Tegucigalpa (Especial Proceso Digital / Jorge Sierra) – La profesión de reportero gráfico quizás no sea tan valorada en el ejercicio del periodismo, pese a la indispensable labor que hacen para darle vida a historias, reportajes, crónicas o simplemente la nota informativa diaria. En la capital hondureña existe una familia que a lo largo de varias décadas ha sabido sacarles el mejor provecho a las cámaras fotográficas. Ellos son los Salgado, una dinastía que durante varias generaciones ha marcado la historia de la fotografía en el país.
– Isidro comenzó la historia al apretar el botón de su cámara allá en la década de los 70.
– Efraín ha sido fotógrafo por largos años en casa de gobierno, pero también en grandes periódicos del país y con su lente ha tomado gráficas que han quedado para la historia.
– Juan ha retratado con su cámara momentos en mundiales de fútbol, Juegos Olímpicos, Copas de Oro y eliminatorias mundialistas e igual lo ha hecho en otras facetas de la realidad hondureña.
– Marvin se siento orgulloso de fotografiar a personajes políticos como Hugo Chávez y Barack Obama o de haber inmortalizado momentos de crisis política como durante el golpe de Estado y sus episodios más álgidos.
Isidro y Efraín, hermanos, así como Juan y Marvin, hijos de don Isidro, conforman la familia Salgado que desde hace más de 50 años muestran al mundo la historia de Honduras a través de sus lentes.
Este 25 de mayo que se celebra el Día del Periodista, Proceso Digital hace un homenaje a esta exitosa familia que ha contribuido a narrar episodios históricos desde su plataforma de reporteros gráficos. Al escribir sobre ellos, también vale reconocer la labor de tantos periodistas gráficos que han plasmado la historia del país con sus lentes.
El patriarca de la familia -Isidro Antonio Salgado- comenzó a disparar el flash de la cámara en los inicios de 1970 en el Parque Central de Tegucigalpa. Aprovechaba luego de salir de su trabajo para ir a parques a captar momentos familiares o simplemente retrataba las bondades de la naturaleza.
Era un apasionado por la fotografía artística de la calle, lo que posteriormente lo llevó a tener un paso en los diarios La Tribuna, El Heraldo y el Periódico. Igualmente trabajó como reportero gráfico en campañas políticas en procesos electorales presidenciales tras el retorno del país a la vida democrática.
Actualmente se dedica a la fotografía comercial. Suele salir de su casa con la cámara en el hombro y siempre carga muchos ánimos para seguir congelando los momentos de la vida.
Efraín, cuatro décadas de reportero gráfico
Efraín Salgado, nacido en la aldea El Coyolito, Villa de San Francisco en Francisco Morazán, el 5 de marzo de 1964. Tiene cuatro hijos, dos de ellos periodistas -Scarlet y Maziel- y se considera un hombre afortunado, que se divierte cuando tiene una cámara en sus manos.
En su plática con Proceso Digital, Santos Efraín Salgado narró que en 1980 ingresó a las filas del Ejército hondureño, donde al cabo de los meses se valió de su amiga fiel -la cámara- para comenzar su aventura en esta profesión que denomina “lo mejor que me ha pasado”.
“Hice gran negocio con la cámara, aprovechaba para tomarle fotos a los compañeros en todo momento y luego se las vendía. En ese tiempo me hacía 400 lempiras al mes y en ese tiempo un subteniente ganaba 600 lempiras, mientras un soldado devengaba 50 lempiras”, contó con una sonrisa alegre.
Recordó su paso como fotógrafo por el programa “Proyecciones Militares” de las Fuerzas Armadas. Tras ese episodio, su hermano Isidro y su amigo y colega de cámara, Rolando Mondragón lo llevaron en 1983 a El Heraldo, la que sería su casa por los 39 años.
Fue fotógrafo en los gobiernos de Carlos Roberto Reina, Manuel Zelaya y ahora con Xiomara Castro. “Con el doctor Reina se dio una situación curiosa, el jefe me mandó para que cubriera todo lo que hacía, pero el salario me lo pagaba el diario. No ocurrió lo mismo con Mel que en esa oportunidad pedí cuatro años sin goce de salario y luego me reintegré al cargo”, rememoró.
Don Efra -como le conocen sus amigos- también cubrió Casa de Gobierno en las gestiones de Roberto Suazo Córdova, Rafael Leonardo Callejas, Carlos Roberto Flores, Ricardo Maduro y parte de las últimas administraciones.
