Según las fuentes, se calcula que en los países de esta zona hay 2.600.000 armas pequeñas y ligeras en situación ilegal en manos del crimen organizado, de delincuentes y de personas que tienen temor de decir que tienen armas de este tipo en sus casas.
La directora de la unidad ejecutora del Programa Centroamericano de Control de Armas Pequeñas y Ligeras, Eva Sacasa, informó hoy a la prensa en Managua de que este diagnóstico permitirá identificar las estrategias a seguir a nivel regional y en cada país para avanzar en el control de estas armas.
El programa, cuya unidad ejecutora se halla en Managua, se lleva a cabo con el apoyo del SICA, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Unión Europea y del Fondo Español para el Fortalecimiento de la Seguridad Regional.
Sacasa señaló que en el caso de la tenencia de este tipo de armas incluso se hace énfasis en que se cumplan con los requisitos para portarlas legalmente.
Anotó que el cumplimiento de estos requisitos incluye que las personas que obtengan permisos para portar estas armas no tengan antecedentes delictivos, ni de violencia intra familiar y que les apliquen pruebas sicológicas y médicas.
Indicó que para que todos estos controles se cumplan hay que mejorar la capacidad de la policía y que importantes resultados para que estos esfuerzos rindan frutos se esperan dentro de unos tres años.
Para ello, agregó Sacasa, es necesario articular los esfuerzos de los gobiernos, parlamentos, sociedad civil y agencias de Naciones Unidas en los países centroamericanos.
Destacó que la Unión Europea está apoyando estos esfuerzos con un proyecto para fortalecer los controles fronterizos, sistemas de información y de registro de las aduanas, áreas de migración y policías, así como intercambio de experiencias con naciones de fuera de Centroamérica, como México y Colombia.
Sacasa precisó que el apoyo de España es para fortalecer la prevención de la violencia con talleres para periodistas, así como en escuelas de primaria y secundaria.
El director político y jurídico del SICA, Erick Vílchez, resaltó que los gobernantes del área han determinado que es urgente controlar el tráfico y uso de armas pequeñas y ligeras.
Añadió que este programa forma parte de la estrategia regional de seguridad aprobada por los presidentes de Centroamérica en Guatemala en 2007 por medio de una serie de iniciativas destinadas a reducir los índices de violencia en el istmo como resultado del uso de armas pequeñas y ligeras.