Tegucigalpa- En Honduras, la violencia se reinventa y los asaltos se multiplican sin freno en medio de un estado de excepción. Videos que circulan en redes sociales muestran cómo grupos de antisociales operan con total impunidad: algunos descienden de vehículos robados, otros visten indumentaria policial para simular falsos operativos y, en la mayoría de los casos, actúan sin temor, dejando en evidencia la ausencia de las fuerzas de seguridad.
– Los asaltos se dan a diario en las diferentes rutas de la capital y en el transporte interurbano, perjudicando a más de mil pasajeros mensualmente.
-Indumentaria que utiliza el crimen organizado en asaltos es una estrategia para vincular a las fuerzas del orden.
-Los asaltos provocan eventos traumáticos, miedo y se vuelven vulnerables, según psicóloga.
Los robos se registran a diario en colonias capitalinas, en Siguatepeque y Comayagua, entre otras ciudades, además del transporte interurbano, donde más de mil pasajeros son víctimas mensualmente, según denunció el dirigente del sector transporte, Wilmer Cálix.
En las últimas semanas los videos de seguridad muestran cómo los antisociales cometen los asaltos contra la ciudadanía que está reunida en las afueras de sus casas.
Recordó que el rector de la UNAH, Odir Fernández ha denunciado públicamente los constantes asaltos a los estudiantes del Alma Mater. Circunstancia que llevó a las autoridades de la universidad estatal a tomar medidas y han iniciado varias rutas con transporte privado de la UNAH, para evitar que los estudiantes sigan sufriendo las consecuencias de los asaltos.

“Estamos en indefensión”
Cálix, condenó que el rubro siga de rodillas ante la ola de asaltos y la extorsión.
Lamentó que los asaltos también hayan dejado personas fallecidas y heridas, más el trauma en el resto de los pasajeros que presenciaron el mismo.
“Estamos en indefensión, acá en Tegucigalpa hemos hecho inversiones con cámaras y hasta el día de hoy ese proyecto no avanza porque no hay quien monitoree las cámaras”, arguyó.
Apuntó que “se trata de buscar un proyecto integral para evitar que la población siga sufriendo de asaltos, pero no se avanza”.

Cada evento es traumático
Ante la ola de asaltos, Proceso Digital consultó con la psicóloga clínica, Sthefany Díaz sobre el daño psicológico que pasa una persona tras sufrir un asalto violento la profesional resaltó que cada asalto deja huellas profundas: ansiedad, pesadillas, traumas y un miedo que paraliza. “La población se siente indefensa y vulnerable”, subrayó .
Asimismo, dijo que si una persona en un asaltó pierde a un padre o madre, o amigo se desarrolla una especie de trauma que necesitará ayuda psicológica.
Mientras, en los denominados secuestros exprés las personas presentan un miedo razonable, normalmente las personas que tienden a delinquir observan bien a sus víctimas, sostuvo.
“Una de las recomendaciones es cambiar las rutas por donde circulan para evitar que los recuerdos que están recientes de lo que han pasado, porque se pierde el ánimo y el miedo se apodera de uno, por lo que la ayuda psicológica es necesaria para algunas personas”, apuntó. Pero al final la pregunta se repite entre la población: ¿dónde está la seguridad prometida en un país donde los asaltos ya no conocen límites?IR