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El silencio marcó la muerte de Teresita en Intibucá

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Tegucigalpa – La menor de 12 años asesinada en el occidental departamento de Intibucá, previamente le había informado a su madre que fue objeto de intentos de abuso en la aldea Buena Vista, Santa Catarina, pero el silencio jugó en su contra.

– Niña asesinada en Intibucá alertó a su madre de intentos previos de ultraje

– Dos menores están en poder de la Policía y se les investiga si habrían tenido participación en el horripilante crimen.

– Más de dos mil denuncias por abuso, cada año, se registran en el país.

“Me dijo que alguien quiso abusar de ella, por si le pasaba algo”, reveló entre lágrimas, ahogada por el llanto, María Teresa Gómez, madre de la malograda niña Teresita, como le llamaban para diferenciarla del nombre de su madre, quien fuera ultrajada y luego asesinada con arma blanca en una calle de tierra solitaria de esa zona occidental del país.

Pese a conocer de la amenaza María Teresa no advirtió o quizá no supo cómo evitar la consumación de la violación que además acabó con la vida de la pequeña.

El cuerpo de la menor quedó al lado de la calle de aquella fría mañana. Su madre, absorta, no daba crédito a lo ocurrido a su niña.

Justo el pasado fin de semana, María Teresa fue atacada por un enjambre de abejas mientras acudía a la iglesia, por lo que fue llevada a un centro asistencia para recibir atención. Fue así que la niña Teresita, al ver que no regresaba su progenitora, decidió ir a buscarla en horas de la noche del lunes, sin pensar que en el camino sería ultrajada y luego vilmente asesinada, supuestamente, por otros menores de edad.

teresitaEl lugar donde fue encontrado el cuerpo sin vida de la niña.Personeros del Ministerio Público hicieron el levantamiento cadavérico de Teresa González Domínguez, tras ser hallada ejecutada a la orilla de la carretera y luego el cuerpo fue trasladado a la capital hondureña para practicarle una serie de exámenes y la necropsia que la ley ordena, especialmente en estos casos.

Con el corazón roto y los ojos hinchados por tanto llorar, la desconsolada madre exclamó: “Solo pido que las autoridades den con los responsables que le quitaron la vida a mi niña”.

Contó que Teresita le dijo que alguien la quiso agarrar a la fuerza: “‘Si algo sucede ya se lo digo…’, vaya dije yo”.

El drama de la familia

En el caserío Buena Vista, Santa Catarina, Intibucá, la familia de Teresita vive en una humilde vivienda, ahí residen en condiciones infrahumanas tres niños y los padres.

Luciano González, padre biológico de los menores, fue captado por las cámaras de HCH en el momento que hacía tortillas que luego acompañaba con sal para darle de comer a los niños.

Mientras su padre moldea con dificultad las tortillas, los menores Óscar, Cornelio y Romelia estiraban la mano para tomar el menú cotidiano.

La pequeña covacha que se levanta en medio del bosque, tiene piso de madera y yace forrada con nylon y láminas de zinc para paliar el ingreso del agua, el sol y el frío, mientras el humo busca un resquicio para salir de la improvisada vivienda.

“Hoy vamos a comer tortillas con guevito (huevo) freído (frito)”, dijo escuetamente don Luciano, al tiempo que señaló: “Estaba dándoles de comer cuando me vinieron a avisar (de la muerte de la niña), yo no me lo esperaba”.

“Aquí no tenemos apoyo de nadie, no tenemos letrina y el agua tenemos que ir largo a traerla”, dijo el humilde hombre -padrastro de Teresita-.

Consultado sobre el lugar donde será velada la menor, respondió: “Me siento pobremente, no tengo cómo alumbrar y no tengo cómo hacer mis vueltas también. No tenemos ataúd (para enterrar a la niña). Desearía que me ayudarán con el ataúd porque no tengo absolutamente nada, soy una persona pobre, no tengo ni para mis hijos”.

En el preciso momento que termina su relato don Luciano, los tres menores que quedan pierden su mirada en el vacío como en busca de respuestas. La niña no puede ocultar las picaduras de alimañas que ha sido víctima. La humilde familia exige justicia y también la solidaridad de las personas para tener una vida digna que les permita transitar el trago amargo.

Capturados presuntos hechores

En las últimas horas la Policía Nacional requirió a dos menores de edad para investigar su presunta participación en la muerte de la niña, la detención de ambos menores de 17 años se registró en la aldea Santa Catarina luego de investigaciones policiales.

Los menores son originarios y residentes de la aldea Buena Vista, Santa Catarina, Intibucá, lugar donde fue atacada y ultrajada la niña.

capturadosLas autoridades policiales informaron que luego de conformar un equipo de investigación, los policías recabaron información de la supuesta implicación de los requeridos por considerarlos autores materiales de la muerte de la menor.

Según las primeras líneas de investigación, los menores infractores habrían intentado en otras ocasiones abusar de la menor, sin embargo, ella siempre logró escapar y únicamente alertó a su madre sobre este hecho.

Entre las diligencias que realiza la Policía está la coordinación con la Fiscalía local de La Esperanza para practicar una prueba de comparación de fluidos corporales de los sospechosos, previa autorización del juzgado competente, y de esta forma constatar de manera técnico científica la culpabilidad de los investigados.

En ese sentido, se espera el dictamen de dichos exámenes para así proceder, conforme a ley, y realizar el debido proceso legal en contra de los jóvenes que son investigados.

Sociedad insensibilizada

isis RomeroIssis Romero.La especialista en sicología clínica, terapeuta de familia con Orientación en Sexualidad Humana, Issis Romero, lamentó que los crímenes sexuales son cada vez más recurrentes en Honduras y a la par crece una insensibilidad social.

“Hagamos algo al respecto, no es justo que estén sucediendo estos casos y que apenas haya un comentario nuestro de ‘pobrecita’… ya basta de indolencia”, exclamó.

Romero reconoció que en muchos lugares del interior del país este tipo de abusos ocurren porque la ignorancia alcanza niveles dramáticos, sin embargo otros son cometidos por aberrados sexuales que saben que el brazo de la justicia no los alcanzará.

La influyente sicóloga clínica dijo que los casos de abuso son los que menos se denuncian en el país, debido a que los afectados son revictimizados al ser expuestos a “diversos interrogatorios legales”.

Datos que valen

De acuerdo a datos oficiales, el robo, portación ilegal de armas, homicidio, violación y asesinato son los principales crímenes registrados en Honduras.

En el primer escalón están los robos. Por este delito se contabilizan 3 mil 310 privaciones de libertad en las cárceles hondureñas, indican datos del Instituto Nacional Penitenciario (INP) actualizados al 2018.

abusosSEl abuso es el delito que menos se
denuncia en Honduras.
Portar armas sin licencia es la segunda violación penal más cometida (3 mil 245 reportes). Siguen en el listado los homicidios (2 mil 800), las violaciones (2 mil 462) y los asesinatos (2 mil 325). No se detalló si se trata de condena o prisión preventiva.

La impunidad sigue siendo el caldo de cultivo para que persistan los abusos sexuales.

La legislación hondureña establece castigos de 15 años para la violación, de 5 a 8 años por actos de lujuria y si es agravado va de 7.5 a 12 años.

Solo en 2017 más de dos mil denuncias por abuso sexual se registraron en 2017 en Honduras, un promedio de seis diarios.

De acuerdo a datos de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), el 95 por ciento de los abusos sexuales que se registran contra niños y niñas en el país, provienen de miembros o allegados a los círculos familiares.

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