Tegucigalpa (Especial Proceso Digital /Por Lilian Bonilla) – La carga electoral a nivel nacional para las elecciones primarias del 9 de marzo de 2025 asciende a 5,879,639 habitantes, de acuerdo con los datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), y esa carga la mitad se concentra en 20 ciudades, en contraste otros territorios tienen muy pocos electores.
– CNE: Más de 5.8 millones de hondureños habilitados para las elecciones primarias de 2025.
– Cortés y Francisco Morazán lideran el padrón electoral rumbo a los comicios de marzo.
– El peso del voto rural: factor clave en las elecciones primarias de 2025.
– Con millonario presupuesto (L. 2 mil millones) CNE bajo la lupa: ¿está listo el sistema electoral para las primarias de marzo?
Al desmenuzar los datos de dicha carga electoral siguen prevaleciendo al igual que en elecciones pasadas dos departamentos en los que se encuentra el mayor número de electores; estos como ya es conocido son los departamentos de Cortés y Francisco Morazán.
Ambos territorios superan el millón de electores: Cortés, con 1.109.201 votantes, y Francisco Morazán, con 1.100.048. Luego a estos dos departamentos les siguen Yoro, Comayagua, Olancho, El Paraíso, Choluteca y Santa Bárbara, cuyos censos oscilan entre 300.000 y 400.000 electores. Los restantes diez departamentos del país no superan los 300.000 votantes.
Municipios con mayor carga electoral
El analista político Héctor Soto, anotó que la carga electoral para la próxima elección es de cerca de medio millón más con respecto a las elecciones anteriores.
Según el análisis político desarrollado por Estrategia y Desarrollo, un total de veinte ciudades concentran el 50 % del electorado, es decir, 2.931.327 personas. Soto, anotó que uno de cada dos electores se encuentra en estas ciudades.
Entre estos municipios figuran el Distrito Central, San Pedro Sula, Choloma, Danlí, El Progreso, La Ceiba, Choluteca, Villanueva, Comayagua, Puerto Cortés, Juticalpa, Catacamas, Siguatepeque, Olanchito, Tela, Santa Cruz de Yojoa, Tocoa, Yoro, La Lima y Santa Rosa de Copán. Doce de estas ciudades se ubican en la costa norte del país, particularmente en el departamento de Cortés, lo que reafirma que ese departamento es el gran elector en cada contienda electoral.
De estas ciudades el primer lugar lo ocupa el Distrito Central, en Francisco Morazán con una carga de 826.499 votantes, seguido de la ciudad de Cortés en San Pedro Sula con 518, 266 votantes. Las restantes 18 ciudades se encuentran entre los 44 mil a 150 mil votantes.
Luego de ver que estas 20 ciudades concentran la mayor cantidad de votos, se explica en el análisis que el restante 50 % del padrón electoral se distribuye en los otros 278 municipios.
Esta distribución impacta en la cantidad de candidatos, la saturación de publicidad política, el gasto de campaña, las concentraciones públicas, la logística electoral, la pedagogía electoral, la participación de nuevos electores y la observación electoral. Además, estos municipios juegan un papel clave en la definición de los candidatos presidenciales de los tres principales partidos políticos.
El peso del voto rural
El analista explicó que, desde las elecciones generales de 2017, el voto rural ha sido considerado como un factor determinante en los resultados. Para algunos partidos, representa la clave del triunfo, mientras que para otros es la justificación de presuntos fraudes electorales.
“El voto rural se convirtió en la clave del triunfo, como fue el caso del expresidente Juan Orlando Hernández, para otros es un instrumento de fraude que fue el argumento de Libre en las elecciones del 2017, en todo caso es un elector bastante polémico que hoy ha tomado bastante relevancia”, recordó el analista en conversación con Proceso Digital.
En la actualidad la percepción del voto rural como un elemento decisivo ha sido interiorizada por diversos actores políticos, convirtiéndose en un factor relevante en la estrategia de campaña para los comicios primarios de 2025.
De ahí que se ve a todos los precandidatos presidenciales de gira en gira por el interior del país tratando de ganar la simpatía de los electores. Los politólogos refieren que no es precisamente que a los candidatos les guste andar dejando la garganta con sus discursos prometedores en cada ciudad incluso lugares remotos donde van, sino que lo hacen, porque consideran importante el voto rural y algunos hasta ven más factible convencer a la gente de tierra adentro.
Los precandidatos tienen conocimiento de cuáles son las zonas de mayores electores y apuntan sus estrategias a conquistar esos votos, pero se espera que también tomen acciones concretas honestas y transparentes en las Juntas Receptoras de cada centro de votación en aras de la transparencia y la democracia del país.
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Pero aparte de que los candidatos encuentran más apertura en algunas ciudades del interior del país, por distintas razones, una de las principales es que la población rural no está tan saturada del tema político como en las ciudades principales, pero también es cuestión de números. En este sentido, es claro que los datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), indican que el 58.6 % de la carga electoral es del voto rural.
Además, la importancia de este voto se ve reflejado en los departamentos de mayor número de votantes como son Cortés y Francisco Morazán. En el caso de Cortés, el 70 % del voto proviene del área rural, y en Francisco Morazán, alcanza el 68 %. Con estas cifras queda clara la importancia del voto rural y el interés de los políticos en estas zonas.
No obstante, hay otros aspectos que los analistas ponen en el tintero, y ponen cierta duda en lo real de los números, esto debido a la falta de actualización de la base catastral.
La identificación del voto rural en Honduras se basa en un catastro de los años 90, cuando el país era predominantemente agropecuario y su ordenamiento territorial difería del actual. Esta base de datos ha sido actualizada con información que permite definir las áreas rurales, aunque los cambios demográficos, la migración y el desplazamiento del campo a la ciudad han modificado significativamente la realidad electoral, explicó Soto.
En este contexto, el experto consideró que no es tan cierto que el gran elector sea el voto rural, como sí lo son las mesas electorales en las que no se pueden transmitir los resultados es por ello que, se recomienda que la comunidad internacional y las organizaciones de sociedad civil enfoquen sus esfuerzos de observación en estos centros de votación.
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Democracia y transparencia
Según el exmagistrado del Tribunal Supremo Electoral, Dennis Gómez, claramente el reto del CNE, es que las elecciones primarias sean democráticas, técnicamente hablando. Añadió que tienen que hacer cumplir la ley porque es su deber, pero tienen que hacerlo con las regulaciones necesarias, para combatir malas prácticas que han sido tradicionales, en estas elecciones se están invirtiendo 2, 000 mil millones de lempiras y entonces “el producto debe ser tan bueno que asegurarse que vamos a mejorar la democracia”.
De su parte, los tres consejeros del CNE, refieren que están trabajando de forma colegiada y haciendo su mayor esfuerzo para que las elecciones sean democráticas, aseguran que la tecnología y las herramientas necesarias han seguido todos los procesos en tiempo.
A menos de un mes de las elecciones primarias que se realizarán el 9 de marzo de 2025, los partidos Libre, Liberal y Nacional con sus movimientos internos, definirán los candidatos que pasarán a las elecciones generales, pero lo más importante es que el voto de cada hondureño que se mueva a las urnas ya sea en una ciudad o en un lugar remoto del interior del país, sea contado y respetado con garantías de transparencia, porque para ello se está invirtiendo un amplio presupuesto. LB