroco de Talanga el padre Marlon Yanuario Díaz, y la coordinadora del movimiento Encuentros de Promoción Juvenil Wendy Zúniga, hicieron la invitación a los jóvenes, que sienten deseo de tener una nueva experiencia en su vida. Dicho llamado fue atendido por 52 jóvenes del municipio como también de varias aldeas.
Además se internaron con los jóvenes un equipo coordinador conformado por más de 26 Emproístas, entre varones y mujeres, ellos estuvieron a cargo de todas las actividades recreativas y espirituales que se viven en un Encuentro. También acompañaron el padre Marlon Díaz, la religiosa Benigna Ramos, quien actualmente presta su servicio pastoral en la ciudad de México y los delegados de la palabra: Melvin García y Felipe Amador.
Sin embargo, unos 40 Emproístas de varias generaciones se encargaron de coordinar las actividades externas, entre ellas jornadas de oración entre otras. El Encuentro se desarrolló bajo el lema “Al Tiempo de Dios” en las fechas del 3 al 6 de octubre del 2019.
El grupo Emproísta, es un movimiento católico de evangelización bajo la dinámica donde el “joven evangeliza al joven” y mediante un método propio que posibilita la vivencia y convivencia de lo que es común cristiano, para impulsar grupos juveniles, que vayan fermentando el evangelio, los ambientes cristianos y que ayude a potenciar la vocación integral y la personalidad del joven.
Luego de una tarde de entrada iniciada el día jueves y tres días más (hasta el domingo) se desarrollaron jornadas de meditación, oración, reflexión y animación. “Gracias por aceptar vivir lo que será la mejor experiencia de sus vidas”, describió el líder del grupo juvenil Óscar Omar Núñez.
Los jóvenes durante varios meses, hacen actividades económicas; ventas de comidas, rifas, subastas entre otras, para financiar los costos del Encuentro, además solicitan ayudas a personas de buen corazón que conocen y aplauden la labor pastoral del grupo juvenil fundado en 1991, cuando el párroco de Talanga era el sacerdote Tony Erazo, ahora asignado la parroquia San Pablo de la Cruz, en la colonia El Hato de la capital Tegucigalpa.
“No puedo mencionar nombres, pero muchas gracias a los Emproístas en el exterior, por su aporte para que esta obra siga siendo una realidad entre los jóvenes, gracias a las personas a quienes les tocamos la puerta y nos abrieron con sus aportes, gracias por sus oraciones”, dijo el coordinador de Encuentro.
En una de sus intervenciones el Padre Marlon, instó a los jóvenes a integrarse al servicio de la Iglesia, porque considera que cada día es más necesaria la presencia juvenil en las actividades eclesiásticas. Asimismo les pidió trabajar por más EPJ; ya que “afuera hay muchos más jóvenes que necesitan conocer el amor de Dios, no se queden ustedes con lo que han oído y vivido, esperemos, que esta experiencia, no sea solo una emoción sino que haya perseverancia en el camino de Dios”.
Los jóvenes llegaron muy animados y alegres el día domingo a la recepción preparada en el tempo parroquial; Jóvenes nuevos, para una generación nueva, era una de las frases más aclamadas por los nuevos Emproístas, también gritaban a todo pulmón: Por Cristo más, más y más; y brillara mi vida brillará. La iglesia estaba abarrotada por familiares, feligreses y Emproístas de varias generaciones.
Núñez tomó la palabra en el templo para agradecer a los padres de familia “gracias por confiar en la familia Emproísta, les entregamos a sus hijo tal y como nos los prestaron, los hemos tratado bien, ámenlos mucho. Quiero también pedirle a mi familia que se ponga de pie, perdónenme porque a veces no estoy con ustedes, pero me toca estar trabajando por este grupo”, dijo para luego darles un abrazo y un beso a su padre y madre.
Alondra Colindres.Cuatro de los jóvenes compartieron su experiencia, coincidieron en que ha sido una de las mejores de su vida, al tiempo que agradecieron a las personas que siempre les tomaron en cuenta para que ellos pudieran participar en el encuentro juvenil. “Gracias por enseñarnos el camino de la iglesia, para mí es inexplicable todo lo que he vivido, yo me había perdido la oportunidad de ir, y la verdad no sabía de lo que me estaba perdiendo, es una maravillosa experiencia, cuenten conmigo para lo que sea”, expresó entre lágrimas la joven Alondra Colindres.
Por su parte Jansel Gallo, otro de los jóvenes participantes dijo: “no tengo palabras para agradecer a Dios, por permitirme vivir un Encuentro con él, yo me había perdido dos encuentros ya. Y me arrepiento de no haber atendido antes el llamado, gracias a quienes siempre me han tomado en cuenta, espero que más jóvenes puedan vivir esta experiencia y espero trabajar por ellos, deseo servir a la iglesia”.
De igual manera la Joven Ada Sánchez “yo no quería participar, hace ya un buen tiempo que me invitan, gracias a mi cuñado Melvin por insistir, la verdad necesitaba un encuentro con Dios. Gracias a mi familia, a mi madre y mi padre, tengo a los mejores padres del mundo, perdón por mis equivocaciones y de ahora en delante seré una mejor persona, quiero servir a la iglesia, gracias por su incondicional apoyo, los amo”.
Anuar Hernández.Y finalmente el joven Anuar Hernández: “perdón a mi familia por las veces que les fallé sin darme cuenta, ustedes son el regalo más grande que Dios me ha dado, espero que podamos seguir creciendo de la mano de Dios, no tengo más que decir pero este encuentro me ha hecho reflexionar y entender algunas cosas que no entendía, gracias a todos por hacernos parte de esta gran familia”.
EPJ es una obra fundada en 1,968 en Colombia por el sacerdote español, José María Pujadas tiene presencia en países como Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú, Chile, Venezuela, República Dominicana y Honduras, en América. Además en España e Italia en Europa.
En Honduras la obra existe en las ciudades de: Ocotepeque, Santa Rosa de Copán, Santa Bárbara, San Pedro Sula, Tegucigalpa, Juticalpa, Campamento, Dalí, El Paraíso y Talanga. Todos funcionan como grupo juveniles que buscan evangelizar a más jóvenes con deseos de adquirir un nuevo estilo de vida de la mano con Dios.
