El padre del niño, José Andino, dijo que el pequeño fue atacado por la rata cuando dormía en medio de él y de su mujer.
La rata mordió el rostro del pequeñito y dejó varias huellas en su rostro.
Andino dijo que su familia vive en condiciones precarias de hacinamiento extremo.
“Yo quiero llamar a los políticos, a los diputados, a alguno que me oiga y que quiera ayudarme a conseguir unas tablas para ver de que modo puedo hacer un cuarto donde no entren los animales”, dijo el hombre que habita en la marginal zona de Suyapa en la capital hondureña.
Relató, además, que los roedores también han atacado a otro de sus hijos, que tiene 16 años y al que le han mordido el labio.
El recién nacido se encuentra, junto a sus progenitores, a la espera de atención en el estatal hospital Escuela de Tegucigalpa.