Compartió que a finales del siglo pasado las principales instituciones quedaban en el centro de la capital, lo que facilitaba las coberturas periodísticas. Ahí mismo quedaba el Congreso Nacional, Casa Presidencial, Corte Suprema de Justicia, el Ministerio de Economía, entre otras oficinas.
Explicó con su cámara panorámica en mano, que con ella tomaba fotos espectaculares de las concentraciones políticas de la época. “Antes era mucho más complejo tomar fotografías porque nos daban un solo rollo para todo el día, había que asegurarse en qué abertura se iba a tomar la foto, si se ocupaba el flash y luego a revelar las imágenes. Era todo un proceso”, detalló.
Confesó que las fotos que no supera tomar son las que captan desgracias como accidentes, fenómenos naturales u otro tipo de adversidades. “Me pasa que llego a la casa y no puedo ni dormir, pese a tantos años en esto”, adicionó.
Dijo admirar mucho a colegas como Orlando Sierra, Estalin Irías, Jonny Magallanes, sus sobrinos (Juan y Marvin), entre muchos otros.
Hizo un llamado al Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), para que reconozca a los reporteros gráficos como agremiados e incluso es momento que entregue todos los años un premio a los fotógrafos, como ocurre con el premio Álvaro Contreras para los comunicadores.
Ganó el premio que otorga el Congreso Nacional, también el de Casa Presidencial y otros que reconocían su labor como reportero gráfico.
Recuerda con agrado coberturas gráficas en que participó como los Tratados de Paz, el juicio de La Haya en los 90, Cumbres de Presidentes, fotos oficiales de presidentes hondureños y eventos deportivos.
Efraín Salgado compartió que el expresidente Carlos Flores no quiso posar para la foto oficial cuando asumió la presidencia y dijo que él se decantó por elegir una foto cuando dio el discurso del Decálogo Presidencial. “Ahí participamos seis fotógrafos para que Carlos Flores escogiera y fue una mía la que escogió, pero el ingeniero (Flores), hasta el día de hoy nunca supo lo que ocurrió”, describió.
Anécdotas con don Efra
En un partido de eliminatorias mundialistas (19 de julio de 1992) el árbitro pitó un penal a favor de Guatemala contra Honduras en el Estadio Mateo Flores. Se corría el minuto 85 y don Efra, que cubría el juego para El Heraldo, dejó la cámara indignado por la decisión arbitral, pero al paso de los segundos una voz interior le decía que tenía que tomar la foto porque a eso fue al evento.
“Yo solo me dije: ‘¿a qué te mandaron, a tomar fotos o ver el partido?’, entonces rápidamente agarré el lente 300 y tomé esa foto en la que Wilmer Cruz (hoy diputado de la República) detuvo el lanzamiento con uno de sus pies. Me salió una gran foto y en la mañana siguiente que arribo al aeropuerto Toncontín miró la imagen a cinco columnas en la portada del diario”, reseñó.
Otra anécdota le ocurrió en Cartagena de Indias. Ahí cubría una Cumbre Iberoamericana y se dio un enfrentamiento verbal entre Fidel Castro y el Rey Juan Carlos de España. “Al otro lado estaba yo dándome gusto tomando fotos y esa era la imagen de toda la reunión, entonces me voy a revelar el negativo y le digo al compañero de la Agencia AP que me ayude a transmitir las imágenes, pero él estaba molesto porque le estaban pidiendo precisamente esa foto, que él no sabía yo la tenía, cuando le conté no hallaba qué hacer conmigo y de mil amores me prestó la colaboración a cambio de una de esas fotografías”, narró.
Resumió su oficio como “un trabajo con nobleza y arte que se ejerce con pasión». Somos parte importante en la construcción de la historia de este país, somos los que ‘congelamos’ la historia de la nación, aunque muchas veces no se nos reconozcan los méritos”.
Juan, fotógrafo de mundiales y JJOO
Juan Antonio Salgado, hijo de don Isidro y sobrino de don Efraín, comenzó a usar la cámara desde los siete años y su habitación era el cuarto oscuro donde el patriarca de la familia revelaba las fotos.
El 9 de diciembre de 1978 abrió sus ojos al mundo en la capital hondureña. Tiene tres hijos: Alisson Lizeth (18), John Steven (9) y Matías Gael (4), que ha procreado con María Cristina Ponce.
Recuerda que su papá desde que era muy pequeño le enseñó a usar las cámaras. “Mi papi me daba las cámaras para que tomara fotos, e incluso ya en el colegio me dotaba de unas pequeñas para usarlas con los compañeros en los viajes”, contó.
