Tegucigalpa – El ex embajador de El Salvador en Honduras y diputado de Democracia Salvadoreña (DS), Sigifredo Ochoa Pérez, criticó la respuesta que el gobierno de su país ha dado a la presencia hondureña en la Isla Conejo porque “se muestra pasivo” cuando puede ocupar herramientas jurídicas para reclamarla y si en caso éstas se agotan deberán emplearse las armas, según publica el diario digital La Página del vecino país.
– El ahora diputado criticó la «pasividad» de su gobierno luego que el Ejército hondureño volviera a izar su bandera en el islote. “Honduras actúa como los mareros porque entraron por la fuerza y no se quieren ir», aseveró.
Agrega que el militar en retiro, sin embargo, advirtió que las autoridades hondureñas quieren provocar a las salvadoreñas para llevar el caso al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y poner en riesgo la propiedad del islote de 50 hectáreas.
Indicó que en la comisión de desarrollo y soberanía territorial propondrá convocar a Norman Quijano, alcalde de San Salvador, que el 9 de agosto supuestamente dijo a la prensa hondureña que la isla es hondureña. Explicó, además, que muy pronto se terminará una ley para apuntalar la lucha jurídica en el tema.
Consultado sobre qué significa para El Salvador el islote Conejo, el ahora diputado respondió que “no es que sea la joya de la corona para Honduras, sino que pretendían dominar las islas Meanguera y Meanguerita para tener el Golfo de Fonseca y la salida al Pacífico, ellos tienen ese asunto para provocarnos, porque es un islote de media manzana, tiene significado en el área para los pescadores porque son tres millas acuáticas”.
Añadió es el islote es importante porque es parte de El Salvador y de acuerdo con la Constitución, el presidente de la República está obligado a mantener la integridad del territorio, haciendo uso de la política exterior y de la Fuerza Armada.
“El asunto es que hubo un descuido, hay muchas versiones. Pero la principal es que Honduras se aprovechó de la falta de nuestra presencia porque nunca ellos han alegado posesión, siempre han guardado silencio. Ellos se han hecho el gato bravo a tal grado que han hasta construido hasta estructura”, acotó Ochoa.
Añadió que las autoridades salvadoreñas, descuidaron el islote, desde la guerra civil en ese país, “quizá porque no le prestaron importancia o por la política estadounidense de debilitar el flujo de armamento de los sandinistas… el asunto es que cuando hay un conflicto un tercero no involucrado se aprovecha y es lo que hizo Honduras; es el mismo caso de los pandilleros que se toman por la fuerza una casa abandonada -eso no tiene fuerza jurídica- y no se quieren ir: Honduras actúa igual los mareros con la Isla Conejo”.
Arguyó que en el fondo Honduras quiere provocar un conflicto armado para que Naciones Unidas intervenga; “ocuparnos a nosotros para decir en el Consejo de Seguridad que hemos atacado y somos agresores. La Fuerza Armada, sin embargo, no tiene intención de agredir aunque Honduras atropelle nuestros derechos”.
Reiteró que lo que más me sorprende es la pasividad del gobierno salvadoreño, al tiempo que cuestiono que el mandatario de ese país Salvador Sánchez Cerén se fue a Nicaragua y todo bien, se entrevistó con el mandatario hondureño Juan Orlando Hernández y hablaron de qué bonito será hacer una zona de paz, mientras las autoridades hondureñas hacen presencia soberana en un islote que, según Ochoa, no les pertenece y ese es el punto. “Debemos mostrar una política exterior más fuerte, no es bueno que nos toquen la cara porque después nos van a tocar otra cosa”, apuntó el político salvadoreño.
Consideró que por derecho legítimo, El Salvador debe hacer uso de sus armas legales, jurídicas y recuperar la isla, por eso hay que potenciar a la Cancillería, pero que “no sea tan taimada, timorata sin hacer nada, sino una que responda con una política exterior fuerte; sin embargo, si el presidente sigue mostrando debilidad y los hondureños harán otras acciones no solo en la isla sino también provocándonos”.
Consideró que todo tiene sus límites, pero se puede ser paciente hasta cierto punto, “pero si te están tocando la cara y luego bajan a otra parte… solo que te guste, pero no creo que nos guste que nos toquen la cara”.
En ese sentido, pidió a las autoridades salvadoreñas ser fuertes y agresivas para defender los intereses soberanos. “Esto se debe defender al igual que a un hijo que no se defiende por grande, chiquito, feo o bonito sino porque es de uno y nuestro territorio nos pertenece y esa isla es parte de nuestro territorio; la única forma de sacarlos es por la vía diplomática o la fuerza, es decir por las armas”, reiteró.
Ochoa considera que el fallo que emitió la Corte Internacional de Justica de La Haya en septiembre de 1992, que dirimió el diferendo limítrofe entre ambos países, “complicó la situación porque mandó a ponernos de acuerdo los tres Estados ribereños para hacer una división que se les ocurrió a ellos. Eran tres cosas las ordenadas: la delimitación terrestre, la parte del Golfo de Fonseca y la del Pacífico.
“En el Golfo siempre mantenemos nuestra posición, Honduras siempre ha querido delimitar porque ellos tienen una política geófaga, han comido territorio a un montón de gente”, aseveró.
Arguyó que Honduras pretende que El Salvador vaya a la Isla Conejo a izar su pabellón nacional, pero advirtió que “debemos ser muy cautos para no caer. Tenemos que potenciar a la Cancillería para que un equipo de juristas nos defienda en el tema”.