Tegucigalpa – La valiente misión que realiza la tripulación del Avión Cazahuracanes WC-130J fue conocida este martes por escolares de distintos centros educativos de San Pedro Sula, norte de Honduras.
– Un Avión Cazahuracanes ingresa al interior de este fenómeno tropical para recolectar, a través de sensores, información sobre su magnitud y comportamiento.
Esta es la segunda visita del Cazahuracanes a territorio hondureño como parte de la gira que realiza cada año por los países del Norte, Centro América y El Caribe el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de la Administración Nacional de la Atmosfera y Océanos, de los Estados Unidos (NOAA).
Este día el avión, de la Reserva de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, arribó a la Base Aérea Armando Escalón Espinal en la Lima, Cortés donde estará por un período de tres horas para dar a conocer el trabajo de su tripulación.
La misión fue encabezada por los doctores Richard Knabb director del Centro Nacional de Huracanes de la NOAA y Lixion Avila, especialista en huracanes del Centro Nacional de Huracanes de esta misma organización.
También acompañaron esta gira reservistas de la Fuerza Aérea del Escuadrón de Reconocimiento No. 53, ala 403, de la base de la Fuerza Aérea de Keesler, Mississippi.
El objetivo de la visita de este avión fue ofrecer una oportunidad a los hondureños de aprender cómo los científicos recolectan información de los huracanes, comentó el comisionado nacional de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Lisandro Rosales.
“Los niños tuvieron la oportunidad de conocer la tecnología de punta que se utiliza para estudiar los huracanes. El trabajo que este avión realiza nos ayuda a nosotros a conocer la magnitud del evento”, manifestó Rosales quien además dijo que estos estudios permiten pronosticar la trayectoria del fenómeno.
“Estos datos son de mucha utilidad para la toma de decisiones que permiten resguardar la vida de las personas cuando un país es embestido por el impacto de un huracán”, indicó Rosales.
Trabajo
La temporada de huracanes inicia el 15 de mayo para el Pacifico y el 1 de junio para el Atlántico y se extiende hasta 30 de noviembre.
Es en este período cuando más se intensifica la labor de este avión que está equipado con radares, sensores, equipo de cómputo para transmisión satelital, entre otros.
El avión vuela sobre el huracán y entra en su “ojo”, es decir al centro del ciclón, donde obtiene información importante del sistema por medio de sensores especiales (Dropsonde), explicó Francisco Argeñal, meteorólogo de Cenaos de Copeco.
Detalló que en ese momento el equipo le permite a la tripulación medir la temperatura, la presión atmosférica, la velocidad, dirección de las nubes y el viento, su posición, entre otros.
“La labor que ellos realizan es sumamente arriesgada, ellos cruzan el huracán dos veces cada vez que hacen un viaje de esos, y en ese cruce se enfrentan a vientos de más de 250 kilómetros por hora si es un huracán categoría 5 por ejemplo”, explicó Argeñal.
Su estructura
El Avión Cazahuracanes es un avión de transporte de carga, tipo Hércules, mide 29.3 metros de largo por 11.9 metros de alto, con un peso de 69,750 kilos. La aeronave tiene 4 motores Rolls-Royce turbo-propulsados de 4,700 KW (6,400 caballos de vapor) cada uno.
Mantiene una velocidad de crucero cercana a los 500 kilómetros por hora y su velocidad máxima es de 670 kilómetros por hora. Un avión de este tipo puede permanecer en el aire durante 14 horas con sus tanques llenos de combustible, aunque la duración media de las misiones es de 11 horas.
En 2016, los aviones cazahuracanes volaron en 75 misiones y 12 vuelos de investigación en el Atlántico para recopilar datos para el Centro Nacional de Huracanes. Además, participaron en 14 misiones al Pacífico central y una al Pacífico oriental.
El Avión Cazahuracanes inició su gira ayer 24 de abril en Merida, México; mañana estará en Islas Caimán; el 27 en Islas Turcas y Caicos, y finalizará con su agenda el 29 de abril en Aguadilla, Puerto Rico.