Tegucigalpa – Aunque el gremio médico no para de hacer llamados tanto a las autoridades de gobierno, a los políticos y a la población, por todos los medios a su alcance, especialmente mediante los periódicos digitales y sus plataformas social media, para apelar a la conciencia ante el incremento desmedido de los casos de COVID-19 en el país, su llamado es ignorado mientras el personal sanitario sigue muriendo.
– Personal de primera línea sigue contagiándose y muriendo
Este miércoles cuando Juanita Aguilar, una enfermera gremialista que laboró por años en el estatal hospital Leonardo Martínez en San Pedro Sula, principal centro industrial del país y también un eje poblacional en alerta roja por el potente incremento de contagios y muertes a causa de la pandemia, era despedida entre lágrimas de sus compañeras y su desconsolado hijo adolescente que no podía parar su llanto, la sensibilidad se avivó entre los trabajadores sanitarios.
Juanita fue una luchadora por educar a los pacientes y vecinos de los trabajadores del sector salud que en el inicio de la pandemia estigmatizan a médicos y enfermeras al punto de agredirlos por miedo al contagio.
Ella luchó educando a la población y dedicó todo lo que desde entonces le quedó de vida atendiendo pacientes con coronavirus hasta que el mal penetró en su cuerpo y la llevó a la muerte.
Concentraciones de la muerte
Mientras el virus eleva su presencia, a los políticos hondureños que se abocan a un proceso de elecciones internas y primarias en el que participan las tres principales fuerzas en Honduras, no paran sus multitudinarias reuniones en la caza de votos, el país parece agonizar cada día, porque las muertes se dan por decenas.
El COVID se propaga, las concentraciones no paran y los nacionalistas, liberales y libres siguen sus frenéticas concentraciones pese a que la ley les manda a no realizar reuniones en las que se den cita más de 50 personas.
El órgano electoral más alto del país, el Consejo Nacional Electoral, parece no tener fuerza coercitiva o interés en regular el mandato de la ley y las reuniones siguen multiplicándose al punto de que en algunas ocasiones al lado de local donde se realizan las honras fúnebres para un médico, un político realiza una concentración. Allí la indolencia instalada hace gala.
Son concentraciones de la muerte, dijo el presidente de las enfermeras en Honduras, Josué Orellana quien por enésima vez recordó la necesidad de que la población tome conciencia y adopte las medidas que ayuden a contrarrestar la pandemia que ya cobró la vida de 38 enfermeras y más de 70 médicos en este país que muestra una de las tasas más elevadas de personal sanitario que ha perdido la vida durante la presencia del coronavirus.
Inconsciencia total
Pero la inconsciencia es total, por un lado, la población sale sin control y lo peor sin seguir los protocolos de bioseguridad, esto se ha evidenciado porque no solo lugares de necesidades básicas o servicios necesarios permanecen llenos, sino centros de recreación como bares, restaurantes entre otros.
También puede verse como en las calles proliferan mujeres, hombres, ancianos y hasta niños que tratan de vender cualquier cosa. Son parte de los miles de desempleados que tratan de reinventarse para sobrevivir.
Por otro lado, las autoridades de Gobierno hacen caso omiso a los desesperados gritos de los médicos, y la Mesa Multisectorial se aferra a limitarse a la parte económica, y anotan que es indispensable mantener abierta la economía en los últimos días regularon la circulación por dígitos solo los fines de semana y la medida es limitada para cuatro departamentos dejando fuera Francisco Morazán, particularmente el Distrito Central, ciudad que según los médicos es de alto contagio.
De modo que SINAGER, en los últimos comunicados ha actualizado un toque de queda en horas de la noche, ante tal disposición los especialistas, manifiestan una duda razonable, ¿a qué hora circula el virus será que solo lo hace en la noche de 9 p.m. a 5 a.m. y en el día duerme?
Los confinamientos han dejado una huella de control, pero también de excesos como lo ocurrido en Intibucá con la joven Keyla Martínez, detenida por la Policía y luego muerta violentamente.
El representante de la Asociación Nacional de Empleados Públicos de Honduras (Andeph), y miembro de la Mesa Multisectorial, en sus últimas declaraciones dijo tajantemente “no es el momento de regresar a un confinamiento”. Chirinos, remarcó que se han perdido más de 225 mil empleos, por lo tanto, el enfoque ahora debería ser poder recuperarlos y en eso se debe trabajar. Pero otras estadísticas como las del COHEP hablan de un millón de trabajos perdidos.
En sintonía también se manifiesta el sector privado, sería desastroso cerrar nuevamente la economía anotó el presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) Juan Carlos Sikaffy, y como alternativa ante el incremento de casos plantea al gobierno la apertura de más centros de triaje y agilizar la apertura de los hospitales móviles.
Al respecto los especialistas en salud están conscientes de la necesidad de mantener la economía en el país, sin embargo, advierten que si no se toman las medidas restrictivas adecuadas, como retomar la circulación por dígitos para toda la población, después la situación será peor porque si la pandemia se sale de las manos y colapsa el sistema de salud en su totalidad, entonces será necesario un confinamiento total, lo que sí sería fatal para la economía nacional.
Por si fuera poca la inconsciencia …
No hay control, la población no entiende, no se limita a actividades estrictamente necesarias y a eso se suma la clara inconciencia de los políticos, un tema en el que hay que remarcar, son todos los partidos que han salido a la caza de votos como en los mejores tiempos, basta ver sus redes sociales y darse cuenta como se ufanan de sus concentraciones donde los incautos no se enteran de que el virus SARS-CoV-2 acecha.
