La Escuela Pública y la Cultura de la Evaluación

Por: Marlon Escoto

Cualquier sistema educativo no estaría completo sino considerara la evaluación como una herramienta permanente para la mejora continua. Propiciar la cultura de la evaluación es una de las metas propuestas por la Secretaría de Educación desde 2012. No solo la evaluación parcial o semestral practicada tradicionalmente al interior de los centros educativos, sino la evaluación externa que permita conocer el grado de incidencia y el nivel de eficiencia en el ejercicio de cumplimiento del derecho a la educación de los escolares.

El sistema educativo hondureño antes de 2012 tuvo la posibilidad de participar en al menos dos estudios internacionales sobre calidad educativa, tanto en el área de matemáticas, español y ciencias. En ambos obtuvimos el última y penúltimo lugar en América Latina. Estos resultados debieron encender las alarmas y reflexionar que como Estado se debía revisar el tipo de educación que se estaba ofreciendo a los ciudadanos.

Antes de 2012 al interior del país el único trabajo sobre evaluación educativa lo ha realizado el Proyecto MIDEH, financiado por USAID que por más de una década ha realizado estudios muestrales de primero a noveno grado en las áreas de español y matemáticas. Ha sido gracias a este proyecto que Honduras ha podido realizar el informe de país relacionado con la evolución o estancamiento de la calidad educativa.

Durante los últimos tres años el sistema educativo hondureño ha experimentado avances sustantivos en la promoción de la cultura de la evaluación. La aplicación de las pruebas de evaluación censal, es decir a todos los escolares de primero a noveno grado, desarrolladas en 2013, no sólo abre un nuevo camino hacia la promoción de la competencia, sino que puso a prueba la gobernabilidad del sistema educativo y la capacidad operativa de las dependencias de la secretaria de educación y del voluntariado de la sociedad civil, que durante las evaluaciones movilizó más de cinco mil voluntarios a nivel nacional.

Fue la misma sociedad civil mediante el informe de ASJ Asociación para una Sociedad más Justa quien alertó que Honduras durante catorce años, en las décadas anteriores no había conseguido mover los indicadores de rendimiento escolar. Es de reconocer que las evaluaciones practicadas durante 2013 no hubiesen sido posibles sin el apoyo de la cooperación internacional que aportó recursos para la impresión de las pruebas y de la sociedad civil que movilizó voluntarios para transportar y supervisar la aplicación correcta de las mismas.

Las evaluaciones practicadas en 2013 a los y las docentes del sistema educativo fueron exitosas. El aprendizaje producto de la metodología empleada, el sistema virtual de las mismas se convirtieron en todo un desafío que ayudó a miles de docentes a actualizarse y acercarse más a las herramientas informáticas como mecanismo más expedito para conocer su nivel de actualización. Las evaluaciones docentes propuestas previas a la capacitación y actualización, con carácter proactivo tuvieron impactos positivos en la actitud docente durante el ejercicio escolar 2014.

La puesta en marcha de las evaluaciones a escolares y docentes provocó que muchos docentes revisaran los contenidos del currículo nacional básico, que ajustaran los temas que normalmente no se incluían por falta de tiempo, reforzaran y profundizaran los contenidos. Las evaluaciones docentes y escolares generaron una catarsis docente, replanteamiento de sus deberes y actualización de sus responsabilidades.

El año escolar 2014 se ha convertido en el escenario idóneo para afianzar las evaluaciones a escolares y docentes. Además de las evaluaciones muestrales tradicionales realizadas por el Proyecto MIDEH, se suman de nuevo las evaluaciones censales de primero a noveno grado, significa más de 1.2 millones de escolares. A todo lo anterior se agregan las evaluaciones aplicadas a estudiantes de fin de carrera secundaria, con el objetivo de conocer el grado de conocimientos con que finalizan este nivel educativo.

Las evaluaciones docentes se han dividido en dos componentes y en dos momentos, en el primer momento se aplicaron evaluaciones para revisar el portafolio docente y posteriormente se aplicarán las pruebas de conocimiento. 2014 ha permitido también aplicar evaluaciones muestrales para docentes, aspecto importante porque de esa actividad se originará el informe de país que indicará cuales son las condiciones de actualización de los docentes del país.

Fomentar la cultura de la evaluación significa que un escolar que inició en 2013 en primer grado y realizó un prueba o evaluación de conocimientos, podrá hacerlo durante nueve años que establece la educación básica y además podrá evaluarse al terminar la educación media. Con todos estos antecedentes podrá competir por un espacio en la educación superior, y cuando tenga una carrera profesional tendrá la formación suficiente para competir por un espacio laboral o ser emprendedor.

Potenciar la cultura de la evaluación va más allá de la discusión de metodologías o procedimientos, busca cimentar la cultura por la competencia y el emprendimiento. Evidenciar y poner en perspectiva el valor de la educación y la formación recibida durante su vida escolar y universitaria. En ese momento un joven profesional preguntará dónde se realizaran las pruebas de ingreso para optar a un puesto o un empleo, y no recurrirá a alguien que conoce al gerente de la empresa para que le ayude a ingresar por medio de influencias y no de competencias.

El camino es extenso, aún falta mucho por recorrer, pero ya se ha dado los primeros pasos. Fomentar, potenciar y apreciar la cultura de las evaluaciones para cosechar y cimentar la cultura de la competencia y competitividad es el proceso que debemos preservar y heredar a los futuros tomadores de decisiones.

Este 04 de diciembre Honduras recibirá el informe de UNESCO sobre calidad educativa, extraoficialmente se ha conocido que nuestro país dará la sorpresa.

 

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