Tegucigalpa – Organismos de derechos humanos en Honduras han documentado la muerte de más de 100 periodistas entre octubre del 2001 a la fecha, de estos casos 10 se registran en lo que va de la actual administración de la presidenta Xiomara Castro.
En un contexto global marcado por el aumento de la violencia contra la prensa, los periodistas hondureños no son la excepción y enfrentan crecientes riesgos en el ejercicio de su labor. La censura, la descalificación, las amenazas y los ataques físicos se han convertido en obstáculos cotidianos para quienes buscan informar.
Tanto el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) como el Comité por la Libre Expresión (C-Libre) han expresado su preocupación por la vulnerabilidad del gremio periodístico en el país, al coincidir con el número de 10 personas asesinadas.
El Conadeh registró la muerte de 101 personas vinculadas a los medios de comunicación, hasta octubre del 2024, mientras C-Libre registra 109 muertes.
A pesar de la existencia del Mecanismo Nacional de Protección, las medidas implementadas han sido insuficientes para garantizar la seguridad y vida de periodistas y comunicadores acogidos a este sistema. Según los reportes, la burocracia y la falta de sensibilidad hacia sectores vulnerables han dificultado la efectividad del mecanismo.
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Víctimas documentadas entre 2022-2024
Omar Antonio Hurtado Carranza (11 de marzo de 2022) – Licenciado en Ciencias de la Comunicación, trabajó en medios como Campus TV, Sula Visión y Canal 11. Asesinado a balazos en la colonia La Pradera de San Pedro Sula. Su muerte sigue impune.
Carlos Peralta, «El Merenguito» (11 de abril de 2022) – Comunicador de La Ceiba, Atlántida, conductor del programa «Enamorados de la Música» en Litoral Atlántico TV. Fue asesinado a tiros mientras conducía un taxi en la colonia Murcia de La Ceiba. Caso impune.
Ricardo Ávila (29 de mayo de 2022) – Camarógrafo y director de noticias en Metro TV, Choluteca. Recibió un disparo en la cabeza el 26 de mayo y falleció tres días después en un hospital.
Edwin Josué Andino (10 de octubre de 2022) – Trabajaba en La Tribuna TV. Su cuerpo fue encontrado sin vida en la colonia Villafranca de Comayagüela. Caso impune.
Carlos Gerardo Barahona (31 de enero de 2023) – Periodista de Suyapa Medios, Tegucigalpa. Asesinado a balazos en la colonia Kennedy cuando se dirigía a su vivienda. Caso impune.
Francisco Ramírez Amador (21 de diciembre de 2023) – Comunicador de Canal 24. Asesinado en la colonia El Encanto, Danlí. Su escolta policial también resultó herido en el ataque, ya que gozaba de medidas de protección.
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Juan Carlos Padilla Perdomo (28 de diciembre de 2023) – Camarógrafo y editor de Canal 6, murió atropellado por un vehículo de transporte privado en Choloma, Cortés.
Luis Alonso Teruel (28 de enero de 2024) – Colaborador de Pencaligüe Televisión, asesinado a balazos en Atima, Santa Bárbara.
Henry López (22 de marzo de 2024) – Trabajador de Suyapa Medios, Tegucigalpa. Fue atacado mientras reparaba la llanta de su microbús en la colonia La Esperanza. Falleció en el hospital.
Douglas Enrique Arce (3 de junio de 2024) – Camarógrafo de Choluvisión Canal 27, Choluteca. Asesinado en el barrio Sagrado Corazón durante la celebración de su cumpleaños.
Excepción de casos
Es válido mencionar que C-Libre descartó de la lista los casos de Erlin Asbiel Blandin Álvarez, quien murió de forma violenta el 14 de junio de 2024 luego de conocer, según indagaciones, que su asesinato no es producto de su labor, pues el estudiante de periodismo no desarrollaba acciones en medios de comunicación al momento de su asesinato.
También se descartó el caso de Henry López, quien murió el 22 de abril de 2024, porque según pesquisas de C-Libre su asesinato no está vinculada a la labor del medio de comunicación en que laboraba, pues trabajaba como conductor de los medios de comunicación de la Iglesia Católica.
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Periodismo bajo amenaza por violencia, censura y autocensura
El compromiso de Honduras con la libertad de expresión ha sido cuestionado reiteradamente. En el Examen Periódico Universal (EPU) de 2015 y 2020, el país se comprometió a garantizar la seguridad de los periodistas, pero hasta la fecha, estas promesas no han sido cumplidas.
Los medios de comunicación también han sido blanco de ataques digitales. En septiembre de 2023, Honduras Verifica documentó cinco casos de agresiones directas contra medios. Un estudio de 2021 reveló que seis de cada diez periodistas en Honduras han sido víctimas de agresiones digitales, lo que evidencia la persistente inseguridad para el gremio periodístico en el país.
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En la actualidad la prensa nacional está bajo ataqué y descalificación por parte de órganos gubernamentales, además, periodistas y medios de comunicación han sido objeto de amenazas y requerimientos por parte de las Fuerzas Armadas para revelar sus fuentes.
La directora de C-Libre, Amada Pavón, expuso a Proceso Digital, la preocupación que existe por la situación difícil que enfrenta la prensa, instó al Gobierno y a las Fuerzas Armadas al respeto y a la reflexión, particularmente, en un contexto electoral.
Reportes internacionales y nacionales dan cuenta que, en muchos países, los reporteros son blanco de agresiones por parte de grupos criminales, actores estatales y sectores empresariales que ven amenazados sus intereses por las investigaciones periodísticas.
Según organizaciones internacionales como Reporteros Sin Fronteras y el Comité para la Protección de los Periodistas, el número de asesinatos, secuestros y detenciones arbitrarias contra comunicadores sigue en aumento, especialmente en zonas de conflicto o bajo regímenes autoritarios.
A la violencia física se suma la censura, que adopta diversas formas, desde restricciones legales hasta presiones económicas. En algunos casos, los gobiernos utilizan normativas ambiguas para criminalizar el periodismo crítico, mientras que, en otros, los medios de comunicación sufren bloqueos en el acceso a la información pública. Además, el cierre de espacios informativos y la persecución judicial contra periodistas se han convertido en mecanismos de censura o autocensura.
El impacto de esta hostilidad contra la prensa no solo afecta a los periodistas, se extiende a las fuentes de información, muchas personas críticas, analistas y técnicos ya no quieren opinar sobre determinados temas, por la constante descalificación e incluso temor por la intolerancia que existe; con esto también se ve afectada la sociedad en su conjunto. Cuando se limita la libertad de expresión, se socava el derecho de los ciudadanos a estar informados y se debilita la democracia.
Ante este panorama, organismos nacionales e internacionales y asociaciones de prensa han redoblado sus esfuerzos para exigir protección y garantías para el ejercicio del periodismo. Sin embargo, la impunidad sigue siendo un problema persistente particularmente en Honduras, lo que refuerza la necesidad de que el Estado asuma su responsabilidad en la protección de los periodistas y en la promoción de un entorno seguro para el ejercicio de la libertad de prensa. LB