Tegucigalpa – Con un sistema frágil, sin una visión y estrategia que permita al Estado cumplir con el derecho de acceso a la Salud es como Honduras llega este 11 de marzo a tres años de pandemia a causa de la COVID-19, mientras el Congreso Nacional aprobó que el uso de la mascarilla sea voluntaria y la parte gubernamental decide unilateralmente la venta libre de la pastilla anticonceptiva de emergencia, conocida popularmente como PAE.
– Lo más lamentable es que a tres años de la pandemia todavía tenemos en Honduras un sistema frágil de salud, no contamos con una visión ni una estrategia, citó la entrevistada que representa a la Sociedad Civil.
– De acuerdo al último Boletín de la Unidad de Vigilancia de la Salud Honduras acumuló hasta febrero de 2023 un total de 472 mil 116 casos de COVID y 11 mil 111 decesos a causa del virus.
– Colectivos de Libre insistentemente piden la cabeza del ministro Matheu, mientras gremios del ramo protagonizan frecuentemente protestas por incumplimientos de las autoridades sanitarias.
En conversación con Proceso Digital Blanca Munguía, directora de salud de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), señaló que la pandemia en Honduras ha sido un periodo muy triste y de mucho dolor para las familias.
La pandemia reveló que el sistema de salud ha estado en abandono por muchos años, además no cuenta con inversión y menos con una estrategia clara, comentó Munguía.
Pero mientras la pandemia pareciera ir en declive, por lo menos en cuanto a cantidad de contagios, el sistema sanitario sigue en la misma estela en el segundo año de administración del nuevo gobierno del partido Libre.
Los anaqueles en los centros de salud se muestran semivacíos, ya que apenas tienen el 40% de abastecimiento del cuadro básico, de acuerdo a los reportes oficiales y de prensa.
Mientras en los hospitales los abastecimientos llegan hasta el 65%, según los informes de los responsables de dichos centros estatales.
El gobierno todavía no ha logrado crear una red de suministros seguros y permanentes y por segundo año consecutivo se eliminaron las licitaciones, para volver a apostar por las compras directas.
En la actualidad existe una relativa calma con respecto al COVID-19, sin embargo desde varios sectores se reprocha la inacción de las autoridades para adquirir la vacuna bivalente previendo nuevas olas de casos a corto o mediano plazo.
Asimismo, en un poco más de un año del actual gobierno el sistema sanitario ha deambulado entre protestas, de quienes -por un lado- piden la cabeza del actual ministro Manuel Matheu, y por otro lado los que reclaman el cumplimiento de acuerdos gremiales y el abastecimiento de medicamentos en la red sanitaria pública.
De su lado, el ministro Matheu se ha invisibilizado de la agenda y cuando aparece se jacta de tener el apoyo irrestricto de la pareja presidencial y que avanza aceleradamente la construcción de cuatro hospitales tras finiquitar el financiamiento de España con un préstamo de 70 millones de euros.
Ver: Con destellos de normalidad Honduras cumple 2 años de pandemia
Producto de la pandemia y del frágil sistema de salud hoy se cuentan más de 23 mil muertos a causa del virus que provoca la COVID-19, según estadísticas de la Asociación Nacional de Funerarias, razonó la directora de salud de la ASJ.
Grandes actos de corrupción
El paso de la pandemia por el país centroamericano también reveló grandes actos de corrupción como la compra de los hospitales móviles.
Cabe señalar que Inversiones Estratégicas de Honduras (Invest-H) pagó de contado a finales de abril de 2020, 48 millones de dólares (1 mil 200 millones de lempiras) al intermediario guatemalteco Axel López, en una dudosa transacción catalogada de corrupta por entes civiles, que investigaron los procesos e igualmente lo hizo el Ministerio Público que ha desarrollado en el caso varias líneas de investigación.
El exdirector de Invest-H, Marco Bográn fue condenado culpable por la compra de los dispensarios móviles y también por la compra millonaria de mascarillas.
Ver: Hospitales móviles, más gastos que resultados
La versión inicial era que los siete sanatorios contarían con 91 camas en tres de ellos y 51 en los restantes cuatro, para totalizar 477, pero en la actualidad solo se atienden 40 pacientes en San Pedro Sula y 22 en Santa Rosa de Copán.
Ver: Un año de pandemia: muertes, corrupción y una pequeña luz al final del túnel
“La falta de fortalecimiento del sistema de salud, tanto en educación como en la misma salud privó a la niñez de tener un sistema de aprendizaje adecuado a la realidad llevándolos a una mayor exclusión y a un mayor rezago del aprendizaje”, expresó Munguía.