Fue su tío Efraín el que en el año 2000 lo recomendó para una plaza vacante en diario El Heraldo. Entusiasta asumió el reto en la sección de sociales, aunque no le gustaba ese tipo de fotografía.
“Cuando ya comencé a agarrar confianza, entonces me ofrecí para ir a coberturas de otros eventos de prensa general. De repente, ya me metían en la agenda diaria y llegó el momento que le planteé a mi jefa de ese entonces -Thelma Mejía- que no quería estar en sociales y me pasó a prensa general, desde ese momento comenzó toda una gran aventura en esta profesión”, dijo.
Seguidamente se interesó por cubrir los partidos de la Liga Nacional gracias a la oportunidad que le abrió Fabricio Castillo para que acompañara a su colega Rolando Mondragón.
Su primera cobertura internacional fue el mundial Sub-20 de Holanda en 2005. Luego de cinco años en El Heraldo pasó a Diario Diez -ambos del grupo OPSA- donde entre los dos acumuló 18 años de ininterrumpidas labores.
Igualmente, dio cobertura al Mundial de Alemania 2006, varias Copas Oro, Juegos Panamericanos de Brasil 2007, Juegos Olímpicos en Río de Janeiro 2016, eliminatorias mundialistas y finales de Liga Nacional.
Una de las tantas historias que recuerda fue cuando el 30 de octubre de 2011, el capitán de Motagua, Amado Guevara, le arrebató la cámara luego de un accidentado partido contra Olimpia en el Estadio Nacional.
“Yo estaba en los camerinos después de la pelea que se había armado al final del juego, entonces cuando va pasando Amado yo comienzo a tomar fotos y él me quiere apartar la cámara, pero cuando menos acordé ya estaba en el suelo. Sentí que me comenzaron a golpear y a quererme quitar el equipo, lo único que me quitaron fue la cámara y nunca más la volví a ver. Las historias que ellos mismos cuentan es que le anduvieron buscando el rollo a la cámara para que no se publicaran las fotos y como no encontraron decidieron quebrarla y hacerla perderiza”, relató.
Agradeció la oportunidad que le ha dado la reporteada gráfica porque ha viajado por el mundo, ha conocido mucha gente y lo mejor son los amigos que ha podido hacer.
Marvin, el más joven pero con gran recorrido
Marvin Isidro Salgado es el más joven de la dinastía Salgado, tiene 41 años, nacido en Tegucigalpa, soltero.
“Lo primero que se me viene a la mente es cuando tenía cinco años que jugábamos con Juan tomando fotos, que por cierto nos salían descabezadas o sin piernas”, narró con alegría.
Desde el 2005 incursionó en los medios a través de un paso fugaz en diario El Libertador. En marzo de 2006 su tío Efraín lo llama porque él iba de licencia a trabajar con el gobierno de Mel Zelaya, entonces dejaba la vacante para que pudiera ser usada por él en Diario El Heraldo.
Luego de acudir a una entrevista con la licenciada María Antonia Martínez fue contratado de inmediato para ejercer en prensa general.
“Apenas tenía un año en el diario y me mandan a la cobertura de las elecciones en Nicaragua cuando Daniel Ortega volvía al poder después de muchos años fuera”, relató.
Le tocó también cubrir las últimas elecciones en Venezuela donde participó y ganó Hugo Chávez, asimismo ha participado en coberturas como la imposición de la banda presidencial a Roberto Micheletti tras el golpe de Estado el 29 de junio de 2009 y otros episodios de la crisis política de ese momento.
“Yo cubro de todo, pero me apasionan los deportes y eso que he andado en elecciones, copas oro, eliminatorias, protestas, inundaciones y las notas diarias. He tenido la dicha de tomarle fotos a Hugo Chávez, Barack Obama, David Beckham, Hugo Sánchez, entre otros tantos”, declaró.
Cuando escucha la palabra reportero gráfico se le vienen a la mente las palabras: riesgo, emoción, alegría, aventura… “para mí ser fotógrafo es lo mejor que me ha pasado”.
Don Efraín, Juan y Marvin enmudecieron por un momento, para luego darle rienda suelta a sus inseparables compañeras -las cámaras- ellos mismos fueron los encargados de inmortalizar este momento juntos porque el que les hizo la entrevista no sabía cómo captar sus mejores ángulos. Así que el crédito, a excepción de las que aparecen los tres, sí es del redactor.
Los Salgado se fueron, pero mantienen viva la esperanza de que se reconozca la insustituible y vital labor que realizan los fotógrafos para darle vida a miles de historias que todos los días son contadas por los medios de comunicación. JS
