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Inteligencia Artificial, economía y sociedad

Roldán Duarte

Tegucigalpa. – Según un artículo publicado en un sitio web mexicano: “La inteligencia artificial está transformando la empresa. Mejorando sus procesos, optimiza el uso de sus recursos y aumenta la capacidad de atender las necesidades de sus clientes (y sus experiencias de usuario). Pero su implantación es también un desafío, pues obliga a dar un salto en términos de innovación en recursos técnicos y de gestión” (eleconomista.com.mx/arteseideas/, 09/03/2024).

Donde más fácilmente se notan los avances de lo digital y el creciente empleo de la Inteligencia Artificial (IA), es en las empresas del sector financiero, porque las mismas cada vez ponen más productos digitales a disposición de sus clientes, facilitándole operaciones tan vitales como abrir una cuenta y obtener financiamiento con rapidez.

Es bastante probable que los comercios intensificarán el uso de IA en sus procesos, operaciones rutinarias y atención de sus clientes, por lo cual vale la pena examinar el impacto de esta en las empresas, la economía y la sociedad.

1. Desarrollo

Para muchos de nosotros tanto el alcance como el impacto de la IA en las empresas resulta algo desconocido e inimaginable, pues pertenecemos a una generación que no está suficientemente familiarizada con las posibilidades que ofrece esta tecnología disruptiva.

Así por ejemplo, “ChatGPT “habla” el lenguaje del marketing y permite, mediante chatbotsdar atención al cliente sin intermediación humana, analizar tendencias e intereses de los consumidores, a partir de estos crear contenidos y hacer recomendaciones de producto (de cara a sus clientes) y prospecciones de mercado (de cara a la propia empresa)” (Ídem).

Por supuesto, ese tipo de aprovechamiento tecnológico es propio de empresas pertenecientes al mundo desarrollado, donde la innovación y la creatividad empresarial son algo tan natural como servirnos un café en una máquina expendedora, ya que disponen de instituciones y redes de investigación que respaldan esa actividad ligada a la imaginación y la fantasía.

La IA le permite a las empresas automatizar sus tareas, mejorar la eficiencia de sus operaciones y ayuda a tomar decisiones basadas en datos; pero todo esto implica personal especializado en realizar y obtener beneficios de todas esas posibilidades, que no suelen estar disponibles para las empresas familiares que existen en países del tercer mundo.

Poco a poco lo digital y la IA irá teniendo más impacto en la economía de cada país, de modo que posiblemente ya no solo se hablará del sector de servicios en la economía, sino también de un particular sector de servicios tecnológicos, por medio de las cuales será factible crear nuevos productos y servicios, optimizar los diferentes procesos empresariales y aprovechar mejor cualquier cambio que se produzca en el mercado en general y en el mercado laboral en particular.

¿Qué implicaciones tiene todo eso para la sociedad? Aunque no es fácil predecir la evolución de la tecnología digital y de la IA en la sociedad, lo previsible es que se crearán nuevos trabajos y ocupaciones, y muchos empleos existentes serán innecesarios, por lo cual emergerá el reto de actualizar y renovar la formación técnica de las personas que serán marginadas de las nuevas actividades económicas ligadas a la tecnología avanzada.

También es de suponer, que se creará un núcleo de personas capaces de generar altos ingresos en corto tiempo, dejándolos libres para ocuparse de sus propios intereses personales con más efectividad y provecho. Estos serán un núcleo privilegiado totalmente ajeno a las dificultades y modalidades de vida de la gran masa sin educación digital disponible solo para una pequeña élite social.

La nueva generación con altas habilidades digitales, ya no estará condenada a asistir a una oficina, ni tendrá que laborar ocho horas diarias durante cinco días a la semana. Sencillamente desarrollarán su labor desde sus laptops y computadoras portátiles, sin desechar que eventualmente asistirán a centros especializados en brindar servicios virtuales, donde podrán interactuar con sus contrapartes de cualquier parte del planeta. De esta forma, es probable que muchos profesionales y técnicos participen en un mismo proyecto desde varios lugares del mundo, a la vez que su remuneración se ligara a resultados y productos entregados, rompiendo con la tiranía de sueldos semanales o mensuales. Esto supone que habrá empresas especializadas en darle seguimiento y valorar la labor y los resultados de los que trabajen en un mismo proyecto digital.

Todo lo descrito no solo implica nuevas habilidades profesionales, sino que también supone cambios en la conformación de la fuerza laboral. Pero además, conlleva una serie de desafíos éticos y sociales, entre los que se pueden mencionar leyes y normas para regular la automatización de los empleos y la privacidad y seguridad de los datos, que inevitablemente se traducirán en la ampliación de la brecha entre empresas y diferentes grupos sociales, que contribuirán ha profundizar la desigualdad social y laboral actualmente existente.

2. Conclusiones

El mundo digital y el predominio de la inteligencia digital se están expandiendo cada vez más en las empresas, la economía y la sociedad. Hasta donde llegarán sus avances es muy difícil de predecir, pero constituyen fuerzas que continuarán progresando e invadiendo diferentes aspectos de la economía, la sociedad y de la misma intimidad personal.

Parece una distopia tecnológica imaginar que el ser humano se entrelazará con la realidad digital y virtual. De esto surge una acuciante pregunta: ¿Cuántas años o décadas faltan para que el ser humano se asimile a una entidad digital proclive a vivir en una realidad virtual? La realidad ya no será la que experimentamos cotidianamente con nuestros cinco sentidos, sino la que nos brinden las pantallas y las realidades virtuales en que estemos inmersos o conectados. Hasta la actividad sexual se transformará y muchos sentirán preferencia por vivir sus aventuras y fantasías sensoriales y sexuales, por medio de aparatos y robots especializados en brindar esos placeres.

En un mundo de esa naturaleza, además que ya no habrá lugar para Dios, los amigos de verdad y la familia tradicional, es casi seguro que se incrementará el uso de las drogas naturales y artificiales, que amenazan con romper con los débiles sistemas de seguridad hospitalaria actualmente disponibles, en los cuales tendrán que aparecer médicos especializados en romper colapsos provocados con drogas y en mantener a sus pacientes con una relativa operatividad para funcionar en el nuevo mundo y realidad que les tocará vivir.

No sería extraño que muchos individuos optaran por vivir en comunidades en las que la tecnología y la IA no tenga ninguna influencia. Estos pequeños oasis de vida natural serían los refugios hacia los que tendrían que emigrar quienes no compartan el imperio y la tiranía del transhumanismo.

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