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Funcionario de EEUU dice que menores centroamericanos «están bien cuidados»

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Nogales (EEUU) – El secretario de Seguridad Nacional de EEUU, Jen Johnson, aseguró hoy que los menores inmigrantes procedentes de Centroamérica, alojados en Nogales (Arizona) por la Patrulla Fronteriza, «no están en una situación ideal, pero están bien cuidados en estas circunstancias».
 

Johnson visitó este miércoles el centro de procesamiento de extranjeros de la Patrulla Fronteriza en Nogales, donde se alojan 900 menores inmigrantes que cruzaron solos la frontera entre EEUU y México, en un recorrido acompañado por la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, y el alcalde de la ciudad, Arturo Garino.

En una conferencia de prensa en español en las afueras de la estación, Johnson reiteró que «los padres deben considerar enviar a estos niños desde Centroamérica, el recorrido es muy peligroso y no hay una vía libre, no hay permisos para sus hijos que vienen a Estados Unidos».

En los últimos meses han llegado al sur de EEUU cerca de 50,000 menores centroamericanos, procedentes sobre todo de Guatemala, Honduras y El Salvador, causando una situación que el Gobierno estadounidense ha definido como «crisis humanitaria».

Johnson subrayó que el viaje al que se han enfrentado los niños «es caliente y peligroso».

«Ustedes están entregando a sus hijos en las manos de organizaciones de contrabandistas criminales. Cuando su hijo llega aquí ellos reciben una notificación de presentarse a una corte para iniciar un proceso de deportación», señaló el funcionario.

Añadió que «el personal de la Patrulla Fronteriza, la Guardia Costera y las otras agencias del Gobierno (estadounidense) que están aquí, están haciendo un trabajo extraordinario, dedicado y profesional en estas circunstancias».

El funcionario recalcó que la seguridad fronteriza no se ha descuidado y que el límite con México está protegido.

«Le he dicho al comandante y a los jefes que podemos traer recursos de otras parte del país pero quiero estar seguro que no estamos quitando nuestro ojo en la seguridad fronteriza», enfatizó Johnson.

La gobernadora Brewer no ocultó su frustración con el Gobierno federal estadounidense y les pidió enfáticamente que «hagan su trabajo y protejan la frontera».

Brewer culpó al Gobierno de EEUU de esa crisis humanitaria y reconoció el trabajo de los agentes de la Patrulla Fronteriza en el cuidado de los menores en las instalaciones de Nogales.

«Los niños están durmiendo en colchones en el suelo, con un cobertor de aluminio, están limpios y tienen atención medica», dijo Brewer.

Según la información que obtuvo, diariamente reciben 140 menores y el mismo número sale para ser enviado a los albergues.

«Hay como unas diez menores que están embarazadas y se están asegurando que tengan la apropiada atención medica», expresó la gobernadora.

Agregó que «como madre, más allá de que esto me rompa el corazón, es saber que hay padres que arriesgan a sus hijos enviándolos por el camino peligroso».

La gobernadora señaló que se abrirán dos albergues en Arizona, uno en Phoenix y otro en Tucson, que estarán listos la próxima semana para acoger a 280 menores, y añadió que además de niños centroamericanos hay menores de China, Ecuador y de India.

«Esta crisis que Estados Unidos está enfrentando con niños no acompañados es porque no se ha hecho el esfuerzo real para enviar el mensaje a estos países que nuestras fronteras están cerradas», enfatizó.

Brewer expresó también su molestia por la manera en que las autoridades migratorias entregan a los menores.

«Estos niños serán liberados y entregados a sus padres, seguramente un inmigrante ilegal que ya está en Estados Unidos y serán esparcidos en nuestra comunidad, no sé cómo el país podrá absorberlos, es ciertamente una situación terrible», explicó.

Acerca de lo que hablaron con los menores, la gobernadora afirmó que fue frustrante ver en los ojos de los niños el dolor y el trauma en el que los han puesto.

«Hablamos con unos niños probablemente entre la edades de 12 a 15 años, tres niños y tres niñas, de Centroamérica y Ecuador dijeron que hicieron el recorrido con coyotes (traficantes de personas) y pagaron entre 5 y 7 mil dólares cada uno», relató la gobernadora.

Añadió que algunos viajaron en tren, luego caminaron distancias y su travesía duró de dos a tres semanas.

«Sus padres les dijeron que hicieran esto y que podrían quedarse en el país», sostuvo Brewer.

Según la gobernadora, Johnson explicó que el Gobierno federal ha enviado 140 agentes adicionales, pero «hubiera sido mejor que los enviaran antes para proteger la frontera y no para tomar cuidado de estos niños», enfatizó.
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