Tegucigalpa – El expolicía asignado a Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI), Wilmer Carranza Bonilla se convirtió este jueves en el octavo hondureño en ser extraditado a Estados Unidos por presuntos ligues con el narcotráfico.
A Carranza Bonilla se le acusa de ser una pieza clave al brindar información los Valle Valle una organización vinculada al narcotráfico y con vínculos en varias zonas del país y la región centroamericana.
El extraditable fue traslado en una caravana bajo fuertes medidas de seguridad a eso de las 8:30 de la mañana desde el Primer Batallón de Infantería, hasta la base aérea Hernán Acosta Mejía donde lo esperaba un jet con registro N472JL propiedad del gobierno de Estados Unidos en el que fue trasladado hacia ese país del norte para enfrentar un juicio por el delito de narcotráfico. El despegue de la aeronave se produjo a las 11:00 de la mañana.
Carranza Bonilla era un agente clase III que pertenecía a la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI), asignado a la unidad especial de investigación de delitos contra el lavado de activos y privación de bienes.
El 11 de junio del presente año, fue capturado en Tegucigalpa por miembros de la Tropa de Inteligencia y Grupos de Respuesta Especiales de Seguridad (TIGRES), a solicitud de un juez de primera instancia mediante una orden de captura librada el 29 de abril de este año y bajo fuertes medidas de seguridad fue trasladado a las instalaciones del Comando de Operaciones Especiales (Cobras).
Según investigaciones, el detenido utilizó su puesto policial para colaborar con las actividades de narcotráfico y delitos conexos del cartel de los hermanos Valle Valle.
Carranza Bonilla es acusado por conspirar para distribuir al menos cinco kilógramos de cocaína en territorio estadounidense y conspirar para participar en el lavado de dinero y será juzgado en el estado de Virginia.
El expolicía es originario de San Lorenzo, Valle, zona sur del país y se había radicado en el departamento de Copán en el occidente de donde es originaria su esposa y de donde operaba el cartel de los Valle Valle.
El 23 de septiembre, fue capturado José Raúl Amaya Argueta, señalado por Estado Unidos por delitos de narcotráfico, quien sería el noveno hondureño expatriado por estos mismos delitos.
En Honduras las expatriaciones de jefes del narcotráfico iniciaron en 2014, tras la puesta en marcha de una ley aprobada para facilitar tales fines.
La administración Hernández ha extraditado a siete hondureños: Carlos Arnoldo Lobo, quien fue sentenciado 20 años de prisión, Juving Alexander Suazo Peralta, los hermanos Miguel Arnulfo, Luis Alonso y José Inocente Valle Valle y la esposa de este, Marlen Amaya Argueta, así como a Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”.
Otros cuatro connacionales fueron detenidos por autoridades norteamericanas: Digna Azucena Valle, los hermanos Javier Heriberto y Denis Leonel Rivera Maradiaga y Fabio Lobo, éste último hijo del ex presidente Porfirio Lobo (2010-2014).
El presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Jorge Rivera Avilés, confirmó que existen 20 órdenes de captura pendientes para extraditables hondureños, sin embargo el ministro de Seguridad, Julián Pacheco Tinoco, ha reiterado que apenas tienen cuatro órdenes en su poder.
