Los Ángeles (EEUU) – El fiscal del distrito del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman, analizará por separado los casos legales de Lyle y Erik Menéndez, los hermanos condenados a cadena perpetua sin libertad condicional por el asesinato de sus padres, para actuar desde lo que llamó «un punto medio».
«Aunque se les llama el caso de los hermanos Menéndez, en realidad hay un caso de Erik Menéndez y un caso de Lyle Menéndez. Hay dos víctimas diferentes: está José Menéndez, el padre; y Kitty Menéndez, la madre, así que veremos cada caso por separado», dijo en una entrevista con la cadena NBC News.
Manejar los casos por separado es la forma que «exige la ley para llegar a la decisión final sobre una nueva sentencia», precisó el fiscal.
Hochman agregó que hablará con todos los que han tratado o han escuchado acerca de los hermanos Menéndez en la oficina de la Fiscalía para determinar los casos.
Lyle y Erik Menéndez tienen programada una audiencia a finales de enero de 2025 para que un juez de California determine si tras el hallazgo de nuevas pruebas cambia las condenas y sentencias de prisión recibidas por el asesinato.
Entre ellas, una carta escrita por Erik Menéndez admitiendo a otro miembro de la familia que estaba siendo víctima de abusos, así como el testimonio de un trabajador de la empresa del padre que alega que fue abusado por José Menéndez.
La decisión de este martes podría allanar el camino a la libertad de los hermanos, condenados a cadena perpetua en 1996 por planear y ejecutar el asesinato de sus padres en la tarde del 20 de agosto de 1989 en su casa, ubicada en la lujosa localidad de Beverly Hills, con unas escopetas que habían comprado días antes.
Tras el crimen, Lyle y Erik, de 21 y 18 años, respectivamente, en el momento de los hechos, afirmaron a las autoridades que encontraron los cuerpos sin vida de sus padres tras haber pasado la tarde fuera de casa.
El caso cobró especial relevancia cuando los hermanos comenzaron a seguir una vida de lujos y excesos tras acceder a la fortuna del padre, lo que levantó las sospechas de las autoridades.
Poco después, la novia del psicólogo de Erik advirtió a la Policía de la existencia de sesiones grabadas en las que ambos admitían y discutían su culpabilidad.
Si bien la Fiscalía argumentó que buscaban heredar la fortuna familiar, los hermanos afirmaron, y a día de hoy sostienen, que sus acciones se debieron a una vida de abuso físico emocional y sexual por parte de su padre. JS