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Honduras vive su “vía crucis” en las negociaciones con el FMI

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Tegucigalpa – Honduras inició el miércoles su largo “vía crucis” que concluirá con la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, previsto para el segundo semestre del presente año, según estiman los expertos en el tema.
 

La falta de un acuerdo por casi 8 años mantienen al país en dificultades fiscales severas.

La devaluación, fondos de pensiones y paquetazos estarán en la mesa de negociaciones, de acuerdo a los expertos.

La primera etapa es la revisión del Artículo IV por medio de un grupo técnico enviado por la dirección del Fondo. El grupo es comandado por el salvadoreño Lisandro Abrego, que durante casi toda la semana ha revisado a fondo toda la información financiera del país.

La revisión del referido Artículo IV es una de las obligaciones a la que se someten los estados miembros del Fondo, a fin que los técnicos del FMI realicen la evaluación anual del estado macroeconómico.

La misión evaluadora no implica ningún compromiso para las partes, aunque es considerada importante para la comunidad financiera internacional ya que la considera en primer lugar un ejercicio de transparencia, segundo el compromiso por la estabilidad y en tercer lugar un anuncio que si anda mal tomará las medidas correctivas.

Pero la visita y el trabajo del grupo servirán de base para la negociación del próximo acuerdo que se busca sostener con el Fondo.

Según el cronograma establecido, el grupo técnico terminará su tarea de campo mañana viernes y luego emitirá su informe-recomendación que deberá ser aprobado por el directorio del FMI previsto entre junio y julio.

Tras la aprobación del informe luego vendrá la negociación del acuerdo que buscará el país con el organismo multilateral.

Acuerdos

Honduras virtualmente carece de un acuerdo con el Fondo desde hace ocho años, ya que aunque la administración del expresidente Ricardo Maduro dejó uno por tres años, el expresidente Manuel Zelaya no lo cumplió, ni negoció y hasta lo confrontó.

Porfirio Lobo Sosa tampoco logró mantener una relación continúa con el FMI, a pesar de firmar un acuerdo Stand-By, y la indisciplina fiscal fue la norma.

Producto de ello, el gobierno cerró los dos últimos años con un déficit fiscal de seis y casi 8 por ciento, lo que evidenció un alto gasto público, el cual se financió con endeudamiento interno y externo.

Pero tras los últimos dos años con completos desajustes fiscales, la administración actual debió impulsar un severo programa para equilibrar las cuentas fiscales y poder reducir el abultado déficit fiscal.

Ahora el gobierno busca lograr el acuerdo con el Fondo que le permita tener el certificado de ser un agente responsable en cuanto al manejo de la economía nacional y con ello convencer a los inversionistas que sus bonos son seguros y confiables y que por ello debe ser recompensado con tasas de interés bajas.

El ministro de Finanzas, Wilfredo Cerrato, adelantó que esperan acudir a los mercados de capitales el 2015 y que colocarán otros 1,000 millones de dólares para continuar financiando el gasto y cambiando deuda externa por interna en condiciones favorables.

Pero necesita un acuerdo con el FMI vigente el 2015 para que se pueda concretar la colocación de los instrumentos financieros.

Pero los especialistas advierten que no será fácil el ansiado y necesitado acuerdo con el organismo financiero, ya que el Fondo siempre pide a cambio varias concesiones del país solicitante.

Para el exministro de Finanzas y expresidente del Banco Central, Hugo Noé Pino, es probable que el FMI solicite una reforma de los sistemas de pensiones, una mayor flexibilización del tipo de cambio del lempira en relación al dólar, entre otras acciones.

El equipo económico no ha dicho cuáles serán las líneas de negociación y solo han admitido que será prolongado.

El ministro Cerrato señaló que una vez que la misión técnica del FMI que realiza el estudio en base al Artículo IV se tardarán mes y medio en preparar el informe y que lo apruebe el directorio.

El informe servirá de base para negociar el acuerdo con el organismo financiero y retornar así a la normalidad financiera, de la cual el país ha estado excluido en los últimos ocho años.


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