Madrid – España está bajo estado de alarma y lo estará algo más de seis meses, hasta el próximo 9 de mayo de 2021, según autorizó este jueves el Congreso español para atajar la pandemia de coronavirus, que hoy dejó hoy a más de la mitad del país confinado, incluido Madrid, que lo estará durante este puente de Todos los Santos y el 9 de noviembre, festividad local de la patrona de esa comunidad autónoma.
El Ministerio español de Sanidad notificó este jueves 23,580 nuevos casos de covid, un nuevo récord diario de contagios, 9,395 en las últimas 24 horas, con lo que la cifra total de afectados por la enfermedad desde el inicio de la pandemia asciende a 1,160,083, y a 35,639 la de muertos, 173 más desde ayer.
Según estos datos oficiales, Madrid se mantiene a la cabeza de nuevos contagios, con 1,809 en las últimas 24 horas, seguida de Cataluña (noreste), con 1,707; Aragón (este), con 1,121; País Vasco (norte), con 915; y Andalucía (sur), con 653.
La incidencia acumulada en los últimos 14 días por cada 100,000 habitantes en España se sitúa en 468.1, mientras que la presión hospitalaria es del 14.2 % y la ocupación de las ucis del 25.5 %.
Apoyo mayoritario al estado de alarma
Para definir un contexto en el que luchar contra esos datos, el Gobierno del socialista Pedro Sánchez logró el apoyo de sus habituales aliados parlamentarios, además de los liberales de Ciudadanos, mientras que el conservador Partido Popular se abstuvo y el ultraderechista Vox votó en contra.
El estado de alarma permite a los gobiernos regionales decretar restricciones a la movilidad de los ciudadanos, como el cierre perimetral de sus territorios, para frenar la expansión del coronavirus.
El Congreso también aprobó que Sánchez tenga que comparecer ante la Cámara cada dos meses para informar sobre la evolución de la pandemia mientras dure el estado de alarma, algo que el ejecutivo no tenía previsto, pero que pactó con otras fuerzas políticas a cambio de su apoyo en la votación del estado de alarma.
Asimismo, cuatro meses después de la entrada en vigor de la alarma, es decir, a partir del 9 de marzo, la Conferencia de Presidentes, que reúne a los presidentes autonómicos y al Gobierno de España, podrá plantear el levantamiento de las medidas si cuenta con el criterio favorable del Consejo Interterritorial de Salud, que reúne al Ministerio de Sanidad con las consejerías de los ejecutivos regionales.
Al haber autorizado el Congreso una prórroga de seis meses, el Gobierno logró evitar votaciones periódicas como las del primer estado de alarma, que se alargó en seis ocasiones, de marzo a junio, tras votaciones cada dos semanas que iban reuniendo cada vez menos apoyos, con el consiguiente desgaste político para el ejecutivo.
Confinamientos perimetrales
La declaración del estado de alarma ha precipitado las restricciones para hacer frente a la pandemia, con toques de queda y confinamientos perimetrales en Madrid, Cataluña, Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Murcia, La Rioja, Navarra, Euskadi, Aragón, Asturias, Valencia, Ceuta y Melilla, que han prohibido la entrada y salida de su territorio ante la proximidad del puente festivo de Todos los Santos.
El consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, afirmó hoy tras anunciar la presidenta de la comunidad madrileña, la conservadora Isabel Díaz Ayuso, el cierre de Madrid solo en los dos próximos puentes (el de la festividad de Todos los Santos y el local solo en Madrid del 9 de noviembre, día de la Virgen de la Almudena, que el ministro español de Sanidad, Salvador Illa, le telefoneó personalmente anoche para confirmar que el cierre de la región se podía hacer por días.
El epidemiólogo Fernando Simón, portavoz sanitario para la pandemia precisó este jueves que los confinamientos perimetrales por días concretos, aunque «poco» y «menos» que los de mayor duración», tienen efecto para reducir la transmisión del virus.
«Aunque no vaya a tener todo el impacto que nos gustaría, un confinamiento de pocos días también tiene algún efecto, poco, pero tiene», aclaró en rueda de prensa sobre la decisión de la comunidad de Madrid de instaurar esta restricción tan solo los días de los dos puentes de noviembre.
En su opinión, un confinamiento «muy corto no es suficiente». «En la situación en la que estamos se tiene que intentar siempre dar un paso grande, dar pasos tímidos no es la forma», añadió.
No a un cierre total
A pesar de la difícil situación de esta segunda ola, el epidemiólogo aseveró que no es el momento de un confinamiento domiciliario y pidió «templanza» frente a la presión de implantar medidas contra el covid como reacción a las que se implementan en otros países.
Simón explicó que las medidas adoptadas por países como Francia o Alemania en que la evolución de la pandemia en Europa está siendo mucho más rápida que en España que, además, lleva más tiempo implementando medidas «de forma más controlada».
Se mostró contrario, de momento, al cierre de establecimientos y eventos culturales, porque no se debe «culpabilizar a un sector que está haciendo las cosas bien, muy bien» y en el que no se han detectado riesgos específicos.
En este momento, indició Simón, lo importante es aplicar bien las medidas que se han implementado y esperar a ver su efecto en el control de la pandemia.
«La solución no es aplicar cada vez más medidas, sino que se apliquen de verdad, que sean reales», dijo. (ag)