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Un año de pandemia: muertes, corrupción y una pequeña luz al final del túnel

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Tegucigalpa – Honduras llegó al año de convivir con la pandemia del coronavirus, donde los sinsabores han sido mayor que las alegrías y donde los golpes a los sectores de la salud, economía y educación, ha sido lo más destacado.

Pero lo más destacado es que pasaron 365 días y el sistema hospitalario estatal se encuentra presionado y los médicos señalan que no hay cupo en las unidades de cuidados intensivos, de tal manera que para que alguien ingrese, desafortunadamente lo hace a costa que otro haya fallecido.

Los llamados de médicos y enfermeras a la población para que se proteja y solo salga para hacer lo necesario, a fin de no sobrecargarlos, no ha sido respondido, ya que todavía hay decenas de miles que salen a las calles sin protección de bioseguridad.

Tras conocer los episodios vividos en Asia, pero especialmente en Europa y Estados Unidos, donde las imágenes de cadáveres apilados y  entierros masivos, conmovía a las familias, de pronto Honduras fue informada el 11 de marzo del 2020 que dos personas que justamente provenían del viejo continente habían dado positivo al virus que provoca el COVID-19.

Las evaluaciones que hacen diversas figuras de la comunidad médica, economistas y educadores, señalaron que lo común ha sido la improvisación de las autoridades y otros destacan la incapacidad para hacer frente a la emergencia declarada.

Pérdidas de vidas

Los expertos señalan que la improvisación en el manejo del COVID-19 provocó la pérdida de miles de vidas, ya que el sistema de salud pública no fue reforzado a tiempo para atender a las decenas de miles de pacientes que llegaron a los centros asistenciales estatales.

A nivel oficial se reconoce de parte del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), encargado del manejo, 4 mil 301 muertes por COVID, mientras 175 mil 442 personas han sido afectadas por el virus SARS-CoV-2, responsable de provocar el COVID-19.

Pero a nivel privado, la Asociación Nacional de la Industria Funeraria anunció que el total de muertes que sus miembros han registrado por COVID es de 10 mil 300 hondureños durante el primer año de pandemia.

Jesús Morán, secretario de la asociación de funerarias, indicó que la diferencia se debe a que el gobierno solo certifica las muertes a través de pruebas PCR, mientras la industria lo hace con la certificación del médico de cabecera.

Sistema de salud

Muchos de los expertos señalaron que la falta de un sistema de salud robusto y preparado fue el indicador de la mayor cantidad de muertes en el país.

En ese sentido, recuerdan que la improvisación en la compra de siete hospitales móviles es una de las grandes causas, ya que los mismos nunca solventaron las necesidades de los médicos y enfermeras y al día de hoy, los hospitales estatales están sobrecargados.

La compra de los hospitales móviles ha sido considerada como la mayor muestra de improvisación e incapacidad, ya que actualmente solo el de San Pedro Sula funciona, mientras el de Tegucigalpa lo hace a medias y sin las unidades de cuidados intensivos, ya que no venía preparado para ello.

El Estado erogó más de 40 millones de dólares en su adquisición y más de 200 millones de lempiras en su transporte e instalación.

Marco Bográn, exdirector de Invest-H, y uno de los supuestos responsables de la compra de los hospitales móviles.

El Ministerio Público inició una investigación para dar con los responsables de la compra de los mismos y si hubo dolo en la compra de los hospitales.

La adquisición de los centros estuvo a cargo de Inversión Estratégica-Honduras (Invest-H), dirigida entonces por Marco Bográn.

“Yo diría que el gobierno en esta evaluación sale aplazado, porque ha campeado una total improvisación, la falta de asesoría es evidente, muchas de las decisiones que se han tomado han sido a la loca, de hecho, prácticamente 48 millones de dólares de los hospitales móviles, más 200 millones de lempiras en obras complementarias duermen el sueño del justo y de la impunidad”, recrimina el doctor carlos Umaña, presidente de la Asociación de Médicos del IHSS de San pedro Sula.

Cientos de miles de empleos destruidos

Pero la pandemia no solo afectó el sistema sanitario, sino que también golpeó fuertemente a la economía hondureña y justamente cientos de miles de empleos se perdieron durante el año.

José Luis Rivera, presidente de la CCIT.

El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), José Luis Rivera, señaló que el desempleo se duplicó al pasar de casi 5 por ciento a un 10 por ciento.

Indicó que entre 400 a 500 mil empleos se destruyeron o fueron suspendidos, mientras el 40 por ciento de las micros, pequeñas y medianas empresas desaparecieron.

El Banco Central de Honduras (BCH) reportó que la economía se derrumbó un 9.5 por ciento el 2020, aunque a ello se le sumó los daños provocados por las tormentas Eta e Iota que destruyeron parte del país en noviembre del 2020.

Hugo Noé Pino, expresidente del Banco Central de Honduras.

Por su parte, el también economista Hugo Noé Pino, apuntó que se necesita liderazgo y credibilidad en las políticas públicas, pero el problema es que “cómo va a confiar la población cuando en medio de esta pandemia, se han hecho negocios irregulares en la compra de hospitales móviles, o se han hecho negocios irregulares con las compras en Copeco”.

Educación y la niñez

Otro campo golpeado por la pandemia fue la educación y los daños continúan este 2021.

Las draconianas medidas de cerrar los centros escolares todavía se mantienen y más de dos millones permanecen fuera de las aulas, al no matricularse o desertar el año pasado.

El informe de Transformemos Honduras, estableció que durante la matrícula de 2020, 1.2 millones de menores no pudieron matricularse en las escuelas e instituciones públicas del país. Igualmente, unos 800 mil alumnos se retiraron de las clases virtuales durante la pandemia.

La pandemia desnudó la desigualdad en el sistema educativo, ya que ha afectado a los niños provenientes de hogares pobres, los que no tienen acceso a Internet ni a dispositivos móviles para participar en las clases virtuales.

Salida a crisis

Todos los expertos señalan que lo positivo de la crisis ha sido la apertura de los centros de triaje, lo cual ha venido a descongestionar parte del sistema de salud público.

Otro elemento que destacaron es la iniciativa de médicos que crearon los tratamientos MAIZ y Catracho, lo que vino a reducir las muertes en los contagiados.

Pero la mayoría coincide que la única salida a la crisis es la vacunación masiva de la población.

El intensivista Óscar Díaz fue el primer médico en aplicar la vacuna en la zona norte de Honduras.

En ese sentido se vislumbra una luz al final del túnel con la adquisición de las vacunas Sputnik-V a Rusia, las adquiridas por el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y las que enviaran el mecanismo COVAX de las Naciones Unidas.

El presidente de la CCIT estimó que se necesita vacunar a 10 mil personas los próximos 400 días para lograr que se vacunen los cinco millones de hondureños que estiman los expertos se necesitan para salir de la pandemia. OM

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