CIDH denuncia nueva ola de asesinatos y amenazas contra periodistas en 2007
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, dependiente de la CIDH, afirma en su Informe Anual de 2007 que la cifra de asesinatos es «ligeramente menor» en comparación con los 19 que hubo en 2006, si bien sigue siendo un número «significativo» en el contexto regional.
Durante el año pasado se registraron, además, tres desapariciones que podrían estar relacionadas con el ejercicio del periodismo.
Los asesinatos de periodistas tuvieron lugar en Brasil, Colombia, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Honduras, México, Paraguay y Perú.
Por segundo año consecutivo, México registró en 2007 el mayor número de asesinatos. En ese país fueron asesinados seis periodistas y tres desaparecieron, según la Relatoría.
La mayoría de estos casos denunciados podría estar relacionado con el crimen organizado, advirtió.
La Relatoría, encabezada el año pasado por Ignacio Álvarez, indicó que hubo avances en las investigaciones de asesinatos de periodistas, tanto en 2007 como en años anteriores, pero la impunidad «sigue siendo una situación preocupante».
«Ante la falta de garantía de los Estados del derecho a la vida, los periodistas se ven obligados a dejar de investigar e informar sobre determinados temas», consideró la Relatoría.
Por ello, el organismo instó nuevamente a los Estados a que investiguen con celeridad los delitos cometidos contra periodistas y que realicen sus «máximos esfuerzos» para evitar que estos queden en la impunidad.
En el caso de México, el Estado «no solo debe investigar y sancionar, sino además debe adoptar todas las medidas necesarias para prevenir que hechos como los registrados en 2007 se repitan»,
En cuanto a las amenazas y agresiones contra periodistas, la Relatoría señaló que hubo casos en Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Cuba, El Salvador, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
El organismo ha constatado que las amenazas y agresiones contra periodistas y medios de comunicación provinieron de los más diversos sectores, incluidos agentes del Estado.
La Relatoría destacó que las agresiones y amenazas estuvieron vinculadas en muchas ocasiones a proceso electorales, como sucedió en Argentina, Bolivia, Colombia, Guatemala, Jamaica y Venezuela.
En cuanto a la censura, alertó que se presentó nuevamente con fuerza en Brasil, donde en al menos seis ocasiones tribunales ordenaron a medios de comunicación que no publicaran una información o que no mencionaran a determinadas personas.
En 2007 funcionarios y también particulares continuaron con el uso de manera arbitraria del derecho penal para silenciar a periodistas bajo el pretexto de buscar la protección al honor o a la imagen. Casos así se dieron en Argentina, Brasil, Ecuador, Honduras, Perú, Uruguay y Venezuela.
Un aspecto que también preocupa son las medidas que se toman contra el pluralismo informativo.
En 2007 se produjeron avances en este tema en México y en Uruguay así como en el área de radios comunitarias.
Sin embargo, la Relatoría observó con preocupación que «bajo el pretexto de fomentar el pluralismo se ha utilizado el poder público para tratar de silenciar a medios críticos» con el Gobierno, a través de amenazas y de decisiones arbitrarias y discriminatorias en materia de administración de frecuencias de televisión y de radio.
Por su parte, el organismo destacó «importantes avances legislativos» en varios Estados miembros en materia de derogación del delito de desacato, despenalización de las calumnias e injurias, acceso a la información y radios comunitarias.