Tegucigalpa (Especial Proceso Digital/Por Verónica Castro) – Al iniciar el 2025, unos seis mil hondureños se enfrentan a la incertidumbre. Los sitios donde laboraban, en los rubros de maquila y camaricultura, cerraron sus operaciones y con eso, los dejaron sin la estabilidad de un empleo formal. Aunque empresarios del Valle de Sula también informan de la llegada de inversiones en este sector.
– Maquila inicia el año con tres empresas fuera de operaciones, lo que se traduce en cerca de tres mil empleos directos menos.
– La industria camaronera sigue sin recuperarse tras el cierre del principal mercado, el taiwanés y acumula tres mil puestos laborales perdidos.
En el sector de la maquila, ejecutivos de una empresa inglesa que emplea a unas 300 personas, informaron desde el año pasado que el próximo martes 14 de enero cierra oficialmente sus operaciones.
Según lo revelado por Pedro Orellana, de la Red de Sindicatos de la Industria Maquiladora, la empresa dedicada a la rama textil no mantiene mucho personal, su cierre afectará directamente a 300 familias, e indirectamente a al menos el triple de ese número.
La diputada del Congreso Nacional del departamento de Cortés, Kathia Crivelli, dijo por su parte que Jersey de Honduras también cerró operaciones, dejando sin empleo a unas 850 personas.
La diputada del Partido Liberal también informó que otra maquila ya anunció que cerrará operaciones en una planta donde laboran al menos mil quinientas personas.
Según Crivelli, se trata de Fruit of the Loom, uno de los mayores fabricantes y comercializadores de ropa interior, camisetas imprimibles y polares para la industria de ropa deportiva. Esta empresa está en Villanueva y Choloma.
Entre las tres empresas, la cifra de empleos directos supera los 2 mil 650.
“El número de plazas laborales se suma a las 50 mil que se han perdido en los últimos dos años en el rubro de la maquila”, recordó Orellana.
No obstante, pese al duro golpe que implica la maquila, las inversiones anunciadas desde el sector industrial asiático daría calma en este rubro.
Según el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Cortés (CCIC), Karim Qubain, algunas empresas que se encuentran en tierras mexicanas, ya están a la espera de comenzar su traslado al territorio nacional, pese a esto, aún no se maneja una fecha para su llegada.
El secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH), Joel Almendáres, dijo que los anuncios de cierre de maquilas, ya se habían hecho y que trabajan para evitar que se repita lo sucedido con los empleados de Delta Honduras que dejó burlados a sus empleados.
“Hay un clima de preocupación, pero estamos ocupándonos de hablar con la Asociación de Maquiladores de Honduras (AMH), con los trabajadores a ver cuál es el marco del respeto a los derechos que tienen ellos para ver de qué manera no los dejan burlados como ya lo hizo una maquila anterior”.
Efecto de denuncia de TLC con Taiwán
Mientras el sector maquila está a la expectativa de la llegada de inversiones, en el sector de camarones, la última inversión data de hace 15 años, según dijo a Proceso Digital el director de la Asociación Nacional de Acuicultores (Andah), Javier Amador.
Para este sector, enero de 2025 queda en la memoria por el cierre de una planta que estuvo más de tres décadas en el país. “Ese cierre del grupo empresarial Santa Inés se había dado desde el año pasado, pero en enero se realiza oficialmente”, dijo Amador.
El dirigente del gremio líder en generación de empleo en la zona sur del país detalló que en términos de pérdidas de empleos, desde que finalizó el Tratado de Libre Comercio entre Honduras y Taiwán, sumado al cierre parcial del mercado mexicano, además de las devastaciones causadas por las tormentas tropicales en el último bimestre del 2024 representó la pérdida de 6 mil empleos.
“China fue un mal cálculo de parte del gobierno. Creímos que China nos iba a comprar todo el camarón”, afirmó al indicar que esperaban que el aparato estatal de China comprara el producto, tal como se lo dijeron desde el gobierno en algún momento.
Con la quiebra de Santa Inés, quedan en la calle entre mil 500 y dos mil empleos, además de los empleos que no se han recuperado desde el año pasado, que en total suman unos 3 mil empleos.
Amador explicó que en caso de este grupo empresarial, la empresa estaba haciendo esfuerzos para reactivar la operación y ponerse al día con el pago de salario y prestaciones de sus empleados.
“Estaban con la esperanza de recuperar unos créditos fiscales que el Estado de Honduras le debe a la industria del camarón y esa empresa estaba con un valor bastante alto que le adeudaban”, explicó.
El directivo de la Andah detalló que al llegar enero no pudo recuperar ese crédito fiscal, pese a los esfuerzos realizados, “posiblemente se ejecuten, se haga la devolución, pero en este momento los dueños de la empresa decidieron cerrar operaciones, buscarse otros destinos, otros países que quizá tengan situaciones mejores y están buscando vender el inmueble, sobre todo equipo, para pagar a proveedores y empleados”.
Para esta empresa, el mercado se cerró, la empresa no tenía más opciones de mercado y cerraron operaciones. A las plazas laborales que se pierden con esta empresa, Amador suma las empresas que están cerradas.
Incertidumbre
Para los camaroneros, las expectativas para 2025 son de incertidumbre porque viene un año político y no sabemos qué va a pasar.
“Hay cuestiones que todavía el gobierno está allí lo tienen como en cartera, las amenazas que tenemos con la Ley de Justicia Tributaria, de ser aprobada termine de darnos el tiro de gracia, por mucho que algunos quieran minimizar el impacto que podría hacer eso en la agroindustria”, dijo.
Amador indicó que además enfrentan retos como el hecho de que tienen amenazas de incrementos en el canon de arrendamiento de los playones que utilizan para producir camarón. “De 3 dólares la hectárea que pagaban en 2014, actualmente 40 dólares la hectárea y nos quieren incrementar ese valor, hay una amenaza allí».
Otra amenaza es cobrando por usar el agua de mar, “el agua que usamos para tener el camarón, un agua que no se gasta y que incluso con el deshielo se ve más agua de mar”.
Le suma a esa incertidumbre que “la seguridad jurídica en el país es grave, la gente no quiere invertir tanto porque no sabe qué va a pasar. El tema de mercados sigue siendo un problema, China no es una opción, estamos afrontando el reto como para ser competitivos en el mercado de China, pero significa hacer inversiones y las inversiones hechas con fondos caros, ahora que los préstamos tienen tasas altas, va a ser más caro”, observó. VC