Naciones Unidas.– El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó este jueves los bombardeos rusos de la pasada noche contra varias ciudades ucranianas, entre ellas la capital Kiev, y recordó que «los ataques contra los civiles y las infraestructuras civiles violan la legalidad internacional, son inaceptables y deben cesar de inmediato».
La cifra de civiles muertos por la agresión rusa contra Kiev asciende a 14, entre los que se cuentan tres menores, según informaron las autoridades ucranianas.
Los ataques dañaron edificios de viviendas en varios distritos de la capital y provocaron daños en un centro comercial, una guardería, y el edificio de la delegación de la Unión Europea en Ucrania, así como en las oficinas del periódico Ukrainska Pravda.
Guterres, en una declaración emitida esta mañana, volvió a llamar a un alto el fuego que conduzca a una paz «sostenible» y que garantice «la soberanía, independencia y la integridad territorial de Ucrania, con sus fronteras internacionalmente reconocidas», lo que ha sido la postura tradicional de la ONU.
Sin embargo, las únicas iniciativas para poner fin a la guerra en Ucrania han partido de Estados Unidos -cuyo presidente, Donald Trump, ha recibido por separado a los mandatarios de Rusia y Ucrania, Vladímir Putin y Volodímir Zelenski, respectivamente, con la ONU ausente de estos contactos.
De hecho, todas las gestiones diplomáticas emprendidas por Trump para solucionar o encauzar distintos conflictos en el mundo -entre Congo y Ruanda, Armenia y Azerbaiyán, o Egipto y Etiopía, entre otros, se han realizado a espaldas de la ONU, un síntoma más de cómo el Gobierno de EE.UU. está ignorando de forma ostentosa el papel de Naciones Unidas como guardián de la paz mundial. EFE