El partido Libre se oficializó el 15 de marzo del año 2011, y es uno de los productos de la crisis política institucional del 2009; desde este año el país ha tenido un escenario de confrontación política, especialmente desde enero, cuando el presidente Manuel Zelaya no pudo tener una cuota de poder en la Corte Suprema de Justicia. Ese año el tiempo se acababa, y con Elvin Santos de presidente en el 2010, Zelaya se quedaba sin gobierno y sin partido. La Cuarta Urna creo confrontación y crisis, y en junio se produjo el Golpe de Estado al Ejecutivo, profundizando la crisis y generando violencia y muerte; y, de esa época a esta parte, la confrontación y la violencia como expresión y forma de hacer y ejercer la política han estado presentes, especialmente en épocas electorales; la particularidad en este periodo de gobierno, es que gran parte de la confrontación, la protesta y hasta la violencia tienen como protagonistas a actores endógenos del partido que gobierna.
El presidente Zelaya se ha manejado entre la confrontación y la crisis, ya sea como poder oficial o como poder fáctico. Su lucha, muy clara para hacer la consulta Cuarta Urna o para rechazar los resultados electorales dados por el TSE, han rebasado los límites de la protesta pacífica; los videos y en sus redes sociales lo muestran llamando a la lucha, a la protesta, y planteando la opción de hombres en armas para rescatar el poder político, invocando el derecho a la insurrección; recriminó la pasividad de sus seguidores; ha estado presente en escenas de quemas de llantas en bulevares y carreteras. Esta fue la estrategia y la llama que alimentó, y con la que se nutrió una clientela política, que esperó doce años para llegar al poder, y que hoy demanda con fuerza lo prometido.
Libre tiene unas características que explican su complejidad, es una sumatoria de visiones políticas, ideologías y de militancias gremiales y de oenegés. En las Elecciones Primarias (EP) se presentaron nueve movimientos: M-28, Somos +, FRP, POR, Pueblo Libre, AAAMEL, estos seis llevaron de candidata a la Señora Xiomara Castro; además: Nueva Corriente (Eduardo Reina); Honduras Libre (Wilfredo Méndez); y 5 de julio (Nelson Ávila).
Con el triunfo llegó la confrontación. El poder divide. En las EP se presentaron 871 aspirantes a candidatos a diputados, pasaron 128, y finalmente 50 ganaron un asiento en el Congreso Nacional (CN). Los diputados con más poder provienen del M-28, FRP, POR y SOMOS+. Pero Libre se quebró por el núcleo, cuando el diputado Jorge Calix (M-28) logró juntar a 22 diputados para impulsar y lograr ser electo presidente del CN por unos días. Calix arrancó la mayor cuota de poder: dos embajadas, tres instituciones del Estado y una magistrada en la CSJ. Para otros diputados el poder que tienen se ha traducido en emplear a sus cónyuges y familias en cargos altamente remunerados. Algunos reclaman más, y tampoco hay para todos, por eso hemos visto a diputados apedreando oficinas gubernamentales, denunciando a funcionarios, pidiendo destituciones, y animando tomas y protestas violentas. Esta confrontación es motivada por las demandas internas de Libre, no es resultado de la insatisfacción con el plan político e ideológico de Libre.
Y las victorias políticas no llenan a todos, satisfacen al núcleo del M-28, el FRP y POR Y SOMOS+, básicamente; las bases del partido quieren empleo. No es suficiente la aprobación de Ley de Amnistía, la derogación de las ZEDE, ni de la Ley de Empleo por Hora. Estos éxitos no les resuelve las demandas de las bases, y por eso tasaron por la suma de $ 2. 500.000.000. 00 para mantener la relación Honduras – Taiwán. Entonces, se concluye, no fue ideología, “es la necesidad de cumplir con el programa de gobierno” ha dicho el canciller Eduardo Reina.
