Por: Pedro Gómez Nieto
Asesor y Profesor CISI
En 2016 se estrenó “Arrival”, La llegada, película de ciencia ficción que aborda problemas como la comunicación, la información, la toma de decisiones. Estamos sometidos a permanentes paradojas existenciales como estar destruyendo el medio ambiente para mejorar nuestra calidad de vida. Ignoramos la amenaza hasta que nos golpea. ¿Por qué están aquí? ¿Son un riesgo para la humanidad? Era la información que la doctora Louise, lingüista, necesitaba obtener del heptápodo alienígena que tenía delante. El problema era que no sabía cómo comunicarse.
La comunicación permite acceder al conocimiento que alumbra la verdad. Dice Jesús en Juan 8,31: “Si permanecéis en mi palabra conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”, postulado que hemos reducido a “la verdad nos hace libres” lo cual es falso. Es una oración condicional, para que se cumpla el segundo postulado debe darse antes el primero, no podemos sacar a Dios de la ecuación.
El eje central sobre el que gira la película es la comunicación, el lenguaje. Si la palabra queda esclavizada por la linealidad del binomio materia-tiempo, el poder del idioma heptápodo radica en que es circular en lugar de lineal, permitiendo conocer fragmentos del futuro de cada uno relacionados con su presente. El argumento pareciera inspirado en una teoría llamada “Determinismo lingüístico”, del profesor en lenguas Benjamín Whorf. Cada idioma determina la manera de funcionar el pensamiento, de percibir la realidad, incluso de procesar la información.
“Arrival” tiene escenas similares a imágenes que vimos por televisión de “la llegada” del empresario Yani Rosenthal a Honduras. Líder del Partido Liberal y del movimiento Rosenthalista, que fuera ministro del expresidente Manuel Zelaya antes de que cambiase de ideología para abrazar el Socialismo del Siglo XXI, fracturando y debilitando al partido hasta el día de hoy. Según el economista Thomas Sowell el argumento más fuerte a favor del socialismo es que suena bien, su problema es que no funciona. La historia está para confirmarlo.
Observamos expectación en los numerosos simpatizantes que fueron a recibirle al aeropuerto, esperanza en las declaraciones de líderes liberales, y preocupación en las autoridades del Central Ejecutivo. Declara una de ellas: “Que Yani sea candidato puede dar armas al Partido Nacional, no es momento de debilitar la oposición”. Cinismo de altos kilates. ¿Dónde esa fortaleza de la oposición que no hay que debilitar? Políticos fracasados que colocaron al Partido Liberal en la UCI pero no asumen responsabilidades por su hazaña. Otean la llanura que les aguarda.
Mientras en “Arrival” Louise y su equipo respetan las medidas de bioseguridad para comunicarse con el alienígena, en el aeropuerto los periodistas se abalanzaron sobre Yani quien preocupado dijo: “No me quiero enfermar. Estamos en una emergencia sanitaria”. Sin duda su liderazgo facilitará la cohesión del partido, pero equivocaría la estrategia tanto si se suma a la confrontación política, como si se victimiza cual santo varón torturado por la Inquisición. Los hechos están en el sumario, no en las redes fecales. Están en el procedimiento judicial incoado, declaraciones oficiales, pruebas incorporadas… y en su colaboración con las autoridades estadounidenses. El electorado acepta los errores del candidato lo que no tolera es que se le mienta y utilice. Buscan al líder genuino, cercano, honesto, capaz de motivarles, de reconocer sus desaciertos y aprender de ellos. Grave error las tonteras de una abogada liberal: “Yani es el único hondureño certificado por un tribunal de la justicia norteamericana de que no es lavador de activos ni narcotraficante. Solo fue condenado por comprar bienes de origen ilícito que en Honduras no está tipificado como delito”. No se puede construir un proyecto político sobre una imagen personal fraudulenta, el fracaso de los próceres es la prueba. Hipócritas narcisistas que incorporaron la técnica del exhibicionismo moral al estercolero personal.
La película plantea conflictos morales. Louise, aprende el lenguaje heptápodo que le permite conocer su futuro, aceptando concebir una hija que morirá siendo niña. Anticiparse al futuro permite mejorarlo. Yani aguantó las presiones no revelando su futuro político: “No sé qué está pasando en Honduras. Habrá tiempo para platicar con los amigos”. Mientras el Central Ejecutivo pretenderá disuadirle, escuchará canto de sirenas de ser el Moisés que estaba esperando el pueblo oprimido. Sus sueños para el futuro solo él y la «Dama del Norte» los conocen. ¿Se pueden limitar los sueños?
“Si eres empujado a censurar, penetra en tu alma y examina tus puntos débiles”. -Plutarco-