La MACCIH conforma equipo para las batallas anticorrupción

Tegucigalpa.-  La Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) informó que llegó  al país un fiscal especial en lucha anticorrupción, que junto a un equipo de técnicos forenses y criminalistas, comenzará a empujar los casos por ellos identificados, como parte de las batallas que piensa enfrentar.

El portavoz de la MACCIH, el peruano Juan Jiménez Mayor, dijo que el fiscal especial llegó a Honduras en la primera quincena de noviembre y que dentro de los trabajos identificados está el del Seguro Social, por el cual se gestó su venida al país, así como otros que prefirió no adelantar.

Jiménez Mayor destacó que ya está conformado un equipo de expertos criminalistas y forenses con experiencia en delitos de cuello blanco y lavado de dinero y activos que contribuirá  a fortalecer el trabajo del Ministerio Público con quien han estado ya coordinando aspectos puntuales.

La MACCIH va conformando así su equipo especializado que contará con expertos internacionales y nacionales. El cuerpo de abogados ya quedó conformado y ahora está terminando de estructurar el equipo responsable del Observatorio de Justicia. Pero el equipo legal ya prácticamente está estructurado.

Dentro de ellos se encuentran expertos que trabajaron con la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad en Guatemala (CICIG) y sus conocimientos se considera que contribuirán a identificar cómo operan las redes de corrupción en el país y sus conexiones regionales e internacionales.

 

Las batallas que esperan a la MACCIH no serán fáciles, pues si bien tiene seis meses en el país y ha empujado algunas propuestas a nivel de justicia y regulación al financiamiento de campañas políticas, su camino no ha sido en este tiempo un lecho de rosas.

Las primeras incomodidades se han hecho sentir a nivel más visible en el parlamento, en donde los diputados, en especial su presidente, Mauricio Oliva y el secretario, Mario Pérez, no han ocultado su incomodidad por observaciones hechas, primero, a la Ley de Financiamiento  recién aprobada, segundo a  las reformas penales en discusión y tercero, a la elección del Tribunal Superior de Cuentas, último en el cual la MACCIH ha tenido un discurso más punzante de lo usual.

 

Un incómodo comunicado

La MACCIH—asegura– es respetuosa de la competencia constitucional del Congreso Nacional para elegir a los magistrados del TSC, órgano contralor encargado de la protección de los recursos públicos del país. No obstante, se debe puntualizar que esta elección “no tomó  en cuenta las recomendaciones formuladas por esta Misión el pasado 10 de octubre, mediante un reporte especial, relativas a la garantía de autonomía e independencia del TSC”, señala un comunicado emitido por la Misión.

“La MACCIH-OEA presentó dichas recomendaciones a los diputados y diputadas que integraron la comisión a cargo del proceso de selección el pasado 24 de octubre, y solicitó al Presidente de la República que vele por la conducción de esta importante decisión para el país, al corresponder al cumplimiento de compromisos internacionales que custodia el primer mandatario de la nación”, agrega.

“Las recomendaciones de la MACCIH-OEA tenían por fundamento principal los compromisos internacionales que Honduras ha adquirido como Estado parte en la Convención Interamericana contra la Corrupción y su Mecanismo de Seguimiento, MESICIC, los cuales resaltan la necesidad de contar con órganos contralores independientes y eficaces”, expresó el vocero de la misión, Juan Jiménez Mayor.

“En este sentido, un proceso en el que no se conocieron los criterios de selección, ni las calificaciones asignadas a los postulantes en ninguna de las etapas efectuadas, sería contrario a los principios establecidos en dichos instrumentos internacionales. Ello además por el hecho que una organización de la sociedad civil que estaba efectuando aportes importantes para la transparencia y objetividad del proceso se retiró del mismo”, señaló la MACCIH cuestionando la elección.

 

Pero el presidente hondureño Juan Orlando Hernández recordó los límites de la MACCIH en su labor de acompañamiento al indicar que no permitirá que ningún extranjero se meta en los asuntos internos del país.

Las pequeñas costuras            

Meses atrás, cuando la MACCIH cuestionó la absolución de una condena  por procedimiento abreviado en el caso de la corrupción del Seguro Social, el pleno del poder judicial salió al paso a defender la sentencia y demandar respeto a la independencia de poderes.

 

La MACCIH logró revertir el proceso de selección de los jueces anti extorsión  y contra la corrupción, los cuales querían ser nombrados antes de que la Misión se instalara en el país, pero ésta logró frenar ese proceso y comenzar una selección más profesional imponiendo un riguroso protocolo que está a punto de concluir con la selección final y los nombramientos.

No son muchas las acciones públicas de impacto que ha hecho hasta ahora la MACCIH, pero en la costura relacionada con tratar de fortalecer la institucionalidad mas allá de la cosmetología acostumbrada, todo indica que las primeras puntadas empiezan a incomodar.

La MACCIH en las batallas que aún le falta enfrentar está obligada a conocer mejor la realidad hondureña y la naturaleza de sus elites en todos los niveles para que su blindaje no quede solo a nivel de la burocracia de la cooperación internacional, sino que aterrice también en el otro campo que le será vital: el respaldo popular. De su informe de seis meses, que aún no ha sido público, se podrá advertir por dónde vendrá la fiesta.

 

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