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Potencial impuesto en frontera, una guillotina para Honduras

Tegucigalpa- Mientras la incertidumbre de los inmigrantes en los Estados Unidos es palpable, Honduras enfrenta el impacto potencial de la reforma fiscal en ese  paísen especial si la misma va en la dirección de un Impuesto de Ajuste en la Frontera  (Border Adjustment Tax o BAT).

La reforma  potencialmente haría significativamente menos competitivas muchas de las exportaciones, especialmente en materia textil y otros productos muy importantes en la balanza comercial.

La repercusión recaería directamente no solo en el tipo de cambio y la acumulación de reservas, sino en el financiamiento del déficit de la Cuenta Corriente, las tasas de interés, el crecimiento económico y la generación de empleo.

Pero mientras este tema pasa casi invisible en la agenda pública, los migrantes hondureños en los Estados Unidos también afrontan su propia pesadilla debido a la incertidumbre que generan las medidas que emanen de la administración Trump.

Prepararse para atender migrantes

Sobre el tema, una alta fuente diplomática hondureña, que prefirió la reserva, dijo a Proceso Digital que “hasta no saber con precisión como se van a desarrollar e implementar estas políticas es irresponsable hablar de cuantificaciones sin evidencia empírica que los sustente, lo que no significa que como país no debamos prepararnos, tener planes de acción para cada riesgo que pueda materializarse, y estar muy vigilantes permanentemente, pero con prudencia y cautela de lo que se dice, para evitar el pánico colectivo y la especulación como muchos acostumbran a hacer en nuestro país”

control de aduanas

La asistencia que el gobierno de Honduras brinda a los inmigrantes esta focalizada en dos áreas principales: «La primera es garantizar el respeto a los derechos humanos de nuestros compatriotas que eventualmente pudieran ser detenidos en el marco de las nuevas acciones de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en Inglés), a través de los centros de protección al migrante y las oficinas consulares de Honduras en Estados Unidos. Y la segunda, es la agilización del proceso que involucra a los consulados, como el de la documentación, en atención a la capacidad real que actualmente tienen los consulados,  externó  la fuente oficial.

“Sin lugar a dudas que uno de los retos más importantes del país de cara hacia el futuro, si realmente la situación migratoria es una prioridad, es incrementar la cantidad y calidad de los agentes que trabajan en las oficinas consulares del país en Estados Unidos», dijo la fuente, que es una de las cabezas más importantes la política exterior hondureña.

De su lado, en  reunión con directores y jefes de redacción de los medios hondureños, la canciller María Dolores Agüero hizo énfasis en la importancia de manejar las expectativas adecuadamente y aclarar que el rol del gobierno de Honduras es enfocarse en informar adecuadamente a los compatriotas en torno a cómo proceder ante una situación de eventual detención, asimismo dijo que también es fundamental incidir, en la medida de lo posible, de manera bilateral y como bloque de países, en la implementación de las nuevas políticas, en estricto respeto a la soberanía de Estados Unidos.

La incidencia en ese ramo, deberá corresponder al designado embajador hondureño en Estados Unidos,  Marlon Tábora, quien está a la espera de presentar sus cartas credenciales en Washington y las organizaciones de hondureños han mostrado su confianza en él desde el momento de su designación.

Por otro lado, es muy importante destacar que hasta este viernes,  la Agencia de Inmigración y  Aduanas (ICE), no ha notificado oficialmente a las autoridades hondureñas de detenciones dirigidas expresamente contra ciudadanos de este país en las operaciones realizadas este año, aunque las deportaciones de connacionales han ocurrido en un ritmo similar a lo acontecido en igual período de 2016.

Este dato indica que no hay evidencia para atribuir algún tipo de causalidad entre las deportaciones normales y las últimas acciones de ICE. Es por ello que todos los datos disponibles hasta el momento son producto de casos particulares, que algunas personas, sin ninguna evidencia oficial, han dado hecho público de manera personal y bajo su responsabilidad dijeron fuentes.

Se sabe que las autoridades de ICE, que trabajan de manera permanente con la embajada de Tegucigalpa en Washigton, entregarán prontamente la información oficial, la cual podrá ser comunicada por las autoridades de la cancillería.

Pero el gobierno hondureño tiene claro que ante las medidas contenidas en las órdenes ejecutivas sancionadas por el Presidente Trump, se ha generado una gran incertidumbre entre todos los inmigrantes irregulares, porque a pesar de que las autoridades han anunciado que son operaciones rutinarias y con objetivos precisos, las mismas representan una amenaza real para todos los inmigrantes indocumentados. 

El impacto mayúsculo

Pero, un tema que está en la mente del gobierno hondureño y que genera preocupaciones por su impacto potencial es el de la reforma fiscal en Estados Unidos, en especial si la misma va en la dirección de un Impuesto de Ajuste en la Frontera (Border Adjustment Tax), que potencialmente haría significativamente menos competitivas muchas de nuestras exportaciones, especialmente en materia textil y otros productos muy importantes en la balanza comercial, afectando directamente no solo el tipo de cambio y la acumulación de reservas, sino el financiamiento del déficit de la cuenta corriente, las tasas de interés, el crecimiento económico y la generación de empleo, indicó la alta fuente diplomática.

Más adelante puntualizó “ahora más que nunca, aprenderemos a valorar la disciplina fiscal y la estabilidad macro que tanto nos ha costado mantener, esto como elementos fundamentales para hacerle frente a los nuevos retos que el nuevo orden mundial nos depara” señaló con propiedad.

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El BAT es una de las dos ideas que maneja Washington para desalentar la salida de sus fábricas del país y que se instalen en otras naciones.

La otra opción es una tarifa o arancel para ciertas empresas, que es la favorita del presidente Trump.

Por su lado los legisladores republicanos potencian el Impuesto de Ajuste a la Frontera (BAT, por sus siglas en inglés), el cual es de aplicación general, no a empresas específicas, y que buscan abaratar las exportaciones norteamericanas y encarecer las importaciones de bienes del extranjero.

  

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