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En los más vulnerables se ensaña la baja ejecución presupuestaria 

Tegucigalpa – Obras de mitigación insuficientes, red vial secundaria y terciaria destruida, escasez de medicamentos, mala atención sanitaria son el reflejo de la baja ejecución presupuestaria que por tercer año, marca la gestión de la administración de la presidenta Xiomara Castro.

Expertos en economía, salud y educación consultados por Proceso Digital, expresaron que preocupa que en 2024 se repita el mismo patrón mostrado en 2022 y 2023 en la ejecución de la inversión productiva, cuya deficiencia impacta directamente en la población más vulnerable.

Una tradición que se vuelve rutina

Este año, mientras avanza el segundo semestre, el portal de la Secretaría de Finanzas (Sefin) indica una ejecución presupuestaria que ni se acerca al 50 %. Los indicadores andan en 30 %, es decir 122 mil millones de lempiras del presupuesto general de 407 mil 461 millones de lempiras.

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“El año pasado, el comportamiento fue marcado por una lentitud en los primeros meses y una acelerada ejecución en los últimos meses, lo que el economista del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), Mario Palma, señaló, “no se traduce en mejora en términos de la prestación de servicios público”.

El experto en economía indicó que en términos de inversión pública se observa que el 80 % de la ejecución en la inversión es inversión social y el resto en inversión productiva.

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“Es importante ver cómo se mejora la inversión productiva, porque eso es lo que nos va a llevar a ser más productiva especialmente siendo que ya se viene la época de la lluvia, y este tema de inversión productiva tiene mucho que ver con infraestructura y el tema de la lluvia lo vuelve más desafiante”, afirmó Palma.

El titular de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), José Carlos Cardona, explicó a periodistas que la baja ejecución reflejada a mediados de junio se debe a que parte de la ejecución del presupuesto está programada para el tercer trimestre del año 2024.  

“Uno tiene una programación, la Red Solidaria para el caso, se programó para entregar las transferencias monetarias a partir del tercer trimestre del año, que inicia ahorita el 1 de julio, entonces por eso es que la ejecución del programa ha estado baja”, aseveró Cardona, quien es también el director de la Red Solidaria.

Liliana Castillo, economista.

 El llamado de la presidenta Castro

Para la expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Liliana Castillo, esta baja ejecución presupuestaria es preocupante, “se esperaba que en 2024 la misma iba a aumentar tomando en consideración el llamado que hizo a los funcionarios la presidente de la República”, dijo.

Castillo manifestó a Proceso Digital que el tema de fondo es que básicamente se ejecuta lo correspondiente a servicio de la deuda y al gasto corriente, es decir sueldos y salarios, compras y suministros.

“La ejecución es muy baja en la infraestructura productiva, inversión social, educación, salud; que son sectores prioritarios para el desarrollo económico y social del país”, indicó Castillo.

“La baja ejecución en estos sectores tiene implicaciones en la población en general, pero impacta más en la población más vulnerable que son los que deberían recibir mejor calidad en servicios de salud, educación, inversión social e inversión productiva a través de generación de fuentes de empleo mediante la ejecución de proyectos de infraestructura productiva que además beneficien a sus comunidades”, apuntó.

La economista enfatizó que los diferentes Gobiernos siempre han sacrificado el gasto en inversión social e infraestructura productiva, potencializando más el gasto corriente porque es más fácil ejecutarlo mediante más creación de plazas, mayores sueldos y salarios, más compras directas, entre otros aspectos. 

“Si el sector privado está siendo cauteloso para realizar inversiones, entonces le corresponde al sector público la generación de fuentes de empleo, agilizando la ejecución de los recursos destinados a programas sociales y a inversión productiva que son los que más benefician a los grupos más vulnerables”.

Presupuesto no ejecutado

La directora de Salud de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), Blanca Munguía, explicó a Proceso Digital que en esta área, el primer impacto de la baja ejecución del presupuesto es que no se permite un acceso a la salud de acuerdo a la necesidad de la población.

Además, al no ejecutar esos fondos asignados es que la salud de la población se va deteriorando, por lo que no solo es que no recibe atención sino que va empeorando, lo que puede llevar a la persona a colapsar y llevarlo a la muerte.

En el renglón de salud, ha habido una no ejecución de 9 % anual, mientras un 75 % de la población vive en condiciones de pobreza o extrema pobreza y un 40 % tiene enfermedades crónicas o de base.

Al cierre de mayo, la Secretaría de Salud había ejecutado el 31.3 %, donde sueldos y salarios ocupa la segunda mayor ejecución, después de la partida de vacunas. En cambio medicamentos, infraestructura hospitalaria y hemodiálisis reportan 21 %, 29 % y 8 %, respectivamente.

“Es lamentable que habiendo tanta necesidad, teniendo una población tan enferma porque tenemos un modelo de salud curativo, que las autoridades no aprovechan un presupuesto disponible para poder resolver y dar resultados a la población”, criticó.

Servicios a medias

Por su parte, el exministro de Educación, Marlon Escoto en plática con Proceso Digital detalló que la baja ejecución impacta directamente en el condicionamiento del espacio educativo de los escolares y que “en estos tiempos que estamos perdiendo matrícula y la cobertura es baja, la calidad también ha retrocedido, es importante acelerar estos recursos que están disponibles para que sean efectivos“.

El director de Educación de la ASJ afirmó que “al final se puede cerrar con 100 % de la ejecución presupuestaria pero es importante que llegue en el momento que se requieren este tipo de inversiones”.

En el caso de educación, donde una importante parte del presupuesto se destina al pago de sueldos y salarios, Escoto considera como una gran inversión, pues sin los maestros no se puede desarrollar la educación. Mientras que para atender otros renglones como la infraestructura o la merienda escolar involucra a otras secretarías.

La baja ejecución presupuestaria está relacionada a diferentes factores como insuficiente capacidad técnica, inexperiencia, sistemas demasiado burocráticos, falta de planificación, inconsistencias y retrasos en la distribución de recursos públicos por parte de Sefin.

Un ejemplo del retraso de distribución de fondos se vio a inicios de junio, cuando tras diez meses de espera, el Banco Hondureño de la Producción y la Vivienda (Banhprovi), finalmente recibió fondos para financiar vivienda, seguridad alimentaria, producción y mediana y pequeña empresa, sectores claves para la economía del país. VC

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