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Iglesia destaca el valor de la familia en inauguración de Año Jubilar en Tegucigalpa

Tegucigalpa – La Iglesia Católica de Honduras destacó hoy el valor de la familia en la misa solemne que dio por inaugurado el Año Jubilar 2025 en la Arquidiócesis de Tegucigalpa.

El arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher dijo que sin familia no hay identidad y sin identidad no hay misión.

El líder de la Iglesia Católica fue el encargado de inaugurar el Año Jubilar en la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel de Tegucigalpa que junto a la Basílica Menor Nuestra Señora de Suyapa serán durante el siguiente año los templos de peregrinación para buscar los beneficios que se ofrecen a la feligresía durante el Año Jubilar.

En la solemne eucaristía el arzobispo reflexionó sobre la importancia de la familia y recordó que este domingo es dedicado a la Sagrada Familia de Nazaret (María, José y Jesús).

Reflexionó que muchos creemos que Dios está perdido, sin darnos cuenta que quienes están perdidos somos nosotros.

En ese contexto, exhortó a hacer cada uno su propia peregrinación para descubrir que Cristo Jesús no se había ido, sino nosotros nos habíamos alejados de él.

“Muchos migrantes se dan cuenta de cuánto quieren a su familia hasta que están lejos de ella y viceversa”, continuó.

De esa manera, dijo, nos daremos cuenta cuanto nos ama Jesús cuando nos dejemos sorprender por él.

Finalmente dijo que la esperanza en Dios no defrauda al tiempo que invitó a todos a ser parte del Año Jubilar y de sus beneficios, en el caso de Tegucigalpa se pueden avocar a los templos en mención, pero en el resto de las diócesis también se nombrarán templos de peregrinación.

A continuación Proceso Digital reproduce la lectura del día tomada del santo Evangelio según San Lucas:

Lc 2, 41-52

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca.

Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se quedaron atónitos y su madre le dijo: “Hijo mío, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia”. Él les respondió: “¿Por qué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?” Ellos no entendieron la respuesta que les dio. Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad. Su madre conservaba en su corazón todas aquellas cosas.

Jesús iba creciendo en saber, en estatura y en el favor de Dios y de los hombres. (RO)

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