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El show business de los feos

Julio Raudales

La semana pasada, el miércoles santo para ser preciso, los hondureños -también muchos latinoamericanos- presenciamos un singular espectáculo: Seis jerarcas de la región, incluyendo a nuestra presidenta, en fragoroso intercambio de ideas, decidieron en reunión pública vía Zoom, elaborar algunas ideas en conjunto con el fin de combatir el odioso problema de la inflación, que tiene con los pelos de punta al mundo entero.

No debería de extrañarnos. Los políticos en general sucumben a la tentación de mostrarse ante sus electores con el fin de llamar su atención. Algunos, como el venezolano Maduro y el mexicano López, tienen sus propios programas televisivos en los que día a día “entretienen” con sus peroratas a quien tenga el tiempo de mirarlos. Por eso dicen que la política es el “show business” de los feos o faltos de habilidad.

Lo curioso es que hayan elegido un tema tan complejo para disertar. La inflación es uno de los tópicos que mayores debates provoca y durante muchos siglos ha sido uno de los dolores de cabeza de reyes personajes de estado.

Roma y China en la antigüedad, España y Holanda en la era moderna, Alemania, Hungría, Perú y Nicaragua el siglo pasado y ahora Argentina y Venezuela, son ejemplos de experiencias inflacionarias nefastas. Se trata de un asunto delicado, difícil de combatir si no se tienen los conocimientos adecuados y, sobre todo, si no hay voluntad política para solucionarlo.

Afortunadamente, los economistas han estudiado el fenómeno lo suficiente y desde el 2021 en que advirtieron el problema, trabajan en su combate eficaz. Lástima que, en nuestra Latinoamérica, los políticos son muy poco dados atender las soluciones planteadas por los estudiosos cuando perciben que estas amenazan sus posibilidades de sostenerse en el poder.

La inflación, o pérdida del poder adquisitivo en el ingreso de las personas, se explica por cuatro razones fundamentales. Voy a tratar de describirlas de manera simple:

La primera tiene lugar cuando los bancos centrales, encargados de la política monetaria, provocan aumentos en la cantidad de dinero circulante. Esto sucede mediante la llamada “emisión inorgánica” de billetes y monedas (echar a andar la maquinita) o generando incentivos para que los bancos privados aumenten su crédito y con ello el dinero se “multiplique” lo que hace que éste pierda su valor.

La segunda se da porque a veces la demanda por acumular dinero que tienen las personas crece por encima de la producción. Es decir, la gente prefiere mantener dinero en su bolsillo o al menos en su cuenta de banco a la vista, en previsión de que sus necesidades se aceleren por alguna situación, ello provoca un incremento en sus gastos y si no aumenta la producción, seguramente habrá presión en los precios.

La tercera tiene que ver con las expectativas de la gente. Es una explicación compleja pero muy plausible. Los agentes económicos: empresarios y consumidores, intuyen que habrá inflación debido a: 1) perciben que el banco central le ha prestado al gobierno para financiar su déficit; 2) que no activa su política monetaria para que el gasto público no se contraiga (dominancia fiscal); 3) no la restringe para evitar un colapso financiero (dominancia financiera); 4) no lo hace para evitar que se destruyan empleos.

En ese caso, la gente prefiere no tener dinero en su bolsillo, gasta más y por ende los precios suben.

La última se da debido a una caída en la producción (shock de oferta). Es decir, debido a un desastre natural, una pandemia, una guerra, etc. Esto es, de hecho, lo que ha pasado del 2020 para acá. Tenemos una guerra en Europa, la pandemia hizo que la producción cayera y la oferta de transporte de mercancías está colapsada.

Pues, casualmente, esta vez la inflación se da por las cuatro explicaciones y esto sí que es un problema nuevo.

¿Estarán en condiciones los presidentes de LA para tomar las medidas adecuadas, de modo que la inflación pueda ser controlada? Pienso que al menos los 6 que disertaron el miércoles pasado no. El presidente de Argentina, por ejemplo, hablaba de bajar los aranceles a la importación de alimentos a Brasil y al mismo tiempo reconocía que ya estos están en cero por el Mercosur y así sucesivamente.

La lucha contra la inflación requiere de medidas serias, atendidas pronto para evitar que el problema trascienda como sucedió en otras ocasiones con nefastos resultados. Ojalá y lo hagan porque hay muchos problemas más en nuestros países y no vale la pena entretenerse en hacer programas de televisión, no fue para eso que los eligieron.    

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