Tegucigalpa- La directora ejecutiva del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, ofreció un contundente diagnóstico sobre el deterioro institucional y el desencanto ciudadano que marcan el panorama preelectoral en el país.
-Lamentamos que siga bailando la corrupción gobierno tras gobierno, remarcó Castellanos.
-La ciudadanía debe ver cual es la narrativa de los candidatos, para desarticular cualquier fraude se debe salir a votar masivamente y ser observadores
Castellanos lamentó que, en lugar de contar con instituciones fuertes e independientes, Honduras tenga “estructuras vulnerables, subordinadas y muchas veces temerosas de actuar con autonomía”. Según señaló, la autoestima institucional se encuentra “tan contaminado por intereses políticos y prácticas corruptas” que ha dejado de ser un sostén de la democracia para convertirse en un obstáculo.
“El resultado está a la vista: una ciudadanía profundamente desencantada, una institucionalidad exhausta y un proceso electoral que lejos de inspirar esperanza provoca desconfianza y frustración”, expresó la titular del CNA.
Ciudadanía más consciente
No obstante, Castellanos también hizo un llamado a la autocrítica ciudadana, al recordar que la responsabilidad de la crisis institucional no recae únicamente en la clase política.
“Nos acostumbramos a mirar hacia otro lado, a callar frente a las irregularidades y aceptar los abusos como si fueran parte natural del sistema. Muchos se han entregado a la indiferencia, olvidando que por encima de cualquier partido político está Honduras”, enfatizó.
La funcionaria alertó sobre el avance de la violencia política, que —según dijo— se ha convertido en “la carta de presentación de muchos aspirantes al poder”. Sin embargo, aclaró que este fenómeno no se limita a las agresiones físicas o verbales, sino que incluye una violencia institucional más profunda:
“Esa que instrumentaliza al Ministerio Público y últimamente a las Fuerzas Armadas; los discursos de odio que polarizan, los ataques cobardes en redes sociales y las confrontaciones que rompen el tejido social. Donde reina el miedo, la libertad desaparece”, advirtió.
Ante este escenario, Castellanos reiteró el compromiso del CNA de vigilar, denunciar y acompañar cada proceso clave para resguardar la integridad pública, subrayando que la institución no compite con el poder político, sino que su lealtad es con la ética, la transparencia y la rendición de cuentas.
Además, recordó que la corrupción no solo se expresa en el robo de fondos, sino también en el clientelismo que compra conciencias y manipula necesidades.
“Frente a esas prácticas, el silencio es complicidad. Nuestro deber como ciudadanía y como institución es alzar la voz, exigir integridad y defender la democracia con convicción”, insistió.
Castellanos concluyó su intervención con un llamado a reconstruir la confianza y la dignidad democrática desde el voto consciente y la participación cívica.
“Votar no es un trámite, es un acto de esperanza y rebelión contra la corrupción y el abuso. Si seguimos entregando el país a los mismos que viven del privilegio y del engaño, seguiremos condenados al ciclo de la crisis y la decepción”, afirmó.
Su mensaje lo hizo durante el foro “Elecciones en contextos desafiantes: retos y buenas prácticas – Honduras 2025”, el foro contó con la participación de expertos de la sociedad civil, analistas técnico-electorales y actores internacionales, quienes compartieron experiencias, buenas prácticas y mecanismos de cooperación destinados a fortalecer la confianza ciudadana en el sistema electoral hondureño de cara a los comicios de 2025.LB










