Tegucigalpa – El mayor desafío para Honduras “sigue siendo que haya elecciones limpias y transparentes”, dijo el expresidente hondureño y coordinador del opositor partido Libertad y Refundación (Libre), José Manuel Zelaya Rosales (2006-2009) quien además apostó por derogar las ZEDEs en un nuevo gobierno.
– Para derogar las ZEDEs hay que ganar primero las elecciones.
– Honduras necesita que su sistema de justicia funcione.
– Salvador Nasralla fue un engaño por eso fracasó la alianza.
– Pedimos la MACCIH en un momento de desesperación.
Zelaya Rosales conversó ampliamente con Proceso Digital, para analizar la situación política y social del país, considera que es momento para que haya un cambio en el poder y que su partido está listo para gobernar, pero mencionó que la esperanza sigue siendo que las elecciones sean limpias y transparentes. Igualmente dijo que la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH) fue aprobada en un momento de desesperación.
Libre está listo para gobernar
Inicialmente dijo que lo más importante que le puede suceder al país es que haya elecciones y agregó que la prensa es muy crítica con los políticos, descuidando que es la única alternativa que le queda, porque es lo que la Constitución de la República determina como la vía para acceder al poder, pero para “transformar y no lucrarse de él”, matizó.
El exmandatario espera que en las próximas elecciones, en las que Libre intenta por tercera vez acceder al poder, en dos oportunidades a través de su esposa, Xiomara Castro de Zelaya, “se respete la voluntad soberana expresada en las urnas, eso sigue siendo un reto”.
“La política es algo serio y se debe asumir con la responsabilidad que amerita, se deben hablar los temas con miras a resolverlos y no generar más conflictividad, porque siempre se habla de los problemas pero no de quien los ocasionan, las elecciones no son un partido de fútbol, es algo más porque es la democracia que define quien toma el poder”, arguyó.
Las elecciones son la solución a la crisis
Reiteró que Honduras sigue arrastrando serios problemas a la crisis generada desde el 2009 cuando fue derrocado , que además, dijo, el panorama es todavía más difícil porque, a su juicio, después de eso se han concretado dos fraudes electorales donde además “la reelección presidencial sigue siendo ilegal”.
En ese sentido, sostiene que las elecciones “son el único camino que queda para poder reparar la crisis, que la lucha debe estar enmarcada en que los comicios sean los más transparente posible, pero como todo el mundo se siente en derecho a criticar, entonces el proceso se vuelve un pandemonio, sin que lo sea”.
Aseguró que Libre llega con mucha más convicción a su tercera contienda electoral, ya que en su primera participación era un partido joven, y que a dos años de su retorno a Honduras, durante la administración del presidente Porfirio Lobo, ese organismo político demostró su fuerza; que además fue capaz de crear una alianza en 2017 y por ello “siento que ahora sí tiene el cuerpo y la estructura, para asumir el poder y concretar la transformación que necesita el país”.
Libre fracasó con Salvador Nasralla
Según Zelaya, Libre es un partido político fuerte, con representantes en los órganos electorales y la organización de más de 20 mil colectivos a nivel nacional que están listos para las elecciones generales “sin que se mal interprete, no somos un partido de maletín, de esos que se crean en oficinas con aires acondicionados, donde se reparten puestos”.
Descartó la posibilidad de crear una alianza con otro partido político, ya que la experiencia obtenida en 2017 con Salvador Nasralla, dejó resultados adversos porque no se logró el objetivo establecido que era asumir el poder y que por ese fracaso, no es conveniente someterse otra vez a un engaño como ese “mejor solos que mal acompañados”, dijo.
Sobre el papel de los representantes de Libre, en los entes electorales -Rixi Moncada en el Consejo Nacional Electoral, Oscar Rivera en el Registro Nacional de las Personas y Enrique Reina en el Tribunal de Justicia Electoral- dijo que están llamados a funcionar institucionalmente.
¿Tendremos elecciones limpias?
“Estamos –en órganos electorales-, para defender la democracia, por eso considero que los representantes que tenemos ahí, han dado una batalla justa para Honduras (…) he sido crítico cuando el organismo no hace lo que en ley corresponde, no me refiero a la persona sino al contexto general cuando algo no está bien”, precisó.
¿Tendremos elecciones transparentes? Se le consultó al exmandatario y aseguró “es un desafío, es el reto más grande que se tiene, el espíritu mío es que las cosas se compongan, que en Honduras se escuche a las mayorías, la democracia es consultar y escuchar a las mayorías”, remarcó.
Respecto a la candidatura presidencial de su esposa Xiomara Castro dijo que “los hombres gobernamos 20 mil años, este es el siglo de la mujer, hay que darle oportunidad, Xiomara está lista para gobernar, ha surgido de una base popular, la tercera es la vencida y creo que es ahora”.
Las ZEDE, lo peor que nos puede pasar
Además se refirió que para la lucha y combatir la corrupción y la impunidad, Honduras debe ser capaz de afrontar esos flagelos, respetando la autodeterminación de cada pueblo; se necesita un sistema judicial propio que funciones y no esperar que sean otros países que impartan justicia “cuando pedimos la CICIH o la MACCIH, para intervenir a los jueces, fue un momento de desesperación del pueblo”.
Consultado sobre el polémico proyecto de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) dijo que “eso es una barbaridad y un crimen contra este país, es el mayor atentado y traición que en mi vida me pude haber imaginado que se hiciera en un gobierno, si Juan Orlando se queda a través de Nasry Asfura, las ZEDEs se quedan, así como la corrupción, la impunidad y la criminalidad”.
Añadió que para que haya esperanza, el Partido Nacional debe salir del poder, solo así habrá desarrollo, personal, social y empresarial; se necesita libertad para generar trabajos dignos, para derogar las ZEDEs hay que ganar las elecciones, no hay otra forma de que ese clamor popular se haga realidad. JP