Ciudad de México – La actriz estadounidense América Ferrera visitó este jueves un albergue para mujeres y familias migrantes en la Ciudad de México, donde destacó la urgencia de proteger a una población que describió como «increíblemente vulnerable» y «deshumanizada», en medio de unas políticas migratorias y unos recortes presupuestales que están afectando servicios básicos que «salvan vidas».
Durante su recorrido por la Casa de Acogida, Formación y Empoderamiento para Mujeres y Familias Migrantes y Refugiadas (CAFEMIN), Ferrera mostró su sorpresa al ver con sus propios ojos el impacto de estas decisiones.
«He estado observando aquí, directamente en el terreno, cómo tantas organizaciones y recursos, como CAFEMIN, están sufriendo por los recortes. Están teniendo que despedir empleados y suspender programas que alimentan a niños, salvan vidas, dan medicina a una madre enferma o brindan habilidades para conseguir empleo a padres que intentan levantarse y construir una nueva vida», advirtió Ferrara en declaraciones a EFE.
La actriz acudió a la casa migrante como Embajadora de Buena Voluntad de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), institución que en agosto donó a CAFEMIN una tortillería (máquinas para hacer tortillas, alimento tradicional mexicano de maíz).
Mientras le explicaba a Ferrara el funcionamiento, la directora de CAFEMIN, la hermana María Magdalena Silva, comentó que no solo buscan producir sus propios alimentos, sino también comenzar a vender las tortillas para contribuir a la sostenibilidad del albergue, golpeado por el congelamiento de fondos a organizaciones humanitarias, ordenado en enero por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Silva compartió que han tenido que reducir su personal, al tiempo que el flujo de personas migrantes en la capital mexicana va en aumento, al igual que el «sentimiento antimigratorio» en la sociedad.
Al respecto, Ferrara insistió a EFE en la importancia de garantizar espacios seguros y dignos donde las personas migrantes puedan, por primera vez en meses, dejar de vivir en «un estado constante de trauma».
Además, la actriz, que obtuvo una nominación a los Oscar por Barbie (2023), dijo sentirse «perturbada» sobre cómo «el tipo de conversación global sobre la migración realmente puede apagar la humanidad» en algunas personas que «cierran sus corazones y dejan de escuchar o de ver cuál es la realidad».
«Y la realidad es que la mayoría de los migrantes que sufren las políticas globales son mujeres, niños, familias y personas que no tienen más opción que abandonar su hogar de origen y buscar una vida mejor, exponiéndose a situaciones increíblemente peligrosas y desagradables», expuso Ferrera, de 41 años.
Hija de migrantes hondureños
Como hija de migrantes hondureños, y nacida en Los Ángeles (EEUU), Ferrera consideró que su propia vida es un testimonio de «hasta dónde puede llegar el esfuerzo de unos padres para sobrevivir y darle oportunidades a sus hijos».
Como Embajadora de Buena Voluntad de la OIM, la actriz espera que, al compartir su historia, las madres y padres migrantes «que lo sacrifican todo por la esperanza de una vida mejor para ellos y sus hijos», sepan que «sus esfuerzos no son en vano».
«Puede hacer mucho por una persona el simplemente ser vista como un ser humano», afirmó.
Al reflexionar sobre el contexto migratorio actual, Ferrara advirtió que «las políticas pueden cambiar los flujos, pero no van a cambiar las causas profundas por las que la gente toma rutas tan peligrosas», además de que hoy «las políticas están haciendo aún más difícil migrar de manera segura».
Frente a este escenario, la actriz señaló que «todos los sectores de la sociedad tienen que dar un paso al frente», incluIdo el sector económico.
«Todos podemos contribuir. Todos podemos hacer algo para aliviar el sufrimiento ajeno (…) Puedes usar tu voz, tu dinero, tu tiempo, tu energía. Cualquier cosa que tengas para ofrecer es más de lo que mucha gente aquí tiene», zanjó la embajadora de la OIM. JS







