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El papa pide en Turquía que más personas favorezcan el diálogo ante los fuertes conflictos

Ankara.- El papa León XIV afirmó este jueves que se necesitan «más personas que favorezcan el diálogo y lo practiquen con firme voluntad y paciente tenacidad» ante la deriva de los conflictos en todo el mundo, durante su primer discurso en Turquía en presencia del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan.

«Tras la época de construcción de las grandes organizaciones internacionales que siguió a las tragedias de las dos guerras mundiales estamos atravesando una fase de fuertes conflictos a nivel global, en la que prevalecen las estrategias de poder económico y militar, alimentando lo que el papa Francisco llamaba ‘la tercera guerra mundial a pedazos’”, advirtió el pontífice.

Y añadió, ante las autoridades y cuerpo diplomático en la Biblioteca Nacional del Palacio Presidencia: «¡No hay que ceder en modo alguno a esta deriva!».

«Está en juego el futuro de la humanidad. Porque las energías y los recursos absorbidos por esta dinámica destructiva se sustraen a los verdaderos retos que la familia humana debería afrontar unida, es decir, la paz, la lucha contra el hambre y la miseria, la salud, la educación y la salvaguarda de la creación», indicó.

El papa ofreció el trabajo de la Santa Sede que, «con su única fuerza que es la espiritual y moral, desea cooperar con todas las naciones que se preocupan por el desarrollo integral de cada hombre y de todos los hombres y las mujeres».

«Nuestro mundo tiene a sus espaldas siglos de conflictos y a nuestro alrededor sigue desestabilizado por ambiciones y decisiones que pisotean la justicia y la paz», agregó León XIV.

El papa también afirmó que Turquía está «en una encrucijada de sensibilidades» y advirtió de que «su homogeneización representaría un empobrecimiento. De hecho, una sociedad está viva si es plural: son los puentes entre sus diferentes almas los que la convierten en una sociedad civil».

También los cristianos, prosiguió, «son y se sienten parte de la identidad turca» y, aunque «parece lógico que cada uno se ocupe de sí mismo, de su tradición familiar y nacional, manteniéndose dentro del círculo limitado de su propia comunidad» esto «a la luz del Evangelio y del principio católico, es una lógica falsa».

Por eso, «en una sociedad como la turca, donde la religión tiene un papel visible, es fundamental honrar la dignidad y la libertad de todos los hijos de Dios: hombres y mujeres, compatriotas y extranjeros, pobres y ricos. Todos somos hijos de Dios y esto tiene consecuencias personales, sociales y políticas».

«Quien tiene un corazón dócil a la voluntad de Dios siempre promoverá el bien común y el respeto por todos», añadió.

Desde hace años, incluso con la mediación de presidentes estadounidenses como Barak Obama o Donald Trump, se pide que se reabra la Escuela Teológica de Halki, un seminario religioso ortodoxo griego cerrado desde 1971.

Ubicado en la isla de Heybeliada, este seminario ha formado a los patriarcas y clérigos ortodoxos griegos, entre ellos el patriarca de Constantinopla, Bartolome, líder espiritual de unos 300 millones de cristianos ortodoxos en todo el mundo y ahora se espera que la llegada del papa sirva para reabrirlo.

León XIV también pidió «trabajar juntos» para que la evolución tecnológica evite acentuar las injusticias. «De hecho, incluso las inteligencias artificiales reproducen nuestras preferencias y aceleran los procesos que, a fin de cuentas, no son las máquinas, sino la humanidad quien los ha emprendido». EFE/ir

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