Otros reclamos, demandas, conflictos, inestabilidad y violencia, proviene de los desempleados, despedidos, transportistas, maestros, gremios del sistema de salud, invasores de tierra, fiscales, y pobladores, etc. algunos de estos grupos fueron clave en las movilizaciones convocados por Libre desde el 2017, sobre todo, aquellas movilizaciones violentas, que llegaron hasta incendiar contenedores llenos de productos agrícolas. Libre no preguntada de dónde procedían ni lo que hacían, y entre más violentos, más cercano podía estar el éxito. Hoy le facturan. Y por las derrotas parlamentarias, parece que los éxitos irán a menos. Tres derrotas importantes: no lograron la reforma a la Ley Nacional de Defensa y Seguridad que daría a la familia Zelaya el control de este órgano del Estado; no han alcanzado los consensos para aprobar la Ley de Participación Ciudadana que vendría a minar y quizá eliminar las incómodas organizaciones de sociedad civil, solo quedarían aquellas que cogobiernan con Libre, y finalmente, no han logrado apoyo para someter al CN una Ley de Extradiciones, Ley, dicen los entendidos, que daría alta discrecionalidad para decidir a quién despachar y a quién no. ¿Quién decidiría? Obviamente el núcleo de poder de Libre, y recordamos que, para aplicar la Ley de Amnistía, COFADEH y el presidente Zelaya extendían las certificaciones que ilustraban e instruían a los jueces. Libre tiene que avanzar con su agenda, y lo está haciendo. Entre el 7 y el 15 de marzo ha sido una semana de vértigo para unos y de celebración para otros: el CN aprobó, en primer debate, una reforma al Código del Trabajo que amplía de 4 a 7 las semanas el periodo prenatal y de 6 a 11 semanas el postnatal para la madre, y otorga 6 y 10 días de pre y posnatal, respectivamente, a los esposos o compañeros de hogar; el mismo día 7, la presidenta Xiomara Castro llamó al ministro Matheu para que en su presencia firmara el Decreto que habilita la comercialización de la Píldora Anticonceptiva de Emergencia PAE; el 9 de marzo, el ministro director del Sistema de Administración de Rentas (SAR) Marlon Ochoa, anunció una Ley de Justicia Tributaria, que pretende eliminar el régimen de exoneraciones; y el 14 de marzo, la presidenta ordenó al canciller Enrique Reina, iniciar gestiones para abrir relaciones con China; el 25 de marzo se anuncia la ruptura con Taiwán y el 26 firman con China un comunicado conjunto que informa el inicio de relaciones diplomáticas entre ambos países. Hemos conocido el precio puesto a Taiwán; desconocemos todo lo tasado con China. El vicecanciller Tony García anunció la construcción de tres represas y un canal ferroviario entre Puerto Cortés y el puerto de El Henecán en San Lorenzo.
Liberales, conservadores y revolucionarios de izquierda no abandonan la política de Estado concesionario, ni quitan la mirada del soñado canal ferroviario como la vía para el progreso; desde José Trinidad Cabañas en 1853, José María Medina en 1868, Manuel Bonilla en 1910 que da paso a la república bananera, y ahora Xiomara Castro en 2023, el ferrocarril mueve los suspiros, y también la frustración, la entrega y la corrupción. 170 años con la mirada puesta en el mismo objetivo, y con la misma política publica para lograrlo.
Las iniciativas de marzo trasladan la demanda y la confrontación del interior de Libre y del gobierno hacia el sector privado, al COHEP y las Cámaras de empresarios. Hemos visto ataques, señalamientos y respuestas; veremos la capacidad orgánica de las partes y de la ciudadanía para hacer propuestas. Y por ahora, les ha sorprendido que la Embajada no haya reaccionado de acuerdo con la esperado frente a la ruptura con Taiwán y con la aterrizada de China.
China no es un problema por ser comunista, porque no lo es. China es un problema por ser un Imperio Autocrático. Sin duda, esta decisión nos coloca entre los intereses geopolíticos de las dos potencias.
Ojalá haya debate y propuesta, eso es lo que se necesita para resolver los problemas del país.