Sin futuro claro
En conversación con Proceso Digital, la presidenta del Colegio Médico de Honduras (CMH), Helga Codina, concluyó que no existe un futuro claro en la salud de los hondureños a causa de la actual crisis que se suscita en el mismo.
“No existe futuro, ni siquiera se han dado los primeros pasos para hacer cambios en el modelo de salud, se ha derogado una ley privatizadora que fue la Ley Marco de Protección Social, pero no se ha hecho ningún cambio”, reprochó la galena.
Ver: Desabastecimiento de medicinas, el epicentro de la crisis sanitaria
El gobierno debe asumir el rol rector de parte del Estado para garantizar la salud de cada uno de los hondureños, pero no se ha empezado.
Prueba de lo anterior es que solo hay un hospital descentralizado que es el de San Lorenzo en el departamento de Valle.
“No vemos que se le esté dando importancia a la atención primaria, como Colegio Médico hemos ofrecido un modelo de restructuración del sistema de salud y nadie ha tenido el interés de recibirlo”, zanjó.
Médicos víctimas de COVID
En una radiografía de los últimos tres años, la presidenta del CMH, recordó que un total de 88 médicos perdieron la vida a causa de la COVID-19, se cree que fueron unos 97 galenos los que murieron, pero no todos contaron con una prueba que confirmara el diagnóstico, expuso.
La cifra oficial de médicos muertos es 88, pero se cree que fueron unos 97 los galenos que fueron víctimas del virus mientras combatían en primera línea la pandemia.
Ver: Muerte blanca: la consecuencia fatal del virus
“En Honduras 88 médicos fueron reportados como víctimas, sin embargo existieron médicos que por falta de pruebas o al inicio de la enfermedad no se hacía un diagnóstico certero o por fines políticos se ocultaba, se cree que fueron más, unos 97”, declaró.
Secuelas
Existen muchas secuelas producto del padecimiento de la COVID-19, pero ya se tiene un panorama claro de cómo tratarlas, pero la consigna siempre va a ser que se debe evitar el contagio, reflexionó la doctora Codina.
Tanto las secuelas como los factores de riesgos se pueden evitar con una vida saludable, razonó.
Ver: Más de un tercio de un año escolar perdido por la pandemia, según un estudio
Lo más importante es buscar ayuda médica temprana ante cualquier secuela y es necesario la ayuda especializada, agregó.
En ese contexto, acotó que como médicos cuentan con conocimiento actualizado de las secuelas neurológicas, periféricas, centrales, cardiológicas, pulmonares y psicológicas de la enfermedad.
Se sabe cómo tratar las secuelas, pero se debe evitar factores de riesgo, cerró.
Vacunación
La Secretaría de Salud registró que 15 millones 994 mil 097 dosis han sido aplicadas a los hondureños.
Según el boletín de vacunación contra la COVID-19 No. 45, un total de 6 millones 382 mil 620 hondureños se han aplicado la primera dosis de vacuna, sin embargo, solo 5 millones 660 mil 971 se han aplicado la segunda dosis y 3 millones 950 millones 488 la tercera dosis y refuerzos.
Proceso Digital buscó obtener sin respuesta una reacción de las autoridades de la Secretaría de Salud.
Ver: Contagios de COVID-19 van hacia la baja en Honduras, según especialista
Los expertos médicos concluyen que el gran reto de la pandemia en Honduras sigue siendo poder vacunar a toda su población, más de un millón de connacionales aún no reciben la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19.
No vacunados responsables de propagación
El infectólogo hondureño Tito Alvarado, señaló en recientes declaraciones que un aproximado de más de un millón de hondureños, que no cuentan con al menos la primera vacuna contra la COVID-19, como responsables de la propagación del virus.
“Todavía hay centenas de hondureños que no tienen ni siquiera una dosis de vacuna, quizás un millón”, declaró a periodistas en Tegucigalpa.
Ver: Infectólogo señala a hondureños que no se han vacunados como responsables de propagación de la COVID
“Ellos son los culpables de que la infección se perpetúe”, continuó al tiempo que reflexionó que no se sabe quién tiene o no la infección.
Apuntó que el virus que provoca la COVID-19 continúa activo, por lo tanto la pandemia está activa.
Honduras vive una relativa calma sin nuevos casos ni muertes a causa de la COVID-19, pero lo cierto es que la pandemia aún no termina, por lo que, las medidas de prevención se deben sostener hasta que ordene lo contrario.
El Congreso Nacional aprobó el miércoles de esta semana la derogatoria sobre el uso obligatorio de la mascarilla, la que ahora solo es requisito en establecimientos de salud. RO