Tegucigalpa – Ángel Garachana, obispo de la Diócesis de San Pedro Sula y presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras, envió un mensaje en el marco de la Pascua de Resurrección instando a un compromiso para defender la vida, especialmente las más amenazadas.
Este día la liturgia eclesial centraliza sus reflexiones en la resurrección de Jesucristo. Luego de vivenciar el jueves y viernes Santo, la pasión y muerte del Mesías, el hijo de Dios, quien camino al calvario es humillado y maltratado para después morir en la cruz.
Garachana, pide en su mensaje dar vuelta a la página y centralizarse de ahora en adelante en un Cristo vivo, su llamado enfatiza en la esperanza que debe haber en la población, pero además insta comprometerse con las causas justas en Honduras.
Mensaje íntegro de Monseñor Ángel Garachana
¡Resucitó!
No puedo callarme, hoy le doy testimonio de mi fe, creo en Jesucristo resucitado, no puedo callarme porque quiero que otros muchos crean en Jesucristo.
Viva la vida del resucitado y siembren semillas de vida en el mundo, por eso aunque caminemos por cañadas oscuras y nos rodeen tinieblas de mentiras, engaño y corrupción, yo quiero vivir y los animo a vivir en la verdad, a realizar las obras de la luz y a luchar contra toda falsedad porque Cristo ha resucitado y Él es la luz y la verdad.
Aunque aumente el número de muertos por violencia y empobrecidos hasta el hambre y la inequidad social, aunque la locura de la guerra, el desprecio de la vida humana inunde las conciencias, yo quiero anunciar y los invito a anunciar el valor sagrado de la vida humana.
Quiero que nos comprometamos en el cuidado, la promoción y la defensa de la vida, especialmente de los más amenazados y más cercanos a nosotros, la vida integral de las personas, la vida física, psíquica y espiritual.
Aunque parezca que se afianzan las razones para el desaliento, la frustración y la desesperanza, aunque la tristeza quiera inundar con una neblina nuestros estados de ánimo, quiero que no sucumbamos a la tristeza, sino que permanezcamos en la alegría y contagiemos alegría, que renovemos la esperanza, una esperanza activa porque Jesucristo es nuestra alegría y nuestra esperanza.
Les deseo una gozosa, esperanzada y liberadora pascua de resurrección. JP