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Guerra!!!

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Por: Otto Martín Wolf

El Presidente Trump, y su evidente narcisismo, parece estar empeñado en hacer todo lo posible por dejar su marca en la historia, aunque para hacerlo tenga que destrozar el siempre frágil orden mundial.

 

Contra lo que ha sido la base de la política comercial de los USA, así como del Partido Republicano, ha empezado a poner impuestos a importaciones de otros países y a romper tratados comerciales.

La ignorancia es la madre de la audacia me dijo alguien una vez y a lo largo del tiempo he comprobado cuánta razón tenía.

Trump primero sacó a su país del Acuerdo de París sobre el cambio climático. El hombre “sabe más” que todos los científicos, quienes están de acuerdo en que el calentamiento global es una realidad y que hay que hacer algo y hay que hacerlo pronto.

Los líderes mundiales no habían salido aún de su asombro cuando rompió las pláticas que se habían venido sosteniendo para la firma de un acuerdo comercial con algunas naciones asiáticas.

Luego, en su locura -no se puede llamar de otra manera- se puso a renegociar todo lo acordado con México y Canadá, quién sabe hasta dónde irán a llegar las cosas.

Inmediatamente puso aranceles del 25% a las importaciones de acero y 10% al aluminio, argumentando que se trata de “seguridad nacional”.

México replicó grabando varios productos norteamericanos, carne de cerdo entre ellos, lo que significa un enorme perjuicio para los productores norteamericanos, no tanto para los consumidores mexicanos, quienes fácilmente encontrarán otros proveedores.

No hace más de dos semanas gravó impuestos por 50 billones de dólares a ciertos productos chinos, el país asiático contestó con una medida igual para artículos estadounidenses.

Sus aliados europeos no tardaron ni un segundo en replicar a los impuestos cargados a sus productos con lo mismo para algunos de los USA.

Inestabilidad emocional o quién sabe qué, ya que los Estados Unidos han sido los campeones mundiales del libre comercio, política que está siendo destrozada (creo que irresponsablemente) por el presidente norteamericano.

En una guerra comercial nadie puede salir ganando, siendo el principal damnificado el pueblo, quien a la larga tiene que pagar los impuestos o dejar de comprar los artículos si se encarecen mucho.

Desempleo es otra de las consecuencias, no sólo en el país que produce los bienes gravados, pero también quien los consume. Digamos que no se vuelven a vender motos Harley en Europa, sus distribuidores, mecánicos, vendedores de repuestos, etc., se ven afectados, al igual que los fabricantes norteamericanos, que tienen que bajar su producción, mandando empleados a la calle.

Es lógico que los productos chinos sean más baratos, sus obreros ganan mucho menos que los norteamericanos, esa es la lógica simple, pero no hay que olvidar que, entones y como consecuencia de eso, el pueblo puede comprar artículos más baratos.

Póngale impuestos y todo saldrá más caro; todos pierden.

El 11 y 12 de Julio se reunirán los integrantes de la OTAN, Tratado de la organización de países del Atlántico Norte, por sus siglas en inglés, integrado ahora por 28 países y la única barrera real para el expansionismo ruso, ya Trump ha dicho que “es la OTAN es un desastre”, es muy posible que él lo convierta en algo aún peor.

Mal momento para el planeta que un hombre como Trump haya llegado a la presidencia de los USA.

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