En esas concentraciones políticas lo que menos hay es distanciamiento social, sobran las fotografías y prevalece la ignorancia cuando muchos ni siquiera andan mascarillas y otro tanto que si la llevan la andan mal puesta ya sea descubierta la nariz, puesta en el cuello o simplemente colgando en el cuello o en la cabeza como cualquier otro accesorio.
Pero en medio de la euforia de -viva el fulanito y vote por el partido tal-, a la población se le olvidan las promesas incumplidas de los mismos que seguramente desconocen a cualquiera que se contamine de coronavirus, oh sí muere con suerte publicarán un acuerdo de duelo que están tan de moda.
Médicos, religiosos y algunos analistas han calificado la acción de los políticos como inconsciente y falta de empatía hacia los demás, ya que solo persiguen sus propios intereses.
Personal sanitario impotente viendo morir a sus compañeros
Mientras la indiferencia sigue, lastimosamente el personal sanitario en primera línea es el más afectado y siguen muriendo y contaminandose. Las lágrimas y los lamentos ya son muy frecuentes entre el gremio médico que con dolor e impotencia despiden a sus compañeros, como el último caso de la muerte más reciente en las últimas horas de la doctora Marlen Henríquez Starkman, Adalid Gálvez, Cándido Mejía, Gustavo Vásquez y Luis Tirzo Sánchez seguida de Karen Tábora, Wendy Núñez y Ciriaco Villalvir, quienes han falleció al perder la batalla contra el coronavirus.
Con estas muertes son ya 73 los fallecimientos según recuento de fuentes médicas, y la preocupación es constante porque hay varios médicos hospitalizados que se encuentran en estado delicado.
Y como dice uno de los fuertes mensajes de los médicos -mientras los muertos no sean tus muertos, nunca entenderás la gravedad de lo que estamos viviendo.
El presidente de la Asociación de Médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) en San Pedro Sula, Carlos Umaña, es una de las voces que es casi imposible no citar en la actual realidad, pues él se ha convertido en una de las principales fuentes para informar a la prensa y a la población sobre el fallecimiento de sus colegas.
El galeno suele lamentar, la partida de sus colegas con la frase que ya es típica en su muro, otro héroe, (otra heroína), de primera línea nos ha dejado.
De igual forma el galeno, informa constantemente de la saturación de los centros hospitalarios y la carencia de cupos, haciendo constantes llamados a la población para cuidarse y a las autoridades a tomar medidas, pero ahora dice que no sabe si reír o llorar porque siente que sus palabras y las de muchos de sus colegas se las lleva el viento.
Recientemente la presidenta del Colegio Médico de Honduras, Suyapa Figueroa, se pronunció a nombre de la institución solicitando un confinamiento ya que por meses los colegiados han solicitado que se haga una restricción por dígitos y ahora consideran que un cierre es necesario para lograr descongestionar el sistema sanitario de ciudades como San Pedro Sula y Tegucigalpa.
Cansancio, extremo reportan los médicos
La fuentes médicas revelan que el personal médico ya está cansado pues desde hace muchos meses la mayoría no pueden tomar vacaciones, y los turnos son extremos, y al agotamiento se suma la desesperanza y la tristeza por el luto, así como el temor a ser los próximos en contagiarse y quizá morir.
Los especialistas en la psiquiatría y la psicología recuerdan a los médicos que es normal sentirse cansados y en ocasiones desesperanzados y hasta indignados, ya que la carga laboral y emocional que han enfrentado y siguen enfrentando durante la pandemia es demasiado fuerte y aunque son profesionales primero son seres humanos y que no duden en pedir ayuda profesional o espiritual al momento de necesitarla.
El padre José Antonio Salinas Avery (padre Tony) recuerda que “Cuando todo parece tambalearse e incluso que el suelo donde estamos parados parece que se derrumba nos sostiene la mano del Señor”
El padre Tony añade que “la palabra de Dios a lo largo de toda la historia a acompañado a toda la humanidad y la sigue acompañando en sus grandes desafíos y en las situaciones adversas que está a tenido que afrontar, la pandemia sus consecuencias y la pérdida de la vida están bien ahí sostenida en los que quedamos vivos y en quienes nos confiamos a Dios para ser luz en nuestro caminar, pero sobre todo bálsamo de consuelo que pueda curar las heridas y confortar en el dolor”.
El COVID avanza sin tregua y Honduras no es la excepción
El COVID avanza en el mundo sin tregua pese a las vacunas que ya se aplican en varios países, la cantidad de casos positivos de COVID-19 a nivel global superó los 100 millones de acuerdo al conteo realizado por la universidad de Johns Hopkins, en Estados Unidos.
No obstante, se cree que la cifra real es significativamente más alta, considerando la alta cantidad de asintomáticos que cursaron la enfermedad sin saberlo, y aquellos que no fueron testeados.
Honduras se encamina con rapidez hacia los 160 mil casos esta semana según algunas proyecciones médicas, ya que las cifras oficiales a la fecha reflejan un acumulado de 157 mil casos de COVID-19 y 3 mil 742 decesos desde que inició la pandemia, no obstante, especialistas de la salud siguen reprochando la incertidumbre en las cifras, debido a la falta de pruebas que nunca se llegó a una cantidad por lo menos aceptable. Los subregistros que provienen de las fuentes médicas y las funerarias estiman que las muertes en Honduras superan las 10 mil incluidos los que fallecen en casa. (PD)