Tegucigalpa – Este lunes se celebra el Día de la Mujer hondureña en memoria de la primera conquista política de las mujeres en 1955: el derecho al sufragio, durante el gobierno de Julio Lozano Díaz. Fue una lucha histórica cuyo logro principal fue el reconocimiento de sus derechos políticos que permitió que las mujeres pasaran del campo doméstico al campo público y político.
-Este lunes está programado el arribo de un vuelo más con 135 hondureños deportados, entre ellos varias mujeres.
-“Igualdad y justicia” sigue siendo el sueño utópico de miles de mujeres hondureñas que emprenden la ruta migratoria cada año.
Sin embargo, muchas féminas no tienen un motivo para celebrar, entre ellas las mujeres migrantes que en busca de un mejor futuro se exponen a toda clase de vejámenes durante la travesía que de por sí es dura para un hombre no menos lo es para una fémina.
De acuerdo al Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR), en el reciente concluido año las autoridades migratorias de Estados Unidos deportaron a 2 mil 485 mujeres hondureñas.
En ese orden, Aracely Romero, representante del CAMR en Tegucigalpa señaló que en lo que va del año 2016, un total de 128 mujeres ya han sido retornadas a Honduras desde la nación estadounidense.
Cabe señalar, que en estas cifras no se incluyen las hondureñas capturadas y deportadas como parte de la primera redada que realizó la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) a inicios del presente mes.
En ese entonces, más de 30 de hondureños fueron capturados pero solo se deportó a 14 mujeres y 19 menores de edad, un grupo menor aún espera agotar todas las instancias legales antes de su deportación.
Cada año entran a México unas 45 mil mujeres centroamericanas sin documentos migratorios.
De ellas, el 70 por ciento sufre algún tipo de abuso sexual, según denuncian organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional (AI).
Ante las comunes violaciones las féminas centroamericanas han popularizado el término “inyección anti-México” al ingresar a suelo azteca, paso obligado para llegar su destino, EEUU.
Se trata del uso de anticonceptivos para evitar quedar embarazadas ante las agresiones sexuales.
El uso de anticonceptivos entre las migrantes para mitigar en algo la violencia sexual es una práctica extendida no sólo entre mujeres adultas, sino también entre adolescentes.
A veces son los mismos traficantes de personas, conocidos como «coyotes», quienes aconsejan tomar esos medicamentos. La advertencia se repite a lo largo de la ruta hacia el norte.
Es que desde el principio muchas asumen que entre los costos del viaje por México se encuentran las agresiones sexuales.
De acuerdo a activistas defensores de los derechos de los migrantes “lo peor del asunto” es que, la mayoría de los casos de abuso sexual no son denunciados por las mujeres migrantes ya que se exponen a una inmediata deportación.
Por lo anterior, El CAMR y AI han solicitado acciones concretas a las autoridades mexicanas.
Sin embargo, las respuestas así como los datos oficiales sobre mujeres migrantes continúan siendo pocos o ningunos.